Siempre nos quedará su legado: el de la lucha, el de no dar el brazo a torcer, el de no resignarse a estar de rodillas y el de siempre extender la mano al compañero. Hebe se fue hoy, en el día de la Soberanía y el dolor es inmenso, tan grande como su compromiso y como el legado que nos deja los argentinos y las argentinas, y a todas las personas del mundo, porque Hebe era argentina, bonaerense, ensenadense, pero también símbolo mundial de la lucha por los derechos humanos.
Hebe Pastor de Bonafini fue junto a Azucena Villaflor una de las mujeres que comprendieron que para enfrentar a la dictadura en el reclamo por sus hijos e hijas debían organizarse. Quizá por provenir ambas de hogares de clase trabajadora coincidieron de inmediato en una lucha de búsqueda y reivindicación de sus hijos e hijas que no cesó hasta el día de hoy. Ellas gestaron a las Madres de Plaza de Mayo. Un orgullo de la Argentina.
El legado de Hebe es gigante, como ella. Durante la dictadura demostró que no había que quedarse de brazos cruzados y con su impronta avasallante y siempre hacia adelante, no solo caminó por juzgados, comisarías, oficinas estatales e iglesias, sino que llevó el reclamo de Aparición con Vida a las calles y a las mismas narices de los dictadores. La marcha a Luján, los pañales convertidos en el símbolo eterno de los pañuelos blancos; el cartel flotante con globos en la Catedral de La Plata; la permanencia en la catedral de Quilmes. Y las rondas. La orden de circular reconvertida en una potente manifestación política que Hebe solo suspendió momentáneamente durante el aislamiento por la pandemia. Hebe fue una pieza clave para el final de la dictadura.
En los años ochenta todo ese reclamo confluyó en la creación de la Asociación Madres de Plaza de Mayo de la que Hebe fue y continuó siendo hasta hoy, su presidenta. Y el reclamo se convirtió en lucha por justicia, por apariciòn con vida de los desaparecidos y desaparecidas, y por la socialización de la maternidad: el hecho polìtico que plasmó el reclamo individual en una postura política inclaudicable: las Madres fueron las madres de todos las y los desaparecidos
En los ‘90, cuando reinaba la impunidad y las políticas neoliberales se esparcieron en Latinoamérica, Hebe levantó las banderas de la lucha. Fue la guía de la lucha contra ese modelo excluyente y letal para los humildes y los trabajadores. Nos marcó el camino de la resistencia.
Hebe y las Madres de Plaza de Mayo, son un faro en la lucha por los Derechos Humanos, pero también por la dignidad de las y los trabajadores, de los humildes, de los que no tienen nada. A nuestra generación, la de los hijos e hijas de los militantes arrasados por la dictadura cívico militar, ella nos iluminó el camino. Nos marcó el sendero de la lucha por un mundo mejor para todos y todas, de la construcción de una Patria donde todos y todas podamos vivir con dignidad, sin temer enfrentarnos a los poderes reales. Ella dejó la piel en esa batalla hasta el último día. Porque con el ejemplo se enseña. Y así nos enseñó Hebe.
En los últimos años Hebe nos regaló su cercanía. Nos veíamos seguido y pudimos acompañarla y homenajearla como se lo merecía. En vida, porque los reconocimientos deben ser así, cara a cara. Cuando se cumplieron 44 años del nacimiento de las Madres de Plaza de Mayo, en 2021, con ella inauguramos un monumento en plaza San Martín de La Plata, frente a la Casa de Gobierno de la Provincia, en el lugar donde las Madres marchaban alrededor del monumento durante la dictadura.
Al año siguiente, a los 45 años, marchamos juntos alrededor del monumento a San Martín, en esa misma plaza.
En esos homenajes, Hebe nos dijo que el monumento con la forma del pañuelo representaba la lucha, el amor, el abrazo de sus hijos e hijas, porque ellos y ellas habían dado su vida por nosotros y teníamos que aprender de ellos. Ese sentimiento es también el que hoy sentimos por Hebe, el agradecimiento por ese abrazo y ese amor que significó su lucha.
También con Hebe escribimos un libro sobre las Madres de Plaza de Mayo de La Plata. Queríamos presentarlo juntos con ella el próximo 30 de abril, en el próximo aniversario de las Madres. En el prólogo Hebe explica que le gustaría que el libro “sirva como una reivindicación de las Madres que lucharon en La Plata”. Con ese criterio lo hicimos, para que se las recuerde.
Hebe nos dejó hoy. Tenía 93 años y su corazón ya no pudo seguir. Pero cuando se va una persona de la magnitud de Hebe, su partida es una contingencia, porque ella siempre va a estar con nosotros. Y el agradecimiento será eterno: nuestro y de las generaciones venideras.