“Con los datos que tenemos hoy, superamos las expectativas: vamos a llegar al millón de votos”, aseguró Juan Grabois apenas pasadas las 22.30 de la noche, desde el escenario del Teatro Verdi de La Boca y todavía sin una certeza sobre los números oficiales que al momento le adjudican un 5,76% del padrón electoral. “Entonces me toca irme rápidamente al búnker de nuestro rival a manifestar el apoyo a Unión por la Patria para enfrentar a los buitres y a los monstruos que acechan nuestro país”, dijo minutos antes partir rumbo al Complejo C llevándose a toda su militancia con él. “Pero también para llevarle nuestro plan de desarrollo humano integral”, agregó agitando fervientemente sus papeles.
La noche había empezado lenta en La Boca. Debajo de una bandera de Kosteki y Santillán, hacía horas que un grupo de niños jugaba al fútbol con una pelota de plástico minúscula en un salón semivacío. Colgaban, también de los balcones, Perón, Evita, San Martín, el Gauchito Gil y una bandera con la consigna que resume la agenda de Grabois: Tierra, Techo y Trabajo.
Mientras en el primer piso del teatro los periodistas se quejaban por la falta de conectividad y quemaban datos móviles, en la planta baja, un centenar de bolsas de plástico blancas apiladas sin ninguna elegancia esperaban al resto de los concurrentes. Adentro de las bolsas: un sándwich, una gaseosa y una fruta. En una olla popular, agua hirviendo para el mate. El clima no parecía agriarse del todo entre los 1000 simpatizantes presentes al momento, a pesar del 30,73% de Javier Milei que ya arrojaban los boca de urnas.
El teatro se llenó recién alrededor de las diez de la noche mientras Grabois, su candidata a vice Paula Abal Medina, Ofelia Fernandez, Itaí Hagman y Natalia Zaracho cruzaban datos electorales en los camarines. Y cuando los bombos y trompetas de una murga popular reemplazaron a Wos en los altoparlantes, el lugar se animó de golpe. Una vez arriba del escenario, el candidato repasó algunos de los puntos de su agenda programática: “Hay que cancelar este acuerdo leonino y criminal con el Fondo Monetario Internacional y hay que nacionalizar los bienes comunes empezando por el litio y las hidroeléctricas”.
Ante un resultado que lo deja afuera de las generales, cabe preguntarse cuántas de estas propuestas podrán disputarse al interior de Unión por la Patria. “Nosotros vemos que en el historial de Sergio Massa han habido distanciamientos y posturas muy contrarias a lo que nosotros creemos que representa el peronismo, el kirchnerismo”, había expresado un poco antes la diputada provincial Lucía Klug. “Sin embargo entendemos que hoy es el candidato que ha elegido una gran mayoría del aparato político en la Argentina y eso lo respetamos.”
Juan Grabois tiene la misma edad que la democracia. Con tan solo diecisiete años, se sintió interpelado por las familias que frenaban en la esquina de su casa a descansar. Empujaban carros repletos de material reciclable que luego vendían por monedas para asegurar su subsistencia, y a menudo eran detenidos por la policía, que les pedía coimas y les decomisaba la mercadería. El de los cartoneros era para él un mundo completamente desconocido, que había comenzado a gestarse ante el creciente desempleo y la debacle económica que culmina en 2001 en la Argentina.
Para 2005 ya movilizaba cartoneros masivamente y desde el Frente Patria Grande impulsó las candidaturas de la legisladora feminista Ofelia Fernández y la primera diputada cartonera de la historia Natalia Zaracho, entre otras de las que él llama “representaciones genuinas”. Quien en las protestas de diciembre de 2001 gritó “que se vayan todos” en la plaza, se transformó en el único competidor dentro del espacio político del kirchnerismo, fuerza que nació de las cenizas del colapso político y veinte años después parece estar cerrando su ciclo de supremacía.
“Nuestra generación es la que va a cumplir el sueño de San Martín y Bolívar, de Chávez y Perón que es unir la Patria Grande”, dijo el ahora ex candidato y agradeció a Cristina Kirchner por dejarlos competir en las PASO “y defender las banderas que ella defendió y le costaron la proscripción”. Sobre los resultados de las PASO advirtió que «tenemos en frente a los verdugos del 2001, a la verduga Patricia Bullrich, que es el enemiga de la verdad», en referencia a la ganadora de las primarias de Juntos por el Cambio (JxC).
Grabois decidió armar un búnker aparte en el teatro donde se realizaron las primeras elecciones del Movimiento de Trabajadores Excluidos y también un acto por el 1ro de Mayo que fue fundante de su vínculo con el actual Papa Francisco. Pero luego de un breve discurso, se dirigió inmediatamente al búnker de Sergio Massa en el Complejo C de Chacarita donde se le daría el lugar de primer orador. «Ganamos la provincia de Buenos Aires, loco”, reiteró allí. “Y les puedo asegurar, porque me tocó vivirlo de cerca, nunca en tantos años de militancia, vi algo tan miserable como el uso de la muerte que hicieron Grindetti, Kravetz y Bullrich. Esa es la Argentina inhumana que no vamos a dejar pasar».
Con el 97,39% de las mesas escrutadas Grabois acumula 1.390.585 votos, con los que supera ampliamente el millón que había anunciado en las horas previas.