«Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por tener sexo libremente», dijo Gustavo Cordera ante estudiantes de la escuela TEA Arte, y disparó una ola de críticas tan enorme como su barbaridad. Repudio del Senado de la Nación, investigación de oficio del Inadi y suspensiones de shows en Mendoza y Rosario formaron parte del abanico de rechazos que cosecharon las manifestaciones del ex cantante de Bersuit Vergarabat. Cordera dijo sentirse un pelotudo por haber dicho que lo que dijo, y pidió disculpas en radio. Pero el daño estaba hecho, y la multitud de reproches se lo hizo saber.