“No sabe educar ni le interesa educar. Es una inútil”, sostuvo la legisladora Laura Marrone (Izquierda Socialista-FIT), en referencia a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y ya agotados los términos para calificar la decisión del gobierno porteño de cerrar 14 escuelas nocturnas y reducir la matrícula en otras nueve, y la de los legisladores oficialistas de no dar quórum para una sesión especial, al cabo fallida, en la todos los bloques de la oposición pretendían este jueves revertir la polémica Resolución 4055.

Ante una movilización de varios miles de docentes, directivos de las escuelas afectadas y alumnos de los establecimientos nocturnos que la gestión de Horacio Rodríguez Larreta quiere clausurar, la sesión se cayó y no fue posible debatir en el recinto el proyecto que buscaba anular la resolución, publicada en el Boletín Oficial el 14 de diciembre pasado.

Afuera de una Legislatura otra vez vallada, los dirigentes de los gremios UTE y Ademys, que propiciaron el paro con movilización en protesta por la enésima y acaso más controvertida medida de ajuste a la educación pública en la Ciudad, anunciaron que la lucha por esta y otras demandas continuará y pusieron en duda, en estas condiciones, el inicio del ciclo lectivo 2019.

“A ver si nos entendés, canalla, no son sólo escuelas de adultos, ahí también van pibes de 15 o 16 años que sobreviven cartonenando”, dijo, dirigiéndose a Larreta, el secretario general de UTE, Eduardo López, en un fuerte pasaje de su alocución desde un escenario montado sobre Diagonal Sur, y al que subieron varios legisladores opositores tras la fallida sesión.

Miyiam Bregman (PTS-FIT) calificó a la decisión de Soledad Acuña como «la resolución de la vergüenza, que ataca a los que la pelean todos los días». Mariano Recalde (Unidad Ciudadana) la llamó «nefasta, símbolo del despojo en la educación pública que lleva a delante el macrismo». Y Fernando Vilardo (AyL) llamó la atención sobre el accionar de una Legislatura «en la que se viene votando la entrega del espació público a los desarrolladores inmobiliarios o se vota una ley de profesionales de la salud de espaldas a los trabajadores, dejando afuera a los enfermeros», pero no sesiona cuando se trata de defender los derechos de los más vulnerables.

Entre pedidos de renuncia a la ministra Acuña, la movilización partió luego hacia el Ministerio de Educación porteño, en Paseo Colón al 200, para seguir demandando respuestas del gobierno y protestar contra la resolución que establece el cierre progresivo del turno noche de esas escuelas comerciales, la anulación de la inscripción para los primeros años del ciclo lectivo 2019, así como la reducción de la cantidad de matrículas en otros nueve liceos y bachilleratos nocturnos.