La ficha limpia que se debate por estas horas en el Congreso está concebida como una herramienta más del «lawfare». La capitulación de una parte de nuestra dirigencia política ha provocado la irrupción de este proceso en el cual sus emergentes, como Milei, Bullrich, Caputo, Sturtzeneger y un gran racimo de personas carentes de escrúpulos y sobrados de ambiciones desmedidas, cocinan estofados a medida de las clases dominantes, que tienen como resultados ricos más ricos y pobres en más cuantía, más pobres.
Circo sin pan
El incesante ametrallar con maniobras distractivas a diario construye las pantallas perfectas con las cuáles se tapan las medidas con las que el poder real gobierna. Imitar las medidas de los gobernantes más oscuros, en las épocas institucionales más nefastas para nuestro pueblo, no es tan complejo y es nada original, por cierto: descolgar imágenes de Evita, quitar la pensión que indica la ley a la expresidenta, bailar como un «bufón- bebé- reno» en cumbres de millonarios de derechas extremas son solo algunos ejemplos, de esta semana. Lo real, lo que pasa en el mientras tanto, es que a jubiladas y jubilados no les alcanza el total de la mínima para llegar al día 10. El laburante se quedó sin laburo y el que aún lo conserva no puede llenar la olla, porque tiene que pagar la luz, el gas, el agua, el boleto de transporte, y apenas subsiste, en un mar de desocupación y malnutrición de niñeces que se extiende como una mancha de aceite.
No habrá forma de frenar esa expansión con este modelo económico que promueve el caos, gobierna de manera autoritaria, y es acompañado por una caterva de jueces y legisladores adictos, y periodistas festejantes de las crueldades, que se han personificado en los lugares de decisión política.
La «ficha limpia» debería ser para todas y todos. Los Macri, las Bullrichs, los Caputos, los Sturtzenegger y Mileis (¿cuántas cusas pisadas tienen cada uno?). Y agregar, ya que estamos, los exámenes preventivos de usos indebidos de narcóticos y alcohol, y sobre todo los exámenes de aptitud psico física, desde la Primer Magistratura para abajo.
Restringir la democracia, favorecer a los de siempre
Este modelo es restringir los mecanismos de las democracias, gobernar a decretazos y condimentar a palos y gases a quienes se animen a «levantar la mirada al patrón», que todo lo compra o vende: el altar del capital financiero y agrario concentrado y extranjerizado es libreto único y repetido de las clases dominantes en Latinoamérica.
Ese es el «lawfare»: causas judiciales y sentencias armadas a delivery. Comodoro PRO al mango. Eliminación de las expresiones y los líderes opositores. Escarmientos para quienes se atrevieron a desafiar en algún momento reciente al Poder real. Muestren a Cristina presa. Que se mande a callar a «la Chorra». Que se meta más palos y más gases a quienes encabezan las protestas.
Ni Ella ni nadie afloja.
En plano contrapuesto, Ella no afloja. Y una enorme cantidad de militancia ya «la vimos». Volver a nuestras historias y a nuestras mejores tradiciones. No retroceder. «Ni un paso atrás» como nos legara Néstor. La resistencia y la enorme capacidad colectiva de los movimientos populares está generando la respuesta a la medida justa de tan tremenda agresión de la élite. No sobra nadie. Todas y todos, sin mezquindades ni exclusiones somos más que necesarios. Y hay «lideresa».