Comienza una semana importante para el Senado de la Nación, ya que se espera que el proyecto que propone eximir a un número importante de trabajadores y jubilados en relación de dependencia del Impuesto a las Ganancias llegue a su tramo final y se convierta en ley. En la previa, Tiempo Argentino dialogó sobre la iniciativa con un hombre clave dentro del oficialismo, el formoseño José Mayans. Oriundo de la localidad de Clorinda, el jefe del bloque del Frente de Todos también se refirió al rol de la oposición en temas fundamentales para el gobierno, como la negociación de la deuda con el FMI y el cronograma electoral. También, defendió al gobierno de Gildo Insfrán en Formosa y acusó Cambiemos de utilizar esa provincia para “aplacar el problema institucional de Jujuy”.
–¿Qué va a significar la aprobación del proyecto de Ganancias?
–La visión que se tiene es poder mejorar la relación precios-salarios, o sea que acá va a haber una mejora importante en el salario de los trabajadores. Nosotros, cuando nos fuimos, en el año 2015, del gobierno había 1.100.000 trabajadores que aportaban Ganancias, el gobierno de Macri termina con 2.300.000 trabajadores pagando ese impuesto, y con la nueva ley este beneficio va a llegar aproximadamente a 1.300.000 entre trabajadores y jubilados. Es un esfuerzo de 48 mil millones de pesos que hace el Estado nacional que va directamente al salario del trabajador. Hay que tener en cuenta que cuando se va Macri del gobierno el pasaje entre la canasta familiar y el salario fue muy grande. Nuestra economía nacional depende, en buena parte, del mercado interno, que está marcado por el salario. Si tenemos un salario deprimido eso va a impactar en el consumo, por eso es necesario devolverle al trabajador su poder adquisitivo y que participe en la generación de riqueza de la renta nacional.
–¿Cómo ve al bloque de la oposición en el debate?, ¿cree que va a acompañar con los votos?
–La oposición en general va a acompañar, salvo algunas disidencias que tienen con respecto a otros sectores como los autónomos, pero lo que pasa es que Roma no se hizo en un día. Creemos que tenemos que tener justicia social y para eso primero tenemos que tener independencia económica, que nos va a dar la ciudadanía política, y a partir de allí tomar las medidas necesarias para construir las mejores políticas en Argentina.
–Y en las negociaciones con respecto a la deuda con el Fondo Monetario Internacional, ¿los ve trabajando en sintonía con el gobierno?
–La economía de especulación que tuvo el gobierno de Macri produjo fuga por 86 mil millones de dólares hacia el exterior, un drenaje de plata que es sumamente importante, inclusive porque duplica la reserva argentina. De 44 mil millones ese año que se tomaron a través del FMI, 46 mil millones fueron de fuga, como resultado de políticas que son especulativas. Alguien dijo hace mucho tiempo que a este país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie, creo que lo primero que hay que tener es sensatez. El primer tema es buscar un camino hacia una política de recuperación de producción y trabajo, porque la política de especulación termina con desocupación, hambre y miseria. Obviamente, la pandemia afectó duramente la economía mundial y nacional. Los organismos internacionales tienen que entender que nadie da lo que no tiene. No pueden seguir con ese esquema de especulación de intereses que son altísimos y no acompañar a los Estados con un sistema de financiamiento, para que logren justicia social, que trae la paz social. Entonces, no puede seguir el FMI pensando que va a seguir sacando utilidades de países que están básicamente con sus economías quebradas. Lo que pensamos es que hay que tener una nueva visión de la economía mundial, que consiste en la solidaridad y en el respeto de los derechos que tienen todos los seres humanos para tener una vida digna. El mundo genera una cantidad de riqueza, nada más que está muy mal distribuida. Hay ocho países que viven en la abundancia y unos 180 que están en la miseria. Hay que recomponer eso, los países líderes son los que tienen que ver esto. Nosotros le reclamamos solidaridad a la oposición, no puede ser que esté explotando la pandemia para ver si puede sacar tres votos más.
–En esta búsqueda de consensos, ¿cómo ve la propuesta de Casa Rosada de correr el calendario electoral?
–Creo que todos los sectores políticos tenemos que estar abocados en ver cómo resolvemos la emergencia de la salud del pueblo argentino. Es sumamente importante no estar en este momento en campaña electoral, sino correr el calendario, ver que mejore la situación en el país y a partir de ahí resolver rápidamente el tema electoral porque la gente tiene que solucionar primero el tema económico y tenemos que estar enfocados en eso.
–El gobierno de Gildo Insfrán en Formosa viene siendo duramente cuestionado por Cambiemos, ¿por qué considera que la oposición apunta a su provincia?
–Eligió Formosa porque a principios de año hubo una reunión con organizaciones sociales que nos alertaron lo que estaba pasando en Jujuy con respecto a fuertes violaciones de los Derechos Humanos. Obviamente, nadie desconoce que (Luis) Naidenoff es prácticamente del mismo equipo que el gobernador de Jujuy de Gerardo Morales y es jefe de bancada de la oposición. El jefe de bloque del oficialismo soy yo, entonces a mí me toca por eso y atacan Formosa con el argumento de que el gobernador lleva varios mandatos. Esos mandatos son populares, subestiman la elección del pueblo. Es una provincia que no tiene deuda. Hay gente que viene y opina desde una visión centralista, como en el caso de (Waldo) Wolff, que desconoce el sistema federal de gobierno. Acá se trató de aplacar el problema institucional de Jujuy, donde no existe la independencia de poderes. Vinieron a hacer actos públicos en una provincia que tenía 58 casos y un fallecido, hoy tiene mil casos. La estrategia de Formosa era llevar adelante un protocolo bastante estricto justamente por lo que estaba pasando en Paraguay, que tenía 4000 muertos y estábamos rodeados de provincias que tenían dificultades como Chaco y Salta. Estábamos rodeados de un peligro inminente, por eso el protocolo era estricto. Esta gente vino, hizo actos políticos. Acá también hay intereses de las grandes empresas de comunicación, que es un sector que apoyó y sigue apoyando a Macri. Buscan la forma de destruir, incluso al gobierno nacional, cuando ven sectores aliados al gobierno o que son parte de esa estrategia, como Formosa o Santiago del Estero, pero no dicen nada de Jujuy o Mendoza, que es una provincia que está quebrada.
–El nuevo ministro de Justicia, Martín Soria, apuntó nuevamente contra el procurador general de la Nación interino, Eduardo Casal. ¿Qué va a pasar con Daniel Rafecas?
–Con respecto a la Justicia, los senadores hicimos, por un lado, un aporte votando una mejor inversión en el servicio de justicia, creando juzgados de primera instancia, cámaras, tribunales orales para mejorar la lucha contra el delito organizado, contra el narcotráfico en todo el país, en búsqueda de fortalecer la Justicia. Lo mismo hicimos con el Ministerio Público Fiscal y de la Defensa. Ahora, el tratamiento del pliego de Rafecas en su momento fue condicionando por la oposición porque querían audiencias públicas presenciales. Nosotros no tenemos los dos tercios que requiere la norma actual para avanzar en el nombramiento del procurador, y entonces la oposición dijo que si se sesionaba de formar virtual se iban a negar a apoyar. Esto es una forma de cubrir al procurador general de este momento que pertenece a su sector. Enviamos un proyecto de reforma acortando el plazo y agregando otras cuestiones que mejoran el trabajo del Ministerio Público, entre ellas que se elija por simple mayoría el puesto. Hay que darle una oportunidad al nuevo ministro, que es un político avezado, una persona que estuvo trabajando mucho en el tema Justicia, y para construir ese camino tiene que darse diálogo necesariamente con los sectores de la oposición. «