El ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, salió a criticara los estudiantes organizados contra la reforma educativa al sostener que las tomas de las escuelas son «una ilegalidad» y aseguró que «hay otro montón de formas de protestar y de generar caminos de diálogo». La ministra de Educación, Soledad Acuña recibió a los estudiantes, lo que constituyó la primera instancia de diálogo, recién luego de un mes desde que se habían iniciado las tomas.
En referencia al reciente fallo de Elena Liberatori donde se fijaba que tomar un colegio no era un delito, Garavano expresó que «la jueza tiene varios pronunciamientos en ese sentido que yo no comparto y que me parecen errados».
De hecho, los estudiantes recién fueron recibidos luego de que cortaran la calle frente al Ministerio de Educación de la ciudad. Desde el 28 de agosto, estudiantes de escuelas de nivel medio mantienen tomados diferentes establecimientos en rechazo al proyecto de reforma educativa «Secundaria del Futuro».
Como adelantó Tiempo el 27 de agosto, la reforma que promueve el área conducida por Acuña pretende que desde 2018 los estudiantes de quinto año dediquen el 70% de su tiempo escolar a trabajar para empresas y desarrollar proyectos de «emprendedurismo».
En los hechos, el proyecto elimina la evaluación por asignatura para transformarlo en un paquete de créditos por áreas en las que los alumnos deben acumular 210 puntos para aprobar. Las tradicionales 15 asignaturas escolares se licuarían en cuatro áreas: Ciencias Sociales; Ciencias Exactas y Experimentales; Comunicación y Expresión; y Orientaciones . Su intención era que 17 escuelas comenzaran a implementarlo el año próximo para luego ir sumando de a 41 nuevas instituciones por ciclo lectivo.
Garavano, consultado en una entrevista en radio La Red acerca de si las tomas constituyen o no un delito, indicó que «depende la modalidad…habrá que ver cada hecho particular. Cuando fui Fiscal General de la Ciudad de Buenos Aires, varios fiscales actuaron frente a las tomas en las que no se dejaban ingresar a los docentes e incluso los directivos del colegios».
«Es una ilegalidad y yo la repudio, creo que hay otro montón de formas de protesta, de generar caminos de diálogo, las tomas no son el camino», sostuvo el funcionario y expresó que, además, se trata de «un porcentaje mínimo el de alumnos comprometidos con las tomas que perjudican a decenas de miles de compañeros que deberían estar estudiando».