El ministro de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Rosatti será el próximo presidente de la Corte Suprema de Justicia, acompañado por Carlos Rosenkrantz como vice, según resolvió el máximo tribunal hoy mediante un acuerdo que marcó una virtual ruptura reflejada en un desplante de Ricardo Lorenzetti.
El juez Juan Carlos Maqueda propuso a Rosatti como presidente y a Rosenkrantz como vice, y ambos escogidos prestaron su acuerdo, con lo que consiguieron la mayoría de tres votos para decidir la sucesión presidencial de la Corte.
En esas circunstancias, lo habitual es que –alcanzada la mayoría- los demás jueces sumen sus votos en el mismo sentido para dar una imagen monolítica, de solidez, en la cabeza del Poder Judicial.
Esta vez no ocurrió. Lorenzetti, quien venía trabajando desde hacía tres años (cuando fue desplazado de la presidencia) para recuperar el cargo, comunicó a sus pares que no podía participar de la reunión porque tenía otras actividades con las que cumplir.
Según quedó reflejado en la Acordada 18/21, a las 10.34 Lorenzetti “comunicó que se encuentra imposibilitado de asistir al presente acuerdo extraordinario convocado para el día de la fecha en virtud de estar participando de las reuniones de UNIDROIT y en las cuales actúa en calidad de miembro del Governing Council”.
El UNIDROIT es el Instituto Internacional para la Unificación del Derecho Privado (The International Institute for the Unification of Private Law, según su nombre original en inglés), que está celebrando su centésima reunión desde ayer y hasta mañana, 24 de setiembre, en Roma.
Lorenzetti es consejero de gobierno y no está en Roma sino que interviene de manera virtual, la misma metodología utilizada para el acuerdo de la Corte Suprema de hoy.
Como si se movieran en tándem, ante el aviso de Lorenzetti sobre su “imposibilidad” de participar en el acuerdo de hoy, la vicepresidenta, Elena Highton de Nolasco, propuso postergación del acuerdo y, con ello, la designación del nuevo presidente.
Media hora más tarde, Rosenkrantz indicó que la ausencia de uno de los jueces no impedía la continuidad del Acuerdo, por lo que resolvió –con la aprobación de Rosatti y Rosenkrantz- seguir adelante.
Entonces Highton, históricamente aliada de Lorenzetti, decidió autoexcluirse del acuerdo: “La Sra. Ministra Elena I. Highton de Nolasco no participó del acuerdo extraordinario celebrado por medio virtual».
Dicho de otro modo, Highton estuvo presente en el Zoom para proponer la postergación, pero salió de él y no votó.
La decisión de hoy tiene, además, un detalle adicional. Cuando se enumeran a los jueces de la Corte, en la papelería, en los protocolos o en los actos oficiales, la jerarquía indica que primero y segundo aparecen el presidente y el vice, y desde el tercero hay un orden de prelación desde el más antiguo al menos antiguo.
De esa manera, el tercero será Juan Carlos Maqueda (juró el 31 de diciembre de 2002), luego aparecerá Highton de Nolasco (lo hizo el 29 de junio de 2004) y el último será Lorenzetti, quien asumió el cargo el 23 de diciembre de 2004.
Esos detalles menores para el común de la gente son simbolismos fuertes en el microclima de las vanidades del Poder Judicial.
Lorenzetti intentaba regresar a la presidencia que ejerció durante casi 12 años y de la que fue desplazado en 2018, cuando Rosatti, Highton de Nolasco (quien acababa de conseguir su continuidad en el cargo más allá de los 75 años de edad gracias a una maniobra que hoy está denunciada judicialmente) y el propio Rosenkrantz (denunciado en la misma situación que Highton) resolviera que fuera justamente Rosenkrantz el nuevo presidente.
Negro
23 September 2021 - 16:00
No tienen quorum popular , deben irse ya !