Los cuatro veinteañeros detenidos el domingo después de que intentaron ingresar en la quinta «Los Abrojos», de la familia del presidente Mauricio Macri en el partido de Malvinas Argentinas, fueron excarcelados esta mañana por disposición del juez federal Juan Manuel Culotta, quien ahora deberá resolver si les imputa algún delito concreto o cree en la versión que dieron los cuatro. “Fue una broma”, argumentaron los jóvenes.
Fuentes judiciales dijeron a Tiempo que son “cuatro b… que quisieron hacer una joda. Eso declararon y fueron creíbles. Estaban asustados. Ahora hay que ver qué pasa con ellos”.
En rigor, se trata de una percepción del juez: “Si un hincha va a la cancha sin entrada y trata de ingresar aprovechando un descuido, pero no lo dejan, ¿qué delito cometió? Eso depende de lo que interprete el juez. Pero en ningún caso podría tratarse de un delito grave, aún cuando fuera la quinta del Presidente. Si fuera de otra manera, las chicas que intentan colarse en los hoteles cuando vienen grupos musicales deberían estar todas presas”, explicaron los voceros.
«Déjame pasar. Soy la ahijada del Presidente», dijo a la custodia de la quinta una de las tres chicas que estaban en el auto, manejado por otro joven. Cuando un patrullero se los impidió, gritaron “Macri gato”, y se retiraron. En la causa consta que además dijeron algo así como “te vamos a matar”, pero los jóvenes negaron haber proferido algún tipo de amenaza.
El juez ordenó allanamientos en los domicilios de los cuatro y no encontraron nada relevante. Ni armas, ni elementos que permitieran inferir que se trataba de integrantes de alguna organización política opositora preparando un atentado contra la vida del jefe del Estado. “Casas comunes, de gente común”, resumieron.
Los investigadores se preguntan qué hubieran hecho los cuatro jóvenes en caso de habérseles permitido el ingreso. Y de esa respuesta se desprenderá buena parte de la decisión que el juez adopte en el plazo máximo de diez días hábiles después de la indagatoria, que se cumplió hoy.