El expresidente de Bolivia, Evo Morales, visitó este domingo a la líder de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, en su casa de San Salvador de Jujuy, antes de emprender el regreso a su país y tras permanecer exiliado casi un año en Argentina. Morales se dirigió a la casa de Milagro Sala, en el barrio de La Ciénaga, donde la dirigente cumple prisión domiciliaria por una condena judicial y compartieron una ceremonia de pueblos originarios.
«Visitamos a la hermana del alma y compañera de lucha, Milagro Sala, para expresar nuestra solidaridad y transmitirle fuerza. Con unidad, los pueblos indígenas y los movimientos sociales garantizaremos paz con justicia social», escribió Evo en sus redes sociales.
Luego del encuentro, Morales continuó su viaje a La Quiaca, donde se pondrá al frente de una caravana de dos días que marchará desde la ciudad de Villazón hasta el Trópico de Cochabamba, su tierra natal, adonde llegará el miércoles, a un año exacto de su partida al exilio.
Morales anunció que atravesará en forma terrestre la frontera que une la ciudad jujeña de La Quiaca y la boliviana de Villazón para ingresar a su país. Allí, según está previsto, será despedido el lunes por el presidente Alberto Fernández, que viajó para la ceremonia de asunción del presidente de Bolivia, Luis Arce, tras lo cual el exmandatario cruzará la frontera y emprenderá la caravana.
El mandatario argentino, que en el momento del golpe de Estado era presidente electo, funcionó como un garante de la salida segura de Morales, de su vicepresidente Álvaro García Linera y de varios miembros de su Gabinete.