El secretario general de la CTEP, Esteban “Gringo” Castro, representó a los trabajadores de la economía popular en la reunión del último viernes en el Consejo del Salario, en un hecho inédito que materializó ese nuevo paso hacia el reconocimiento total del sector y de los movimientos populares. Pero la respuesta del gobierno a las demandas de los trabajadores de todas las centrales y de la CTEP resultó insuficiente en un contexto social cada vez más delicado: fijó unilateralmente un aumento del 35 por ciento del salario mínimo en tres cuotas, el cual actualmente se encuentra en 12.500 pesos. Con el incremento llegaría a 16.875 pesos recién en noviembre. Una cifra muy por debajo de los más de 31.900 reclamado por los trabajadores de manera unificada. En diálogo con Tiempo, Castro advierte: “A nosotros la demanda nos está superando”.
-¿Qué balance efectúa de la reunión del Consejo del Salario?
-Hubo unidad de concepción en el planteo de las centrales sindicales, que es pedir la canasta básica total de alimentos como aumento (31.934 pesos para una familia de cuatro integrantes). Que se pueda estar cobrando un Salario Mínimo, Vital y Móvil de 31.900 pesos. De parte del empresariado se ofreció primero un 25%, que se rechazó de plano. El gobierno está proponiendo un aumento del 35% en tres cuotas. Con lo cual, por supuesto, no hay acuerdo ni con el empresariado ni con el gobierno.
-¿Por qué lo consideran insuficiente?
-El aumento es insuficiente para el proceso de inflación, de incremento de la canasta básica. Hay una situación desesperante en vastos sectores de la población, sobre todo en los hijos y las hijas de los trabajadores y trabajadoras de la economía popular, que son los que más están sufriendo. Y venimos diciendo que el gobierno tiene una política que termina siendo de exterminio.
-¿Qué implica este panorama?
-Cuando no podés comer, ni comprar remedios, lo que ocurre con nuestro pueblo es que se va muriendo, así de simple. A nosotros la demanda nos está superando. La Pastoral Social de la iglesia también pidió que se declare la Emergencia Alimentaria. Nosotros hicimos una movilización muy grande por lo mismo y el gobierno no está teniendo en cuenta lo que está pasando.
-¿Qué acciones desarrollarán esta semana?
-Nosotros nos declaramos en estado de alerta y movilización. Por eso hicimos la movilización que hicimos. Y eso continúa. Nos parece que tiene que haber, como mínimo, la declaración de la Emergencia Alimentaria y una decisión fuerte de que nadie pase hambre en Argentina, para estabilizar sobre todo a los sectores más pobres. Ahora, si no hay ninguna decisión de resolver estos problemas es muy probable que en las asambleas me sigan reclamando movilización. Y nosotros acatamos lo que se resuelve en asamblea.
-¿Qué situación encuentran en los barrios populares?
-Cualquiera que recorra los barrios, que tenga alguna inserción y militancia, te va a decir lo mismo que te digo yo. La situación empieza a ser desesperante y el gobierno no encuentra la salida. Indudablemente quedó muy golpeado después de la derrota en las PASO y no tiene predisposición a tomar medidas que mejoren las condiciones de vida de los trabajadores. Porque, por ejemplo, los grandes exportadores no tiene la obligación de liquidar los dólares en el país, se los pueden quedar diez años afuera, esto es así. ¿No parece una locura?
-¿El ministerio de Desarrollo Social tampoco brindó respuestas?
-Con Desarrollo Social hay diálogo permanente, por los programas que venimos siguiendo en relación a la alimentación. El salario social pasa por Desarrollo Social. Hay diálogo permanente, pero no hay soluciones. No hay una decisión. La declaración de la Emergencia Alimentaria tiene que ser de Macri, de las más altas esferas. Tiene que estar pensada en función de que los sectores más vulnerables. Es inconcebible que en un país como el nuestro exista la posibilidad de que se pase hambre cuando tenés un país que produce alimentos para diez veces su población.
-Otra de las demandas de la economía popular es la extensión, la prórroga, de la Ley de Emergencia Social, que está vigente hasta diciembre. ¿Tuvieron respuesta respecto a esto?
-Creo que obviamente eso se va a extender porque hay 450 mil personas que están cobrando el Salario Social Complementario. Tendrían que cobrarlo 4,5 millones de personas. Pero si sacás esa posibilidad a los trabajadores es inviable. Pero tampoco hay una definición. Y esa definición va a estar entre este gobierno y el que venga. Nosotros siempre pusimos el eje en el trabajo, no en la asistencia.
-¿Cómo avanza el reconocimiento gremial a la CTEP?
-Tenemos una personería social, como la tienen ahora la mayoría de los movimientos populares. Tenemos un planteo: creemos que tenemos que ser parte de una única central, llámese CGT, CTA, donde estén todas las formas de trabajo. Por ejemplo: nuestra participación el viernes pasado en el Consejo del Salario es un paso más en ese sentido y sabemos que tanto la CGT como la CTA trabajaron para que esto suceda y estaban de acuerdo. Así que es un paso más. «