Desde diciembre, Manuel Mosca preside la Cámara de Diputados de la provincia. Es la mano derecha de María Eugenia Vidal y llegó a ese lugar por el acuerdo de cargos rotativos que la gobernadora selló con el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, para poder gobernar en minoría. Tiene 34 años y, en el último año, se encargó de tejer acuerdos con la oposición y en especial con los distintos sectores del peronismo para que aprobaran el Presupuesto y el endeudamiento récord, entre otras leyes clave. Está casado con la exdiputada nacional y flamante titular de Acumar, Gladys González, a quien conoció militando en el PRO.
Entrevistado por Tiempo, describe el desafío de conducir en minoría y hace foco en la relación con el peronismo. «Los intendentes son la renovación», dice. También habla de la incorporación de peronistas al gabinete y diagnostica que «son buenas» también para el gobierno nacional. Confía en que el massismo mantenga su rol de «oposición constructiva» pese al turno electoral y gambetea las preguntas sobre las candidaturas y el tercer puesto que hoy Cambiemos tiene en las encuestas en provincia: «La gente no va a querer volver al pasado», sintetiza.
¿Podrán mantener la alianza con el massismo este año?
Estoy agradecido con la actitud que tuvieron el massismo y el GEN y, al final del año, un montón de sectores del peronismo, para con la gobernabilidad de la provincia. Y la verdad es que no me imagino que si fueron oposición constructiva en 2016 de repente se olviden de la gente y ahí es donde vamos a encontrar una dinámica de diálogo. Soy optimista y tengo mucha confianza en que vamos a poder sostener un clima similar al de 2016.
¿Los grandes interlocutores de este año fueron los intendentes?
Sí, para nosotros son muy conscientes de lo que la gente espera de la dirigencia política, de lo mucho que viene haciendo la gobernadora pero además tienen una vocación de renovar el peronismo y de ponerlo más en sintonía con lo que la gente espera de ese partido. Varios intendentes contribuyeron mucho a que podamos lograr el acuerdo en torno al Presupuesto.
¿Los dos grupos, Esmeralda y Fénix?
Tuvimos más capacidad de ponernos de acuerdo con intendentes como Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Eduardo Bucca (Bolívar), Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Pablo de Jesús (La Costa) pero hemos podido trabajar también con los que forman parte de las distintas expresiones del peronismo. Desde lo que me toca, mi gran diálogo fue con el grupo Esmeralda.
¿Y con La Cámpora cómo fue el diálogo?
Fuimos pasando por distintas etapas. Terminamos el año pudiendo dialogar de distintas iniciativas más allá de no poder lograr consenso para que nos acompañen en la mayoría.
En 2016, Vidal demostró que tiene juego propio y que contradice a Macri, por ejemplo en la relación con Massa…
Si hay algo que quedó claro a lo largo del año es que la gobernadora y el presidente son parte del mismo equipo y tienen una enorme relación de confianza. Todo lo que hizo la gobernadora no hubiese sido posible sin el enorme respaldo del presidente. Respecto de lo que significa el acuerdo con el FR en el orden nacional también se pudieron sancionar muchas leyes, incluido el Presupuesto; después hay fotos, momentos coyunturales donde la tensión lógica entre oficialismo y oposición se traslada a la Nación y no a la provincia y viceversa. Pero cuando uno ve la película entera, provincia y nación contaron con muchas leyes gracias al consenso que se generó por la actitud que tuvo el FR.
Vidal sumó peronistas a su Gabinete, otra diferencia con Macri…
No veo diferencias ahí y sí veo que hemos podido ir ampliando la base de sustentación de Cambiemos en consonancia con el gobierno nacional. Es limitar mucho la discusión hablar de peronistas o no peronistas, sí de dirigentes que compartan los valores nuestros en torno a la gestión y la forma de hacer política. Es ahí donde hemos podido incorporar a personas muy valiosas como el caso de Joaquín De la Torre, ministro de Gobierno, a la tarea diaria. Uno siente que esas incorporaciones son buenas no solo para el gobierno provincial sino también para el gobierno nacional porque, insisto, lo tomamos como una unidad de equipo.
Hay encuestas que dan tercero a Cambiemos en provincia. ¿Cómo lo evalúan?
No puedo imaginar cómo una encuesta puede darnos terceros cuando todavía no tenemos definidas candidaturas. Más que mirar encuestas lo que estamos haciendo es gestionar en la convicción de que si gestionamos como si no hubiese un turno electoral la gente va a ratificar la idea de cambio y no va a querer volver al pasado, a lo mismo de los últimos 25 años. Para saber cómo estamos tendríamos que definir las candidaturas y eso no va ocurrir hasta dentro de unos meses.
¿Elisa Carrió o Jorge Macri?
No lo sé, va a depender mucho de la decisión del frente político electoral pero sobre todo de lo que más le convenga a esta idea de cambio que estamos llevando adelante. Los dos son grandes candidatos.
¿Prefieren que Carrió no juegue en provincia, es la última opción?
No tengo idea de cuál es la decisión de Lilita respecto de dónde quiere ser candidata o si quiere ser candidata. Lo que tengo claro es el enorme valor que tiene Lilita para este frente político y, sea candidata donde sea, va a enriquecer el frente Cambiemos.
¿Cuál es la Legislatura que imagina poselecciones?
Una Legislatura con más presencia de Cambiemos. Estoy seguro que la gente va a entender que es importante acompañarnos para tener más legisladores y poder lograr mayores consensos alrededor de las leyes que necesita la gobernadora. «