La senadora del FdT por Río Negro, Silvina García Larraburu, habló por primera vez tras su apoyo a la IVE. Explicó su “voto deconstruido”, que pasó de ser en contra del proyecto en 2018, a ser clave para la sanción en 2020.
–¿Cómo vive el día después de la aprobación histórica de la IVE?
–Hicimos historia dentro y fuera del recinto. Comprendimos que no estábamos atacando las creencias de nadie, sino legislando sobre un tema de salud pública, igualdad de género y justicia social. Reconocimos la autonomía y la capacidad de decisión que tienen las mujeres y cuerpos gestantes de elegir su propio proyecto de vida. A esos cientos de miles de mujeres que lucharon por sus derechos, les dijimos que el Estado va estar presente, acompañándolas.
–En su exposición habló de un “voto deconstruido”, ¿cómo fue el proceso?
–Fue largo. La sociedad en su conjunto se está deconstruyendo y cuestionando esos mandatos con los que crecimos, aquello que considerábamos natural, legítimo. Sin desconocer la lucha histórica del feminismo, creo que a partir de 2015, con el Ni una Menos, comenzamos a despertar. Cada una con sus tiempos y su historia. Después de 2018, seguimos intercambiando ideas, porque el problema de los abortos en la clandestinidad continuaba. Fueron muchas las mujeres que, como Marina, compartieron su testimonio conmigo. En todos escuché mucho sufrimiento y un profundo desamparo. Las mujeres que no quieren continuar con un embarazo no deseado atraviesan esa situación en soledad, con miedo. Dependía de nosotras que eso cambiara. Este año, con la pandemia, comenzaron a tambalear muchas estructuras y el patriarcado es una de ellas. Las lógicas femeninas, circulares, de construcción, de tejer redes, aparecen como una alternativa real a un orden injusto. En este proceso, nos necesitamos libres, iguales y autónomas, para poder ser el sujeto que encarne la transformación.
–Sufrió el hostigamiento de sectores celestes que pusieron cruces en su casa.
–Es un momento difícil. Hay algunos sectores minoritarios que acuden a prácticas violentas e intimidatorias, con la sola pretensión de continuar disciplinando al que piensa distinto, y máxime si se trata de una mujer. Pero, como todo, sé que esto también pasará y que mi voto fue para sus hijas, sus nietas. De cara al futuro.
–¿Cuál fue el rol de la “marea verde”?
–La calle es el terreno en el que se disputa sentido. Los peronistas lo sabemos bien, nuestro movimiento nació en la Plaza. Y en esta jornada, nuevamente, las protagonistas estuvieron allá afuera.