Todo pasó en la misma semana, más bien en un lapso de apenas 48 horas. El miércoles por la tarde, con un escenario montado de espaldas al Congreso, el secretario gremial de la CGT y secretario adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, estrenó su condición de aliado estrella del ala combativa de la CGT y, por extensión pero en menor medida, también de las dos CTA. Desde el palco y ante una multitud de miles de trabajadores sindicalizados y en blanco, junto a otros precarios y agrupados por la CTEP, Moyano hizo un discurso que sorprendió por la brevedad. A pesar de la síntesis apretada de sus palabras, el hijo mayor de Hugo exhortó a los legisladores que deben tratar la reforma laboral, previsional y fiscal a que repasaran los dichos del titular de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, obispo de extrema confianza del Papa Francisco. Eso sucedió el miércoles por la tarde. Pocas horas después, ya en la madrugada del jueves, una serie de allanamientos y detenciones simultáneas, ordenada por la Justicia de Lomas de Zamora, sacudió el sur del conurbano. La causa que investiga la existencia de una asociación ilícita entre dirigentes de Independiente y la barra del club de Avellaneda se convirtió en una de las noticias de los últimos días.
Los gobiernos nacional y bonaerense le dieron la más alta prioridad a los (primeros) resultados de esa investigación. Aprovecharon las novedades para retroalimentar su presunta cruzada contra las mafias. Pero la pretendia vocación «antimafia» de Cambiemos no siempre mostró el mismo vigor: en septiembre pasado, el Gobierno reghusó ser querellante en una causa que investigaba vínculos entre la barra de Boca y la conducción del club, que preside Daniel Angelici.
La causa judicial sobre una presunta asociación ilícita en Independiente llevaba nueve meses y tuvo su primer hecho impactante con la detención del líder de la barra de Independiente, Pablo Bebote Álvarez, el 27 de octubre. Fueron 35 operativos, realizados en tándem por los ministerios de Seguridad de Nación y provincia. Y concluyeron con la detención del vicepresidente de Independiente, Noray Nakis; 22 barrabravas; y un custodio vinculado a Camioneros, Roberto Petrov.
La redada del jueves a la trasnoche se coronó con una sucesión de artículos y columnas de opinión que, de un modo u otro, responsabilizan al presidente del club y secretario general de Camioneros Hugo Moyano, a pesar de que el jefe de los fiscales de la provincia, Julio Conte Grand, declaró que no hay ningún elemento que vincule al titular de Independiente.
La oportunidad en la que se produjo la ola de allanamientos coincide con otra situación que desvela a Moyano: el futuro de la empresa OCA. En el entorno del camionero aseguran que su principal preocupación no pasa por Nakis y la barrabrava, sino por la renovación de la licencia que debe prorrogar el Estado (aunque también puede no hacerlo), a través del ENACOM, para que OCA pueda seguir operando como correo privado. La licencia actual de la empresa vence el 7 de diciembre.
Alertado por el futuro laboral de los 7000 choferes que trabajan en esa empresa, Camioneros no descarta asumir el control formal de la empresa. La semana pasada, OCA logró zafar de la quiebra. La Sala 3 de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Lomas de Zamora aprobó la apertura de un concurso preventivo. El titular del Poder Ejecutivo conoce bastante de la actividad postal: Correo Argentino, principal empresa del sector, estuvo muchos años en manos de SOCMA.
Desde el entorno de los Moyano reconocen que la tensión es parte de la política, sobre todo cuando hay disputa por el poder. Evitan dramatizar. Pero tampoco creen que la sucesión de episodios en los que sobrevuela el nombre del líder de Camioneros y titular de Independiente obedezca al azar. Ni a la normal evolución de los tiempos judiciales. Allegados de Moyano subrayan que Hugo y Noray Nakis se habían distanciado hace tiempo lo que se reflejó en la inscripción de las listas que competirán en las elecciones del club, el 17 de diciembre-, y que la relación con Beboteestá fracturada desde antes de las amenazas al técnico Ariel Holan. De hecho, en el entorno de los Moyano hicieron circular una entrevista telefónica que el jefe barrabrava concedió a fines de octubre, antes de ser detenido, al programa radial Código de Barras, que conduce el periodista Pablo Carroza. Allí cuestionó duramente la gestión del sindicalista en el club, lo acusó de irregularidades en contrataciones y compras, recordó que él no puede ir a la cancha porque tiene derecho de admisión, y dijo que Moyano no autorizó la inscripción de una nueva agrupación partidaria de Independiente encabezada por él. «