El presidente Alberto Fernández renovó este viernes su convocatoria al «diálogo», al que definió como el «único camino» posible para «construir un contrato social» que le permita al país dejar atrás «la normalidad» que se vivía antes de la pandemia, que sólo «hace avergonzarnos» porque estaba signada por «la desigualdad, el desequilibrio social, la especulación, la injusticia y el desamparo de millones que quedaban sumergidos en la pobreza».
Desde Casa Rosada, el Presidente participó de manera virtual del encuentro «Recomenzar la Argentina y la Patria Grande; Diálogo social para la igualdad», organizado por la Pastoral Social, en el que insistió con que, una vez superada la pandemia por coronavirus, el país tiene «una gran oportunidad» para «crear otra normalidad, una que nos incluya a todos».
«Tenemos que ser capaces de construir ese contrato social de cómo queremos que sea el país que viene, entendiendo que en la Argentina nadie sobra», sostuvo Fernández, para luego completar que «cada uno de los habitantes debe tener una misión asignada para poder desarrollarse en nuestra Patria».
En ese sentido, enfatizó que «el dialogo es el camino» y agregó: «Lo he creído siempre y sigo insistiendo en eso, y no me van a torcer en esa idea. Aspiro a que todos tengan este mismo sentimiento sobre la oportunidad que tenemos y que no debemos perder».
Tras evocar algunas definiciones del Papa Francisco, el mandatario profundizó sobre la «oportunidad de que, todos juntos, todos hermanados» podamos «enfrentarnos a un cambio que no nos devuelva a la normalidad que tuvimos, porque la normalidad que tuvimos sólo hace avergonzarnos».
Participaron del encuentro el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea; el obispo de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), monseñor Jorge Lugones; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz y el senador nacional por Juntos por el Cambio (JxC), Martín Lousteau.