“No retrocedamos 30 años. ¡Que tu bronca no nos sentencie a todos!” es una de las consignas que ex trabajadores de empresas del Estado privatizadas en los noventas, durante la primera presidencia de Carlos Saúl Menem, van a intentar que se escuche este martes 19 a partir de las 10.30 en la puerta de acceso de la Cámara de Diputados nacional, en el barrio porteño de Congreso.

Se trata de ex trabajadores de las empresas Segba (electricidad) y Encotel (en aquella época tenía a su cargo el servicio postal y telegráfico, es decir, el correo). Según difundieron, reclaman el tratamiento de una “Ley de reparación histórica” para aquellos trabajadores “excluidos del Programa de Propiedad Participada” de las empresas del Estado privatizadas. Conocido como PPP, este programa creado por la Ley de Reforma del Estado 23.696 “excluyó a miles de trabajadores que hasta la fecha no han cobrado lo que les correspondía” sostienen.

En comunicación con Tiempo, Jorge Galati, ex trabajador de Segba, hoy de 56 años, cuenta que trabajó allí desde los 18 hasta los 24 años, cuando, con la privatización, llegaron para los trabajadores, por un lado, los retiros voluntarios, que en realidad eran forzosos. Y además detalla que, según la Ley de Reforma del Estado, por medio de los PPP los trabajadores afectados por el proceso de privatización debían recibir un porcentaje del capital accionario de las empresas privatizadas, que en el caso de Segba llegaba al diez por ciento del total accionario.

Pero esto no se cumplió, y unos 1.800 trabajadores siguen con un reclamo judicial hasta la actualidad. Si se aprobaran algunos de los proyectos de ley de reparación histórica propuestos –Galati mencionó que hay dos en danza- quedarían alcanzados los 16.000 ex trabajadores de Segba y sus familiares herederos.


Nada nuevo bajo el sol

En este sentido, Galati se refirió al regreso de propuestas privatistas encabezadas por el candidato presidencial de ultraderecha Javier Milei.

Con Milei volvemos a los 90, recargados. Volvemos a lo mismo. La ley 23696 fue la que permitió toda la venta de las joyas de la abuela, las empresas del Estado. Se concesionaban a manos extranjeras, y tenías a periodistas (N. de R.: Bernardo Neustadt) que por aquellos tiempos le decían a Doña Rosa (a la ciudadanía, en el programa televisivo Tiempo Nuevo) que las empresas del Estado iban a estar mejor privatizadas. Ahora, hago una pregunta. ¿Las empresas del Estado privatizadas están mejor? No. No se hicieron inversiones, y la ley 23696 les permitía que las ganancias que tenían se las pudieran llevar en dólares al exterior”, señaló.

“A todos los trabajadores los despedían con los mal llamados retiros voluntarios, que hoy los quieren volver a poner. Hoy (desde la oposición) vuelven recargados, quieren volver a poner las AFJP, donde ellos hacían sus negocios con las jubilaciones, donde si te alcanzaba la plata, bien, y si no, también. Ellos no te hacían partícipes de sus ganancias. Ellos hacían negocios con la plata que vos tenías, con lo que vos aportabas. Porque tu plata la ponían en el exterior, a trabajar. Compraban bonos, compraban lo otro y, en definitiva, partícipe de la ganancia no te hicieron nunca«.

«Vos aportabas y ellos te cobraban la comisión por manejarte tus fondos. No aportabas, y te seguían cobrando la comisión igual. Hoy tenés una jubilación del Estado, mal, bien o regular, en donde todos aportamos para todos. Es solidario, no es el sálvese quien pueda”, recordó.