Unos 200 familiares de caídos en la guerra de Malvinas llegaron al cementerio de Darwin para rendir un homenaje a los soldados y tomar contacto por primera vez con 90 tumbas cuyos cuerpos fueron identificados el año pasado por el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Con una temperatura de 5 grados y un cielo totalmente despejado, los primeros familiares en pisar suelo malvinense ingresaron al cementerio con llantos desconsolados y abrazados, y enseguida se dirigieron a la tumba identificada de su ser querido.
A bordo de tres aviones, además de los familiares llegaron a la base militar de Mount Pleasant el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, autoridades de la embajada británica, miembros de la Corporación América que financia el viaje y una reducida comitiva de prensa.
A pocos días de cumplirse el 36 aniversario del inicio de la guerra, en el cementerio se realizará una ceremonia inédita, en la que se rezará por los muertos argentinos y británicos, que incluirá una celebración religiosa y una guardia que realizará honores militares con gaiteros que tocarán distintas melodías.
Los familiares -madres y padres, hijos, hermanos y sobrinos- son acompañados en todo momento por médicos y psicólogos, debido al alto contenido emocional del viaje y porque gran parte de ellos son adultos mayores.