«Creemos que algunos aspectos del contrato electoral implícito y explícito en 2019 quedan pendientes y nuestra postura es pugnar para que esas agenda se cumpla», dice Ezequiel Arauz. Está al frente de la subsecretaría de Economía Popular de la Municipalidad de Quilmes y es referente de la agrupación «Tres Banderas», el espacio que integra el Frente Patria Grande y se referencia en el dirigente Juan Grabois. Integra el gabinete de la intendenta Mayra Mendoza y en diálogo con Tiempo, reivindica al papa Jorge Mario Bergoglio. Dice que la «postura claramente antineoliberal» de «Francisco» es un aglutinante que ahora tiene una identidad propia dentro del Frente de Todos.
-¿Que es Tres Banderas?
-Somos una agrupación política peronista dentro del frente que referencia Grabois. Nos aglutinan las ideas y la voz del Papá Francisco, su postura claramente antineoliberal, sus críticas profundas al estado de cosas a nivel global y la definida identificación de determinados actores sociales y su rol. Creemos que Juan, la construcción junto a los Movimientos Populares, expresan esas ideas de Francisco en la práctica. La agenda de las tres banderas de Tierra Techo y Trabajo como piso mínimo de dignidad a conseguir y como reactualización de las tres banderas históricas del peronismo.
–¿Cuál es el desarrollo del espacio?
-Si bien hay agrupamientos en algunas provincias como Chaco, Salta y San Luis, entre otras, y también construimos en Capital Federal, Tres Banderas tiene su mayor desarrollo en la provincia de Buenos Aires, más que nada en el conurbano, tercera y primera electoral. Allí tiene más fuerza nuestra militancia. Nuestra referente es Gabriela Carpineti, Directora Nacional de Acceso a la Justicia.
-¿Cómo es la relación real con el peronismo?
-La militancia activa de Tres Banderas está compuesta por afiliados relativamente jóvenes y tenemos militancia en PJ locales, con diferentes matices, inserción y trayectorias. Actualmente vemos con buenos ojos la llegada de Máximo Kirchner al partido a nivel provincial. Sobre todo porque viene a expresar un recambio necesario, sin tirar a nadie por la ventana, pero incorporando debates nuevos. Por dar un ejemplo: toda la cuestión de la economía popular y el medioambiente nos parecen agendas que el peronismo y el PJ deben incorporar con mayor espacio. Dar cuenta de ellas. Y que eso potenciaría la herramienta.
– ¿Están negociando candidaturas dentro del Frente de Todos para estas elecciones? ¿Qué expectativas tienen?
-Sí, estamos con expectativas de ampliar nuestra representación, pero sobre todo con la idea de profundizar la agenda de intervención política del Frente de Todos.
–Es subsecretario de Economía Popular en Quilmes en la gestión de Mayra Mendoza, ¿qué iniciativas pudieron articular desde ahí?
– Es un espacio de gestión nuevo, que no existía como tal antes del 2019, cuando Mayra recuperó Quilmes y lo encontró realmente devastado. A poco de andar además la pandemia lo determinó y cambió todo. Arrancamos con una propuesta relacionada con la comercialización de alimentos de producción popular y cooperativa, en articulación con movimientos de productores familiares de fruta y verdura o redes cooperativas como MECOPO. Son nodos municipales donde uno retira el pedido luego de haberlo encargado vía on líne en el sitio del municipio. Es una experiencia que busca acortar distancias entre productores y consumidores. Lo mismo con ferias en articulación con Nación y Provincia. El eje de los alimentos es una tarea central del Estado, por dos cuestiones: tratar de abaratar precios y a la vez fomentar formas más justas de producción y consumo. La mirada medioambiental, la casa común de la que habla Francisco está en el centro de algunas políticas que empujamos desde que nos hicimos cargo de la subsecretaría.
– ¿Por ejemplo?
-Trabajamos junto al área de Ambiente en un proyecto de reciclado con inclusión porque por nuestra pertenencia política interactuamos con experiencias organizativas de ese sector, los cartoneros y está funcionando muy bien una primera experiencia en la zona centro de Quilmes. Hacemos separación en origen. Buscamos la inclusión de los trabajadores de la economía popular y a la vez, un cambio de paradigma respecto de nuestra relación con la basura, el reciclado y la economía circular. La verdad que Mayra acompaña y empuja con mucha fuerza esas políticas también. Comparte esa mirada
-¿Qué postura van a plantear de cara a las elecciones legislativas?
-El Frente de Todos concebido para derrotar al macrismo fue efectivo en eso. Luego administró la pandemia con criterios que compartimos, priorizando la salud en un contexto complejo. El programa de vacunación fue muy bueno, sobre todo en provincia. Ahora bien, creemos que algunos aspectos del contrato electoral implícito y explícito en 2019 quedan pendientes y nuestra postura es pugnar para que esas agenda se cumpla. Lanzamos una campaña que expresa en la frase Argentina de Ellos o de Todos y la necesidad de avanzar, de tocar intereses y repartir la riqueza de manera más justa. De momento, proponemos un salario básico que universalice la cobertura social en nuestro país y planifique el empleo. Queremos debatir ese tipo de políticas y otras que apunten a una mayor distribución de la riqueza.
–A casi dos años del gobierno de Fernández en Nación y Kicillof en Provincia ¿cuáles son para usted las asignaturas pendientes de las tres administraciones?
-En lo nacional lo más básico tiene que ver con actuar con mayor énfasis sobre la cuestión de los precios especialmente los alimentos. Acercarnos a la posibilidad de alinear salarios y precios como manifestó Cristina Kirchner. En ese sentido, el salario básico universal para la economía popular, del cuidado para los jóvenes, mujeres y trabajadores y trabajadoras de la agricultura es una propuesta realizable solo con 2 puntos del producto bruto. Luego, la reforma judicial verdadera para que haya acceso comprobable a la justicia y ese poder deje de ser la casta elitista que es hoy, una herramienta de condicionamiento político de los gobiernos, especialmente los gobiernos populares. Es una promesa pendiente. En ambos niveles necesitamos reformas tributarias en dirección de la progresividad. A nivel provincial sobre todo creemos que es clave plantearse la cuestión del acceso a la tierra y el hábitat, aunque no desconocemos las dificultades, es un tema que venimos planteando. Se trata de un debate que no termina de desarrollarse pero que es central para nuestro país. Francisco lo plantea con claridad y está incorporado a la doctrina social de la iglesia. Las propuestas que los sindicatos, los movimientos sociales y el propio Grabois que se sintetizan en el Plan de Desarrollo Humano Integral nos parecen muy atendibles. Desde la planificación y la racionalidad. Las compartimos. En todo caso, quienes rehúyen a estos debates, son quienes se benefician a lo largo de la historia con esa concentración.
–¿Cómo cree usted que se puede abordar ese debate en un escenario electoral donde la oposición busca politizar la problemática de la toma de tierras?
-Las tomas de tierras son consecuencia de la concentración. Nadie las ve en sí mismas como solución de nada más que una necesidad inminente, pero que se torna un problema para quienes deciden tomar tierras y para el resto de la comunidad. Creemos que como Estado hay que planificar e impulsar soluciones integrales, que aseguren derechos básicos. Es claro que en la disputa electoral algunos temas se tuercen o se transforman en caricaturas, pero durante el gobierno pasado, incluso el bloque de oficialista Cambiemos firmó y votó una ley como la de emergencia social que entre otras cosas planteaba la cuestión del acceso al suelo e incluso hablaba de expropiaciones.
–¿Hay espacio para los movimientos sociales dentro del armado electoral?
-Es un proceso abierto en estos momentos. Nosotros formamos parte del espacio político de Grabois pero no somos parte orgánica de los movimientos sociales, aunque compartimos su agenda sintetizada en las tres banderas de Tierra, Techo y Trabajo. Son actores innegables de la realidad política, además del siempre mencionado rol de contención, que tal vez es la cara menos interesante, han sabido construir soluciones prácticas desde el territorio incluso cuando el estado se retiraba como en los 90 y durante el macrismo. En tanto representan trabajadores y trabajadoras, es casi natural que el peronismo los incluya en lugares de representación y creo que es saludable que así sea. Oxigena el sistema de representación. Hubo lugar en la previa a la victoria de 2019 y esperamos que ahora se repita.