El documento, titulado «Ante la pandemia, prudencia y solidaridad», repudia a la oposición por tratar a Kicillof como «el gobernador que peor manejó la crisis» por el coronavirus y apunta que, en momentos en que los esfuerzos del gobierno están puestos en bajar los contagios y evitar que se saturen los hospitales, las críticas son «una clara respuesta al llamado que hiciera semanas atrás Vidal a su fuerza política solicitando abiertamente que salgan a buscar votos».
Los jefes comunales, diputados y senadores del oficialismo precisan en el texto las medidas que se tomaron en estos cien días en materia sanitaria, económica y social: desde las obras en hospitales hasta la compra de insumos y equipos de protección para el personal de salud; los créditos del bapro y la asistencia financiera a municipios. Remarcan que el sistema de salud «se encontraba devastado, con una infraestructura edilicia en ruinas, deudas multimillonarias y hospitales en condiciones de ser utilizados desde 2015 pero que, por decisión de Vidal y del ex presidente Mauricio Macri no estaban en funcionamiento».
El comunicado también precisa que, al 29 de junio, la Provincia «realizó 132 mil testeos de PCR abarcando a todas las personas consideradas sospechosas», que se realizan operativos puerta a puerta y seguimiento masivo de contactos estrechos. «Todas las decisiones surgen de una estrategia desarrollada con el asesoramiento de un comité de especialistas», aclaran.
Ya sobre el final, los firmantes le piden a los «lilitos» y a los dirigentes de Juntos por el Cambio que «dejen de poner palos en la rueda» y se ocupen de la investigación por espionaje ilegal que los involucra. «Exigimos a los integrantes de la oposición prudencia y solidaridad, que dejen de poner palos en la rueda a la gestión provincial y se preocupen por el escándalo de espionaje ilegal ejercido durante la gestión de la ex gobernadora María Eugenia Vidal sobre referentes políticos y sociales», cierran.
No es el único apoyo que recibió Kicillof: seis intendentes vecinalistas, autodenominados «independientes», también salieron a bancar el manejo de la crisis sanitaria desatada por la pandemia. Se trata de los jefes comunales Cecilio Salazar, de San Pedro; Guillermo Britos, de Chivilcoy; Arturo Rojas, de Necochea; Gustavo Bevilaqcua, de Villarino; Carlos Sánchez, de Tres Arroyos, y Juan Miguel Nosetti, de Salliqueló.
En un documento, los intendentes aseguraron que quienes «vemos azorados cómo diferentes sectores políticos que hasta hace poco tiempo gobernaron nuestro país y la Provincia están utilizando esta terrible coyuntura que estamos padeciendo todos los argentinos, para tratar de obtener algún tipo de rédito político». Luego, cruzaron directamente a Carrió y sus legisladores y le exigieron que «dejen de poner palos en la rueda a la gestión provincial y se sumen a trabajar por las y los bonaerenses».
Ayuda extra
Kicillof anunció hoy que la Provincia realizará un aporte extraordinario de 340 millones de pesos en fondos reintegrables a los establecimientos educativos subvencionados de gestión privada para que puedan afrontar el pago de salarios.
El aporte extraordinario se liquidará en una única cuota con los haberes del mes de junio de acuerdo a la cantidad de cargos y al porcentaje de subvención de cada establecimiento educativo. Alcanza a todas las escuelas que reciben aporte estatal.
La medida implica un apoyo de 340 millones de pesos y tiene lugar en el marco de la situación excepcional originada por la pandemia. «Ahora estamos atendiendo la emergencia, pero nuestro objetivo es apostar al sistema educativo, porque sin educación no hay futuro para nuestra provincia», enfatizó Kicillof al anunciar la medida tras reunirse con las cámaras que nuclean a los establecimientos educativos.