Con un acto formal el próximo diez de diciembre, en la calle Hipólito Yrigoyen 840 (CABA) a las 17 horas, el dirigente Jorge Rivas lanzará el nuevo partido político Unidad Socialista (US) donde confluirán distintas fuerzas socialistas provinciales hoy atomizadas. Lo hará con el objetivo de iniciar un armado a nivel federal para dar una batalla ideológica contra «el mensaje canallesco de que el socialismo fuese una peste que ha enfermado al mundo como pretende estigmatizar el neoliberalismo».

Rivas, abogado especializado en Derechos Humanos y Asuntos Constitucionales dialogó con Tiempo. Anticipó sus ideas para darle batalla a la ultraderecha que está de turno y detalló las diferencias que existen hacia adentro del socialismo argentino.

– ¿Cuál es el objetivo de lanzar Unidad Socialista?

-Surge de la confluencia de distintos partidos socialistas provinciales, lo que le da un sesgo marcadamente federal a la organización. La historia del socialismo está plagada de fragmentaciones y de divisiones desde antes de que surgiera el peronismo en el escenario político. Pero después de que apareció el peronismo esas divisiones se multiplicaron hasta el infinito. El peronismo atravesó a todos los partidos políticos argentinos preexistentes a su surgimiento, pero particularmente atravesó al socialismo porque, en ese momento, a nuestro juicio, el partido socialista hizo una lectura equivocada sobre las causas del surgimiento del peronismo, que se profundizó después de que Juan Perón llegó al poder, ya que su posición antiperonista fue más visceral que racional.

– ¿Cuáles son las diferencias, por ejemplo, con el socialismo santafesino?

-En el año 2002 participé activamente del proceso de fusión que desembocó en el partido socialista que, entre otros objetivos, tenía el de incorporar a la organización distintas patrullas distribuidas por todo el país. Pero el sectarismo del socialismo de Santa Fe fue una máquina de bloquear a todo grupo que se acercaba, situación que se agudizó pocos años después. Lo que tensionó la convivencia interna hasta 2007, cuando Néstor Kirchner convocó a la transversalidad a la mayoría de las provincias y aceptamos sumarnos al proyecto nacional y popular. Pero el socialismo santafesino no aceptó y se embarcó en el proyecto del gobernador, que fue un éxito a nivel provincial, pero implosionó al partido a nivel nacional. Con la muerte de Alfredo Bravo -en 2003- el partido perdió gravitación nacional y con la gobernación de Santa Fe el partido nacional se puso a disposición del gobernador. Y el resto de las provincias nos arreglamos como pudimos. Armamos partidos provinciales, municipales, algunos se refugiaron en partidos sociales y otros espacios.

– ¿Por qué esta experiencia debería funcionar respecto de las anteriores?

-Estoy convencido de que esta nueva experiencia va a funcionar mejor que la de 2002 porque aquella fue una decisión de superestructura y la de ahora tuvo un debate más horizontal y participativo. Los que nos lanzamos el próximo 10 de diciembre somos muchas de esas expresiones que estábamos atomizadas. Es como un rompecabezas sin el partido socialista de Santa Fe. Además, en esa provincia contamos con el partido Iniciativa Popular (IP). Es probable que después de nuestro lanzamiento se sumen otras expresiones socialistas de esa provincia, con las que también estamos hablando. Por eso, este lanzamiento es muy importante para nosotros porque ha sido un trabajo artesanal durante años.