El acto se realizó para homenajear al joven que resultó víctima de un terrible hecho de violencia institucional. Se hizo la semana pasada en la localidad de Merlo -en el barrio donde vivía Lucas- al cumplirse seis años de su asesinato ocurrido en 2017 en manos del sargento de la policía bonaerense Mariano Ballarino, quien fue condenado a 12 años de prisión por el delito de homicidio con dolo eventual en octubre de 2018.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación organizó la actividad junto a la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y la Municipalidad de Merlo. Entre todos fortalecieron la memoria del joven y lo recordaron para que estos tipos de casos no sigan ocurriendo.
“El encuentro contó con la participación de familiares, amigos y amigas de Lucas”, contó Horacio Pietragalla Corti, titular de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, en diálogo con Tiempo. Siguió expresando que lo hicieron “unidos en el recuerdo y homenaje al joven que quería ser músico y había decidido mudarse a la casa de su mamá en Merlo para terminar sus estudios secundarios”.
Además el funcionario también expresó que para todos ellos “es muy importante haber participado y acompañando a la familia de Lucas”. Continuó contando y subrayando que cuando “llevamos adelante esta política de señalización no solo visibilizamos los casos de violencia institucional, sino que también estamos trabajando en la formación de las fuerzas de seguridad desde una perspectiva federal, dictamos capacitaciones a lo largo y ancho del país”.
«El uso desmedido de las fuerzas de seguridad todavía sucede en la sociedad y para nosotros eso es lamentable”, remarcó Horacio. También apuntó que por todo siempre “tenemos que estar alertas cuando pasan estos hechos de esta naturaleza y acompañar a las familias, como nos enseñaron nuestras amadas Madres, Abuelas de Plaza de Mayo y todas las madres y familiares de víctimas de violencia institucional».
Durante el acto de homenaje, la familia del joven y los funcionarios presentes “descubrimos el cartel que instalamos en su barrio para dar testimonio de lo que sucedió y de este modo generar conciencia sobre las consecuencias de la violencia institucional y el gatillo fácil”, ahondó Horacio. El acto finalizó “con un emotivo show musical –porque Lucas soñaba con ser músico- en el cual participaron los familiares, allegados del joven y vecinos del municipio de Merlo”.
El gatillo alegre de Rodolfo Walsh
Este terrible hecho de violencia institucional ocurrió durante la madrugada del 23 de febrero de 2017. Sucedió cuando Lucas Décima -de 17 años- con sus amigos en la esquina de Bulnes y Costa, donde solían juntarse siempre. En ese momento, apareció un móvil de la Policía Bonaerense que acudió a la zona por un llamado al Sistema de Emergencias 911 que fue efectuado por una vecina.
Durante esta escena Lucas, al ver a los policías acercarse, acató la voz de alto y se detuvo, quedando frente al patrullero. En ese momento el sargento Mariano Ballarino, sin ningún motivo y sin bajarse de la camioneta, le disparó, la bala le impactó en la ingle y lo mató. El padre de la víctima, Ismael Décima, es profesor de Historia y militante del Movimiento Evita.
Cuando el uniformado declaró, en su defensa, dijo que se le había escapado un tiro porque tropezó. Sin embargo, la agente Nélida Clara Valor dejó muy claro -en su declaración- que el imputado disparó en forma ilegal contra el joven.
A lo largo del debate también se pudo comprobar que el uniformado actuó de manera homicida, quedó en evidencia que estaba preparado para disparar. Lo hizo cuando no existía ningún tipo de riesgo para nadie. Lucas fue asesinado en forma tan injusta que conmovió a todos los vecinos de Merlo. Finalmente el imputado fue condenado a la pena de 12 años de prisión por homicidio simple con dolo eventual en octubre de 2018. El juicio se realizó en el Tribunal Oral Criminal (TOC) N° 6 de Morón.