El plan de gobierno de Javier Milei pone en crisis a miles de medianos y pequeños productores del agro bonaerense. Así lo asegura Javier Rodríguez, mientras dialoga con Tiempo. El ministro de Desarrollo Agrario de la Provincia recibió a Tiempo Rural en su despacho y cuenta que son múltiples factores los que se suman a la recesión y al dólar atrasado. Asegura que incluyen el desmantelamiento de los programas que sostenían a este sector y el vaciamiento de organismos clave para la actividad, como el INTA.
El funcionario de Axel Kicillof señala que, si bien hay diálogo con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, no hay respuestas de ningún tipo. «No hay una real comprensión de la situación», afirma y enumera los programas y mecanismos que el gobierno nacional viene anulando y que tendían a sostener a los pequeños productores, como el programa Cambio Rural o la Ley Ovina.
Rodríguez también considera que la postura de Milei sobre el cambio climático es «un tremendo error» ya que es necesario prepararse para los eventos extremos que van a comenzar a ser más recurrentes. Y critica, además, la política internacional en especial respecto de mercados tan importantes como Brasil o China. «Es una tremenda incomprensión de la realidad mundial que además tiene consecuencias negativas y muy concretas sobre la estructura productiva de la Argentina», subraya.
El ministro repasa las políticas que viene desarrollando la Provincia para atender las necesidades de los productores y también habla del posicionamiento del gobernador Kicillof en medio de la interna peronista y de las tres claves para volver a ser gobierno en 2027. «Tenemos que marcar las diferencias sustanciales que tenemos con el gobierno de Milei, consolidar la gestión a nivel provincial y construir una alternativa política», señala.
– ¿Cuál es el impacto que están teniendo las políticas nacionales para el agro en la provincia?
– En primer lugar lo que hay que señalar es que las políticas nacionales están caracterizadas fundamentalmente por una reducción de los salarios, por una reducción de las jubilaciones, eso tiene un impacto económico y social muy fuerte, pero cuando nos referimos en particular al sector agropecuario y productor de alimentos están ocurriendo dos cosas también muy significativas.
– ¿A cuáles se refiere?
– Todo lo que tiene que ver con mercado interno está teniendo una reducción en la demanda muy fuerte, por supuesto que la caída de poder adquisitivo está generando reducción en la demanda de alimentos. Entonces todo el sector productivo vinculado al comercio, al mercado interno de alimentos está atravesando situaciones complicadas y lo que está ocurriendo, con respecto a la exportación, es que tenemos un dólar atrasado. Es decir que expresado en pesos, la combinación de un dólar atrasado con precios internacionales que han tendido a caer, también está marcando una situación complicada, sobre todo para los productores de mediana y de pequeña escala. Sintetizando el panorama, tanto aquellos que están orientados al mercado externo como al mercado interno, hoy están atravesando en una situación complicada de mínima y de crisis en muchos otros casos. Y, por supuesto, esto es consecuencia de estas políticas del Gobierno Nacional que no tienen en consideración lo que realmente ocurre en el sector productivo. Ahora estamos en una recesión, los números hablan de un orden del 3 o del 4% al final del año y eso significa que estamos produciendo menos riqueza que el año pasado, pero lo notable de esta recesión es que se da el año posterior a la peor sequía de los últimos 50 años. Es decir que la recuperación del agro que se dio este año por cuestiones climáticas ni siquiera logra revertir la evolución general, porque estamos peor que el año pasado en materia productiva. Si uno mira los números, por ejemplo, de mayo de este año contra mayo de 2023, el agro en particular creció 98%. Es decir que está mostrando una recuperación muy significativa, pero aún así la caída total de la producción sigue siendo muy importante. Y esto tiene que ver con las medidas que arrancaron y tienen en uno de sus ejes la caída del poder adquisitivo. Lo otro, por supuesto, y que está vinculado, es el aumento de la energía y del transporte que también generan esta situación complicada.
– ¿Hay diálogo con las autoridades nacionales de Agricultura?
– El diálogo en lo formal, sí. Después, en términos de escucha y de respuestas, no. Nos ha costado muchísimo temas como la Ley Ovina que nosotros planteamos que era un sinsentido que se la cancelara y se la canceló. Recién ahora el gobierno nacional terminó de homologar emergencias que correspondían precisamente a la sequía del año pasado. Tardaron nueve o diez meses en darle un reconocimiento, no a la provincia, a los productores, porque son 700 productores. Y la verdad que ese caso fue producto, por supuesto, de nuestro planteo, pero también de que las entidades fueron planteando al gobierno nacional que hay una ley, que es la ley de emergencias, que hay que cumplir.
En términos de diálogo, hablamos de distintos temas, pero no vemos ni que haya respuestas positivas en muchos de los temas, ni que haya tampoco una real comprensión de la actual situación. Esta política económica sin ninguna duda va a tender a una mayor concentración productiva y, por lo tanto, a que muchos de los pequeños y medianos productores, lamentablemente, tengan que dejar la producción. Frente a eso, que uno lo puede caracterizar como el criterio macroeconómico, el gobierno nacional está anulando todos los mecanismos de sostenimiento que sirven fundamentalmente en la situación de crisis para que los pequeños y los medianos sigan produciendo. Despidieron a todo el personal, a los técnicos de territorio de Cambio Rural, que es un programa nacional que brinda apoyo técnico a los productores, que sobre todo busca conformar grupos de pequeños y medianos productores. Es decir, en un contexto macroeconómico claramente adverso, además los distintos programas pensados fundamentalmente para ese sector los están cancelando.
– Hace un tiempo denunció que había censura en el INTA. ¿Eso sigue?
– Lo que está ocurriendo en el INTA también es muy grave, lo estamos viendo incluso ahora en el Presupuesto 2025. Hay una mirada de bajar determinadas líneas de trabajo, de que determinados temas no se aborden. Nosotros eso lo planteamos explícitamente porque nos parece un tremendo error. Hoy lo que está ocurriendo es que hay un desfinanciamiento previsto en el presupuesto 2025, que haría que el INTA tenga el menor presupuesto en términos reales seguro de las últimas décadas. Y por otro lado, hoy está en un proceso donde plantean este mecanismo de retiros voluntarios que la verdad que incluso apunta a aquellos que tienen menos de 18 años de antigüedad, a un estrato intermedio de los investigadores y de los que trabajan en el INTA, con lo cual es un tremendo vaciamiento si efectivamente esos retiros voluntarios se dan. Son temas que muchas veces no se abordan, pero la verdad que es realmente preocupante.
– ¿Ese vaciamiento está ocurriendo también en otros organismos vinculados al área? ¿En SENASA? ¿En Bioeconomía?
– En la Secretaría de Agricultura seguro que sí. Por ejemplo, esto que yo mencionaba del Cambio Rural. Los profesionales recibieron un email el 30 de septiembre en el que les decían que su convenio no se iba a prorrogar y que estaban despedidos a partir de octubre. Eso sigue funcionando de esta manera y siempre en lo que hace a programas que tienden a sostener fundamentalmente al chacarero, al productor mediano y pequeño, tienden a desarmarlo.
– ¿Qué políticas está llevando adelante la Provincia para sostener a esos productores?
– Nosotros desde el inicio de la gestión nos planteamos la idea de que las políticas tienen que contemplar a los medianos y a los pequeños productores, que tienen que ser diferenciadas. Trabajamos mucho, y eso está vigente, con líneas de financiamiento que sean accesibles para las distintas escalas, con el Banco Provincia o conveniando o con créditos directamente desde el Ministerio, que nos parece que suele ser la limitación fundamental. Aquel productor de reducida escala suele no poder crecer porque no tiene fuente de financiamiento y nosotros hemos ido generando un conjunto de líneas de financiamiento importantes. Después hay un conjunto de programas más específicos con respecto a cada una de las producciones. Y tenemos programas como el de Caminos Rurales que también es clave porque quienes más se suelen ver afectados en términos de las distintas escalas de productores por los problemas en los caminos rurales son también los productores medianos, son los productores chicos. Entonces esos son programas que para nosotros también tienen una fuerte incidencia en la estructura del sector agropecuario.
– El Ministerio está trabajando en la producción y el abastecimiento de alimentos con los mercados regionales. ¿Esto puede hacer de alguna manera que bajen los precios al consumidor?
– Un problema que nosotros encontramos en la cadena de producción y comercialización de alimentos es que, muchas veces, esa cadena es muy larga con distintos distribuidores y lo que termina ocurriendo es que el precio al consumidor es muy diferente del precio que se le paga al productor. Por eso nosotros nos propusimos, ya desde el 2020, acortar esas cadenas de comercialización, tratar de generar formas de comercialización que sean más directas de productor a consumidor y eso está plasmado en el programa de Mercados Bonaerenses que está funcionando en 117 municipios. Arrancó como programa de ferias porque muchos productores, a veces son cooperativas o pymes, no tenían o no encontraban una canalización comercial que les permita aumentar su producción.
Entonces cuando muchas pymes empezaron a ver que tenían una forma de comercializar empezaron también a aumentar la producción. Eso hizo que de las ferias pasáramos a los mercados fijos que son lugares de comercialización directa que funcionan de lunes a sábado: hoy estamos con ocho mercados fijos en la provincia de Buenos Aires que están teniendo un crecimiento en las ventas incluso en estos momentos donde cae el consumo. Por supuesto, esto tiene que ver con que a través de este programa el consumidor consigue precios entre un 20% o 25% más baratos y productos de excelente calidad porque suelen ser productos que tal vez se cosecharon el mismo día o el día anterior. Para nosotros es un programa fundamental que sigue creciendo y que sobre eso también se le adicionan los beneficios de la cuenta DNI. Es decir que ahí hay dos lógicas, por un lado una asistencia financiera, pero por otro lado también el de achicar las cadenas y eso nos parece que está permitiendo del lado del productor tener mejores precios y, del lado del consumidor, también tener precios más baratos.
– ¿Cuál es la importancia que tiene el sector cooperativo para la gestión provincial?
– Para nosotros es fundamental dada nuestra premisa y nuestro nombre de ser Ministerio de Desarrollo Agrario. No solo miramos que haya crecimiento de la producción, sino que aspiramos a que ese crecimiento se vuelque en un verdadero desarrollo.
– ¿Qué significa eso?
– Que en las distintas localidades ese crecimiento genere oportunidades de trabajo, posibilidades de expansión de un conjunto de circuitos locales, que genere efectivamente valor agregado. Y lo que vemos es que con esta mirada del desarrollo local, las cooperativas cumplen un rol fundamental porque muchas veces son la posibilidad de generar esa instancia de agregado de valor, pero además son la posibilidad de que los productores de mediana y de pequeña escala sigan o sobrevivan, sobre todo en situaciones de crisis. Lo que se ve es que en las localidades donde hay cooperativas hay más productores de mediana y de pequeña escala que en aquellas donde no las hay. Y uno puede decir, tal vez el volumen de la producción termine siendo el mismo, porque uno puede decir, bueno, hay que ver los rendimientos por hectárea, y si contamos que producimos en 100 hectáreas, por decir un número, termina siendo lo mismo.
Pero si la estructura es que hay muchos más productores medianos y pequeños, esos productores consumen en el pueblo, consumen en la localidad, generan un circuito económico, un circuito comercial, en la localidad muy diferente que si solo es un gran productor que muchas veces ni siquiera está en esas localidades. Por eso, para nosotros las cooperativas cumplen un rol fundamental por su presencia territorial, por el agregado de valor que suelen llevar adelante y, por supuesto, también por el compromiso social. En función de esto, nosotros ya desde el inicio de la gestión habíamos creado la Dirección de Cooperativas Agropecuarias, que no existía en el ministerio, pero además creamos un programa de incubadoras de cooperativas que fue buscando grupos de productores, asociándolos y más de 100 nuevas cooperativas se crearon a partir de este programa. Generamos también unas líneas de financiamiento de valor agregado cooperativo y hay más de 100 proyectos financiados con esta idea.
– ¿Están pensando desde la provincia en algún plan de contingencia por la sequía que se pronostica para los próximos meses?
– El pronóstico prevé en términos generales una normalización y, tal vez, un clima un poco más seco que el medio. Para nada es el contexto del año pasado. Esto no quita que nosotros sigamos trabajando en todo lo que tiene que ver con la mitigación y la prevención de los daños ante la emergencia. Nosotros tenemos un trabajo continuo con líneas de financiamiento específicas, también para que muchas veces los productores puedan tomar determinadas herramientas que tienden a mitigar los posibles efectos. Si hablamos de productores avícolas, la posibilidad de una línea de financiamiento para evitar pérdidas por calores extremos, por ejemplo, o trabajo con el impulso a la forestación, que también es una herramienta para mitigar los efectos de una posible sequía. Nosotros trabajamos permanentemente en eso.
La verdad que el gobierno nacional está a veces negando el cambio climático, pero creo que las condiciones son muy claras, que lo que se está dando son eventos extremos muy fuertes y los distintos pronósticos señalan que ese tipo de eventos climáticos extremos van a tender a tener mayor asiduidad. Entonces más nos tenemos que preparar.
– ¿Cómo impacta la decisión de Milei de sacar a la Argentina de la Agenda 2030?
– La verdad que es absolutamente errado, equivocado, no participar en los debates tan importantes sobre la sustentabilidad de la producción. Por supuesto, con una posición que para nosotros tiene que ser una posición de la Argentina, pero que también es una posición compartida con muchos otros países acerca de quiénes son los países que más han causado daño en el ambiente y que, por lo tanto, tienen en función de eso también que cumplir un rol diferenciado. Nosotros planteamos desde ya la idea de una posición diferenciada, en ese sentido, pero también una participación activa de la Argentina en la materia. No podemos mirar para otro lado o desentendernos de un tema que sin ninguna duda nos abarca a todos. Creo que es absolutamente equivocado eso, como es equivocada la posición que tuvo desde el primer día con respecto a la inserción internacional, con los insultos a China, los insultos a Brasil. Ahora vemos que parece que está reviendo un poco la posición ante China, pero la verdad que es una tremenda incomprensión de la realidad mundial que además tiene consecuencias negativas y muy concretas sobre la estructura productiva de la Argentina.
– ¿Cómo está hoy la relación del gobierno provincial con las entidades del campo?
– Nosotros mantenemos un diálogo frecuente, permanente. Ahora estamos armando unas mesas de trabajo con alguna de las entidades precisamente para seguir planteando esta línea. Lo que venimos haciendo desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires es que hoy hay una política agropecuaria, hay una política de impulso a la actividad y de concepción del desarrollo del agro, que incluso es mucho más abarcativa que lo estrictamente productivo. Por ejemplo, el programa de mejora de Caminos Rurales -con más de 4.500 kilómetros mejorados- es un programa inédito en la provincia que no se hizo nunca, como tampoco se hizo nunca el programa de Buenas Prácticas Agrícolas o el programa de prevención de Venéreas que impulsa la ganadería y que era pedido por el sector productivo. Pero también es inédito el trabajo de renovación absoluta de la flota de móviles de la Policía Rural y creo que otro de los elementos que también lo tenemos que vincular con esta mirada nuestra de la importancia del arraigo es el programa Puentes que está llevando la universidad a las distintas localidades y que habla a las claras de esta mirada que entiende el rol fundamental que tiene el sector agropecuario en el interior de la provincia de Buenos Aires, pero que además tiene también una mirada integral acerca del interior bonaerense.
– El Presupuesto provincial está pronto a desembarcar en la Legislatura. ¿Cuáles son las prioridades del área para el 2025?
– Vamos a trabajar muy fuerte en el programa de Caminos Rurales; vamos a seguir trabajando con el programa de Buenas Prácticas Agrícolas y también con Mercados Bonaerenses, que es un programa que en este contexto está teniendo mucha más demanda por parte de la gente, entonces obviamente en las previsiones estamos pensando un crecimiento de este programa, también acorde a lo que vemos que está ocurriendo. .
– ¿Está previsto abrir nuevos mercados?
– Nosotros arrancamos diciendo que íbamos a hacer 10 y el otro día el gobernador adelantó que vamos por 12. Estamos cerrando, todavía no está el proyecto de presupuesto, veremos también en función del presupuesto qué posibilidades tenemos, pero es un programa que está dando buenos resultados, que le sirve a los bonaerenses de manera general, y que le sirve a los productores, por lo tanto es un programa que va a seguir creciendo. En 2025 vamos a tener cuatro mercados más que están en construcción en Florencio Varela, Escobar, Baradero y Berazategui. Y estamos proyectando algunos más seguramente.
– ¿Cómo está posicionado Kicillof en medio de la interna que atraviesa hoy el peronismo?
– Me parece que Axel Kicillof es un referente fundamental en el peronismo que se está consolidando en función de lo que viene haciendo, de la gestión, del reconocimiento de la gente, de su capacidad de trabajo, de su tremenda llegada con la gente. Ante esta situación de un gobierno nacional que está ajustando con una mirada tan contraria a lo que nosotros sostenemos, nos parece que es fundamental en esta etapa generar y consolidar esa oposición al gobierno nacional a la vez que vamos generando una alternativa política. Creo que ese es hoy el desafío: poner los puntos claros en los cuales disentimos completamente con el gobierno de Javier Milei. Los distintos encuentros que se fueron haciendo permiten generar estas instancias de debate e instancias de construcción colectiva. Lo dijo también muy claro Axel en Mar Chiquita: «tenemos que mejorar para volver» y creo que esas instancias de debate, esas instancias de construcción colectiva son fundamentales para que efectivamente el movimiento nacional y popular, la fuerza política pueda ser la alternativa que en el 2027 gane el gobierno nacional. Hoy estamos en eso. En términos claves creo que son los tres elementos: marcar las diferencias sustanciales que tenemos con el gobierno de Milei, consolidar la gestión a nivel provincial y construir una alternativa política.