A 10 días del recambio parlamentario, la interna por la conducción del bloque puso a la UCR en jaque en la Cámara de Diputados. Fue un martes de máxima tensión en el Congreso. Dos sectores bien diferenciados – que surgieron después de las elecciones legislativas del 14 de noviembre- se disputaron la presidencia del bloque a través de comunicados. La disputa por quién comandará el bloque resulta una antesala de la puja por el Comité Nacional que se define en la Convención que se realizará el próximo mes.
Por un lado, están los legisladores que apoyan la continuidad de Mario Negri al frente del bloque radical en la Cámara Baja. Y por el otro, los diputados que responden al senador Martín Lousteau, que piden que quede en manos de Emiliano Yacobitti. Desde el 10 de diciembre, la bancada radical tendrá 45 integrantes por lo que se precisan 23 o más adhesiones para conducirla, número que en principio tendría Negri.
Por la mañana, el primero en manifestar el malestar públicamente fue el propio Negri. Señaló en su cuenta de twitter que «hay que dejar de lado las tensiones, que jamás alimenté ni alimentaré. Enfrente está el kirchnerismo. No hay que distraerse. La sociedad quiere al radicalismo unido y fuerte». «El Congreso que viene implica un gran desafío para la oposición. Hará falta la experiencia y también el empuje de muchos dirigentes que se sumaron a la política. Todos somos importantes», continuó.
En el entorno del cordobés, aseguran que cuenta con el apoyo de dirigentes que ganaron las elecciones en sus provincias como los gobernadores Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo Morales (Jujuy). Dentro de la Cámara, adhieren unos 26 diputados, entre ellos Roxana Reyes, Mario Barletta, Marcela Coli, Gustavo Bohuid, Manuel Aguirre, Pedro Galimberti, Fernando Carbajal, Juan Carlos Polini, Martín Arjol, Fabio Quetglas, Soledad Carrizo, y la estrella ascendente de Facundo Manes.
Sin embargo, hay unos 15 legisladores que apuestan por la renovación en bajo el argumento de que “ideas nuevas refrescan y fortalecen las propuestas frescas”. El comunicado firmado por Yacobitti, Rodrigo de Loredo, Carla Carrizo, Martín Tetaz, Alejandro Cacace, Jimena Latorre, Pamela Verasay y Dolores Martínez, entre otros, sostuvo: “A partir de interpretar a una sociedad que pide modificaciones en la dirigencia política, la conducción de nuestros bloques y las vocerías de los que la representan deben ser el reflejo de lo validado en las elecciones”. “Es necesario cambiar para ganar”, finaliza el escrito.
Días atrás Tetaz opinó que este cargo debería ser para Rodrigo De Loredo, quien “arrasó” en los comicios de Córdoba -donde Negri perdió la interna- o Facundo Manes, la “revelación” en la Provincia.
La rosca continúa. Habrá otra instancia el próximo lunes en una reunión de bloque presencial donde se terminarán de definir las autoridades y tratar de lograr un equilibrio en la repartija de lugares.
Desde el entorno de Negri, agitan el fantasma de que el otro sector está dispuesto a romper el bloque, aunque por abajo sigue la negociación. También una postura rupturista podría costarle a Lousteau una derrota contra Morales en el Comité.
Por ahora, estaría descartada una oferta de alternar la presidencia del bloque, ya que no existe un empate entre quienes eligen a uno u a otro. Además, en dos años son las elecciones presidenciales y el recambio legislativo donde tanto Negri como Yacobitti finalizan mandato. En tanto, el actual presidente del radicalismo nacional, Alfredo Cornejo, mira desde afuera la interna. Según dijeron a Tiempo el entorno del mendocino- que finaliza su mandato en la Cámara Baja para pasar al Senado-, “apuesta por la unidad en el espacio político” y porque no se rompa el bloque.