La senadora del FdT por San Luis, Eugenia Catalfamo, fue la única de su provincia que votó a favor de la IVE. Tiene 33 años y es la más joven de la Cámara Alta. Su voto fue uno de los “nuevos”, en 2018 estuvo ausente porque estaba por parir. Recibió insultos y amenazas.
–¿Qué siente después de la sanción?
–Muchísima emoción y alegría porque es una de las luchas más largas de los movimientos de mujeres y diversidades. Ya era momento de saldar esta deuda, los tiempos han cambiado y la situación es completamente distinta a la de un siglo atrás. La criminalización y la penalización no sirvieron absolutamente para nada porque los abortos existieron, existen y van a existir.
–¿Cuáles cree que fueron los argumentos que lograron convencer a indecisos?
–Para todos fue un proceso de transformación inmenso, pero también es cuestión de correrse de esa situación personal sobre lo que uno piensa como individuo para entender que esto es algo colectivo. A lo mejor yo nunca elija abortar, pero sí hay otras personas que lo pueden elegir para sus vidas y es válido también, poder respetar desde distintos puntos de vista.
–Es la única senadora de San Luis que votó a favor del proyecto, ¿cómo lo vive?
–No es fácil, en mi provincia son muy verborrágicos quienes están en contra de esta iniciativa. No sé si son mayoría, pero se mueven mucho en las redes sociales e insultan demasiado. Nos agravian de manera permanente. A mí jamás me pidieron una reunión para poder charlar este tema. Nunca. Y sí lo hicieron quienes estaban a favor, recibí un montón de invitaciones. Puede ser difícil, pero creo que con el tiempo pueden llegar a entender que esta es una cuestión de salud pública y tiene que ver con algo muchísimo más profundo que nosotros mismos. Yo creo que difundieron mi celular, hasta hoy me siguen llegando un montón de mensajes con un montón de barbaridades.
–Tiene formación católica, ¿sintió alguna contradicción al apoyar la IVE?
–No. No soy de ir a misa todos los domingos, pero creo en que existe un Dios que nos cuida, nos protege y nos ama. Y que nos respeta por sobre todas las cosas. Yo creo en ese Dios. Con esta ley, vamos a tener un Estado que acompañe a las mujeres, que puedan seguir adelante con su vida y con su capacidad de gestar también.
–¿Cuál es la importancia de contar con representantes más jóvenes en el Senado?
–Muchísima. Para mí, tiene que ver absolutamente con todo esto que estamos atravesando. Como sociedad, necesitamos que más jóvenes empiecen a ocupar espacios de representación política y de poder. Las discusiones serían completamente distintas.