El empresario Lázaro Báez, preso desde abril de 2016 involucrado en una causa de lavado de activos, fue trasladado de urgencia a la Clínica Los Arcos, ubicada en el barrio de Palermo, para ser sometido a una serie de estudios tras sufrir una severa arritmia cardíaca.
Fuentes del servicio penitenciario federal aseguraron a Télam que Báez se sintió mal, pidió atención, y, tras ser revisado, al médico penitenciario le pareció que requería un estudio de mayor complejidad; por este motivo, le avisaron al juez federal Sebastián Casanello, a cargo de las causa por la que se lo investiga, que recomendaban enviarlo a Los Arcos para ser sometido a los estudios necesarios.
Las primeras versiones aseguraban que su estado no es crítico y desmentían los rumores de que habría sufrido un infarto, pero al mismo tiempo se confirmaba que la condición cardíaca de Báez no era buena antes de quedar detenido y que se deterioró aun más en los últimos meses.