Jorge Taiana será uno de los ejes de la próxima elección. El 22 de octubre se definirán los nombres de los tres senadores nacionales de la provincia de Buenos Aires. El legislador del Parlasur, hijo del médico personal del general Perón y ex canciller por casi cinco años, compite por la segunda banca del Senado que le corresponde a la mayoría. Los resultados de las PASO dejaron en evidencia que la puja por ese lugar en la Cámara Alta se limita a Taiana, en representación de Unidad Ciudadana, y Gladys González, excandidata a intendenta de Avellaneda, por Cambiemos. Taiana sabe que su nombre en rigor, su apellido es muy conocido y respetado entre los peronistas. «Ese planteo se ha hecho. Y sí, se va a desarrollar», reconoce Taiana cuando Tiempo comenta que una de las claves para buscar el voto de los sectores peronistas que eligieron a Florencio Randazzo o incluso a Sergio Massa podría ser que Cristina Fernández y Esteban Bullrich, dados los resultados de las primarias, ya tienen su banca asegurada. Y que la puja que quedó abierta es por el triunfo definitivo del 22 de octubre, y por lo tanto, el acceso a la segunda senaduría. «Tenemos que concentrar ese voto peronista para que el resultado sea el triunfo de la oposición», subraya Taiana.
La entrevista transcurre en las oficinas que la Universidad Nacional de San Martín posee en la Diagonal Norte al 800. Es viernes por la tarde, y en la calle ya se ven indicios de que la concentración en reclamo de la aparición con vida de Santiago Maldonado será multitudinaria. Taiana quedó con sus más allegados en encontrarse en su oficina para luego ir juntos a la marcha. «Ya les ganamos en las PASO y les vamos a ganar por más amplitud en las generales de octubre, que además es un mes muy querido para los peronistas», vaticina con una sonrisa y sin levantar la voz. Se refiere, sin nombrarlos, a sus rivales de Cambiemos. El legislador del Parlasur cuenta con entusiasmo que notó mucho interés y compromiso en sumar nuevos votos para Unidad Ciudadana entre gremialistas y delegados de la CGT de Zona Norte, con quienes estuvo reunido el jueves. »El movimiento obrero tiene que tener un rol mucho más significativo en la campaña de lo que lo ha tenido en el pasado», arenga. Taiana sostiene que para el triunfo que pronostica será clave que crezca la participación electoral: en las PASO votó el 77% del padrón. También confía en que una mayor incidencia del voto voluntario de los jóvenes de entre 16 a 18 años favorecerá a Unidad Ciudadana.
¿Cómo va a ser la campaña hasta el 22 de octubre?
Cristina habló de una campaña ciudadana, ¿no? Eso tiene varias dimensiones. En una primera etapa, la PASO, se apuntó a horizontalizar la relación con la ciudadanía y escuchar. Tener una actitud de cercanía con la gente, con los distintos sectores. Y visibilizar las problemáticas. En esta segunda etapa se va a buscar la participación masiva de la gente. Los distintos candidatos, todos, incluida Cristina, que es la principal y mejor candidata, vamos a hacer actos. De cinco personas, de diez, de 50, de 200, de 500. Todos vamos a hacer más campaña. Va a haber muchas de esas cosas.
¿Se pensó una división de roles, para Cristina y usted, en este tramo de la campaña?
Tenemos que multiplicarnos. Cristina va a tener más accionar, más visibilidad, eso lo hemos conversado. Hubo varias reuniones con intendentes para ir coordinando lo que se va a hacer, porque la campaña todavía no ha comenzado. Vamos a abarcar todo. Para ganar en octubre tenemos que generar una épica de participación política, de la militancia rasa, de los simpatizantes, de los adherentes, quienes a su manera, con sus formas y lenguajes, con su actividad, sean los que recorran el conjunto del territorio, de los lugares de trabajo, de los lugares de reunión, y persuadan. Porque Perón decía que en la política se trata de persuadir. Y la política es reunir voluntades en torno de un proyecto. Vamos a ponerle un freno a Macri.
En las últimas horas se conoció que un intendente que había acompañado a Florencio Randazzo, Juan Zabaleta, de Hurlingham, va a acompañar a Unidad Ciudadana.
A mí esta noticia me da alegría. Es el primero de una serie de pronunciamientos. Uno de los debates que estaba implícito es dónde estaba la mayor representación peronista. Lo que decíamos antes de la elección ha quedado confirmado: el 90% del peronismo, decía yo, está en Unidad Ciudadana. Y es así. Con nosotros están casi todos los dirigentes distritales del peronismo, y las autoridades del peronismo provincial. Aunque ese peronismo, está claro, no se ha expresado solamente en Unidad Ciudadana. Hay votos peronistas en otros sectores. Y ese voto peronista, entendemos, tiene un contenido crítico hacia las políticas del gobierno.
Se dice que el que tiene que hacer los gestos de mayor generosidad es quien tiene mayor representatividad. ¿Los gestos tienen que partir desde Unidad Ciudadana?
Somos la fuerza que puede ponerle límite a Cambiemos, que es un proyecto conservador. De limitar los derechos de los trabajadores, de desarticular buena parte de nuestra industria pequeña y liviana por considerarla ineficiente, y de favorecer a sólo un sector exportador, hidrocarburífero y minero de reconcentrar la riqueza. ¿Qué es lo que tenemos nosotros para ofrecer? La posibilidad del triunfo. Por eso hay que hablar. Escuchar a todo el mundo. Conversar con todos. La necesidad de la unidad se va imponiendo paulatinamente.
En 2015 se criticó la candidatura de Aníbal Fernández y, sin embargo, con dos candidatos muy fuertes, el resultado de las PASO en términos estadísticos no fue muy distinto que aquel. ¿A qué se debe?
Hace casi dos años que gobierna una coalición de intereses poderosísima en la Argentina. Que tiene el apoyo internacional, del mundo financiero, de los grandes grupos económicos, de los grandes medios de prensa; cuenta con el aparato administrativo nacional y provincial; también de la misma ciudad, que tiene un efecto de demostración de fuerza, sobre todo en el Gran Buenos Aires. Por eso, el resultado de las PASO no es irrazonable. En general, salvo la Alianza en 2001, que perdió su primera elección, los gobiernos han tenido buenos resultados en la democracia en su primera elección legislativa. Alfonsín ganó ampliamente en 1985, cuando el peronismo estaba totalmente dividido y sacábamos vientipico por ciento de los votos. Después, Menem en el ’91 fue a su primera elección y también le fue muy bien. «