El ministro de Defensa, Oscar Aguad, sostuvo que «el deber del radicalismo es defender al gobierno de los embates populistas», al considerar que ciertos sectores «están agazapados, como siempre, para hacernos fracasar».
Al radicalismo, «la gente le está pidiendo que sea parte, y que ayude a consolidar este cambio que lidera el presidente Mauricio Macri», subrayó en declaraciones a Télam. «Tenemos la oportunidad de reconciliarnos con los distintos sectores que siempre hemos representado, y no le podemos fallar a quienes decimos representar», agregó.
Aguad asistió el miércoles a la reunión que el gobernador de Mendoza y presidente de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo, mantuvo en la sede central del partido con funcionarios radicales que ocupan cargos en el gobierno nacional.
«Hoy, el camino es profundizar esta convergencia. El gradualismo es realismo político frente a la situación en la que estaba el 30 por ciento de los argentinos, sumidos en la pobreza. El Gobierno está tratando de sacar al país de una coyuntura que nos puso al borde del abismo», señaló el ministro de Defensa.
El dirigente radical y funcionario nacional opinó también que «la tarea es gigante, casi épica, porque hay que realizarla en cuatro años, pero no hay otra alternativa» y agregó: «Tenemos que dar vuelta una página de la historia, olvidarnos del pasado y unirnos en la idea del progreso colectivo», puntualizó.
Los dichos de Aguad son en respuesta al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, titular del radicalismo, quien durante un almuerzo organizado por el Rotary Club reconoció «errores políticos» cometidos por el Gobierno y advirtió que su partido «no va callarse más» al interior de Cambiemos.
En ese sentido le apuntó al ministro de Energía, Juan José Aranguren, al señalar que «no traer su dinero al país no ayuda a salir del populismo».
«Salir del populismo aumentando tarifas bruscamente -porque es un ajuste necesario- es un sinceramiento imprescindible de hacer, pero hacerlo sin explicar claramente por qué y a dónde, y sin la colaboración de las empresas distribuidoras de gas y de electricidad no es un buen camino, sostuvo.
Además, advirtió que «no habrá reforma laboral si la planteamos desde la necesidad de las grandes empresas», en vez de hacerlo desde las necesidades de la «micro y mediana empresa de tomar y despedir personal con mayor facilidad».
«Tenemos un ministro de Energía que explica el aumento de las tarifas con mucha racionalidad, pero que paralelamente dice que no va a traer sus recursos al país hasta que no tenga credibilidad el programa económico de Argentina. No creo esto le haga bien a la salida del populismo», manifestó.
«Hay cosas que debemos corregir y que son errores importantes», insistió el gobernador y dejó en claro que para los radicales «es hora de no callarse más en esos debates y hacer contribuciones positivas en la marcha del gobierno de Cambiemos». «Están dadas las condiciones para que el radicalismo tenga un mayor protagonismo en la vida política de país», dijo, al tiempo que se «autoexcluyó» de compartir fórmula presidencial para una eventual reelección del presidente Macri.