Jorge Roitman, médico del hospital Posadas, había desaparecido en manos del grupo de tareas que funcionaba en el histórico centro de salud de la zona oeste del Conurbano. Fue torturado con saña por ser judío en el centro clandestino que funcionaba dentro del mismo hospital. Y allí fue enterrado para que no volviera a aparecer. Sin embargo, a principios de noviembre un grupo de obreros que trabajaba en el lugar lo hallaron allí. Y llamaron al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Y el doctor Roitman volvió a aparecer 41 años después.
En el marco de la causa en la cual se investigan los crímenes llevados a cabo por el personal del Primer Cuerpo del Ejército, el juez federal Daniel Rafecas identificó judicialmente los restos hallados en el predio del Hospital Profesor Alejandro Posadas, como perteneciente al médico Jorge Mario Roitman, a quien ya el juez había considerado víctima del centro clandestino de detención y tortura que funcionó en el Chalet ubicado dentro del predio del Hospital.
Los restos óseos fueron advertidos por operarios que estaban trabajando, mientras cavaban una zanja para realizar un desagüe, a unos 25 metros de donde funcionara en su momento el centro clandestino de detención. A raíz de tal hallazgo, se dio intervención al EAAF, que el pasado 8 de noviembre realizó la exhumación de los restos. La vinculación biológica con las muestras aportadas por Alejandra Roitman, hija de Jorge Mario y por Diana Mónica Roitman, hermana del desaparecido, determinó su identidad en un grado de probabilidad del 99,99 %.
El doctor Roitman y el grupo SWAT
Jorge Mario Roitman era médico del Hospital Posadas y antes había trabajado en el Hospital de Ramos Mejía. Según las víctimas que compartieron cautiverio con él, fue salvajemente torturado, intensificándose su tortura por su condición de judío.
El juez, en la resolución en la cual identificó judicialmente sus restos y fijó como fecha presuntiva de muerte (por homicidio) el 8 de diciembre de 1976. En la causa se había acreditado que el médico fue ilegalmente detenido el 2 de diciembre de 1976, mantenido en cautiverio en el Chalet del Hospital Posadas, y luego asesinado, por lo que el juez Rafecas, aún sin contar con el hallazgo del cuerpo, había ya dado por probado el homicidio agravado por alevosía.
Rafecas imputó el asesinato a Luis Muiña y a Argentino Ríos, ambos integrantes del grupo de civiles que se autodenominaban SWAT, que conformaba la patota que actuaba en el centro clandestino y deambulaba por el Hospital, infundiendo terror entre los empleados.
Muiña fue condenado por la privación ilegal de la libertad y los tormentos de Roitman y está a la espera del juicio oral por el homicidio; mientras que Ríos fue declarado incapaz de enfrentar el juicio por problemas de salud y actualmente, habiéndose rehabilitado, espera también ser sometido a juicio. Otro de los imputados por estos hechos fue Juan Máximo Copteleza, quien falleció antes de enfrentar el juicio oral.
También podés leer: El militar que marchó junto a las Madres
El juez, en la investigación, tuvo por probado que permanecieron en el Chalet cinco personas, entre ellas Roitman y Jacobo Chester, empleado del Hospital. El hallazgo de los restos motivó al juez a disponer la exploración del predio a fin de verificar la existencia de restos de otros posibles desaparecidos relacionados con el Hospital, lo cual haría en forma inminente con la intervención del EAAF.
A su vez, el magistrado continúa con la investigación de los hechos a fin de identificar nuevos imputados, como también para la reunión de prueba en la investigación de un segundo Chalet -ubicado en la cercanía al ya judicializado-, como centro clandestino.
Por los crímenes cometidos en el Hospital Posadas, en la misma causa, se dictó la elevación a juicio con respecto al ex presidente de facto Reynaldo Bignone (que ocupó militarmente el hospital en marzo de 1976), y al Brigadier de la Fuerza Aérea Hipólito Rafael Mariani, a cargo de la Primera Brigada Aérea de Palomar, ambos condenados por el Tribunal Oral Federal nro. 2, en diciembre de 2011.