A 41 años del golpe de Estado, escritores, periodistas y distintas personalidades de la cultura realizaron una visita especial a la ex ESMA, que funcionó como centro clandestino de detención y exterminio durante la última dictadura cívico-militar. Recorrieron el ex Casino de Oficiales, hoy llamado Sitio Memoria, donde los detenidos eran interrogados, torturados y asesinados. El lugar expresa tristeza y dolor a través de las marcas que dejaron en las paredes los cautivos.

Hubo más de 600 centros clandestinos de detención registrados en el país. Sin embargo, pese a que durante los años ’90 hubo varios intentos para que la ex ESMA vuelva a manos de la Marina, fue entregada en su totalidad en 2007.

“El recorrido histórico propone una visita por el predio señalando sus marcas y usos durante la última dictadura cívico-militar. Las 17 hectáreas de este predio conforman una unidad que durante el proceso estuvo al servicio del centro clandestino de detención, tortura y exterminio cuyo núcleo funcionaba en el ex Casino de Oficiales, abasteciéndolo, aportando la cobertura necesaria y dando apoyo de diverso tipo. El recorrido por el predio permite ver cómo era la convivencia y el vínculo entre las estructuras formales, legales e institucionales de la Armada y su función clandestina, represiva e ilegal”, dijo a Tiempo una de las coordinadoras de la visita.

Tras un breve recorrido, este miércoles, la visita concluyó en el Sitio Memoria ESMA, ex Casino de Oficiales, que fue el núcleo del aparato represivo en ese lugar entre 1976 y 1983, donde fueron detenidos y desaparecidos cerca de 5 mil hombres y mujeres. Se estima que solo sobrevivieron unas 200 personas.

Cabe destacar, que los organismos de Derechos Humanos lanzaron en noviembre de 2016 una campaña de firmas para promover la postulación de la ex ESMA a integrar el conjunto de sitios declarados “Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más” bajo la protección de la UNESCO. En ese marco, piden firmas a los visitantes para lograr que forme parte del patrimonio histórico y mundial. El Equipo Argentino de Antropología Forense ha realizado un destacado trabajo en el lugar, y aun lo siguen haciendo, en especial con la investigación de los vuelos de la muerte.

Para llegar al ex Casino de Oficiales -explicó a Tiempo el guía Nicolás Sassone-, “había que pasar por un puesto en el cual solo podían ingresar aquellos militares que estaban autorizados e incluso tenían una contraseña. Los detenidos eran llevados al sótano y allí los interrogaban, los torturaban y a otros los asesinaban. Era el primer lugar por donde pasaban. Luego los llevaban al tercer piso donde permanecían con capuchas en sus cabezas y esposados todo el tiempo”. Y agregó: “Acá hubo al menos 36 partos de las detenidas y solo 12 de aquellos niños (hoy mujeres y hombres) recuperaron su identidad. El 81,4% de los desaparecidos tenían entre 16 y 35 años. En el Salón Dorado, se planeaban los operativos que iban a realizar: los secuestros, torturas y luego los subían a un avión y los tiraban al Río de La Plata y también al mar”.

En este lugar estuvo, como muchos, la dirigente de Montoneros, Norma Arrostito, quien fue secuestrada por un grupo de tareas el 2 de diciembre del ’76. Pero la complicidad de la prensa informó a la sociedad que había muerto en un enfrentamiento. Sin embargo la mujer estuvo detenida en el tercer piso, donde cabían unas 100 personas, hoy denominado “capucha”. Y en una especie de altillo donde estaba el tanque de agua funcionaba un lugar de similares características pero con una capacidad para 25 personas, “capuchita”.

También es el sector donde estuvieron las detenidas embarazadas, quienes dieron a luz en un lugar que deshumaniza a las personas. En un espacio del mismo piso, donde era el pañol, guardaban las cosas que robaban de las casas de los detenidos. Fue un recorrido histórico para decir #Nunca Más y dejar al descubierto el desgano que expresa el Estado para realizar los juicios por los delitos de lesa humanidad.