Patricia Bullrich es la ministra perfecta para esta época de posverdad. Miente a mansalva, pero lo hace con el énfasis pendenciero que fascina a las audiencias intratables.
Bullrich lleva décadas mintiendo, incluso, sobre su biografía. No es de extrañar entonces que haya echado mano de una falsedad para explicar la legalización de la Doctrina Chocobar. «El 99% de la gente que muere en Argentina lo hace a manos de un delincuente que la asesina», dijo como justificación del nuevo reglamento que flexibiliza el uso de armas de fuego por parte de las Fuerzas de Seguridad. Un googleo rápido la desmiente. Según estadísticas oficiales, las principales causas de muerte en la Argentina son:
1) Cardiopatías isquémicas: Enfermedades como las anginas de pecho y los infartos matan a una persona cada siete minutos.
2) Accidentes Cerebrovasculares: Los ACV matan a 18 mil personas por año, según el Instituto Fleni.
3) EPOC: Se registran cerca de 5000 muertes anuales por esta enfermedad respiratoria.
4) Cáncer: 200 de cada 100 mil argentinos mueren al año por esta enfermedad,
5) Diabetes: Los casos fatales superan los 5000 por año.
6) Enfermedades mentales: Se estima que ocho de cada diez enfermos no acceden a un diagnóstico preciso, lo que causa un alto índice de muerte por suicidio y adicciones.
7) Diarrea: El 9% de los menores de cinco años fallecen debido a esta patología.
8) Tuberculosis: la Asociación Argentina de Enfermedades Respiratorias estimó que mueren alrededor de 55 personas por mes.
9) Accidentes de tránsito: Luchemos por la Vida estima que en el país mueren 20 personas por día debido a accidentes de tránsito.
10) VIH/Sida: La Fundación Huésped estimó que cinco personas fallecen por día por complicaciones relacionadas con el VIH.
A diferencia de lo que sostuvo la ministra Bullrich, la mayoría de los argentinos mueren por falta de campañas y asistencia sanitaria adecuadas. Y el gobierno propicia que el panorama sea aún peor: el Presupuesto 2019 disminuye un 56,17% en términos reales los fondos destinados a la prevención y control de las enfermedades endémicas.
El macrismo no escatimó recursos, en cambio, para armarse hasta los dientes con la excusa del G20. Para el evento se gastaron unos 1100 millones de pesos en material bélico. La cuenta incluyó unos 2 millones de cartuchos de bala 9 milímetros. Desde esta semana, los efectivos pueden usarlas a discreción
El nuevo reglamento que legaliza el gatillo fácil es una irresponsable muestra de demagogia electoral. Autor de un desastre económico que potenció el hambre y la exclusión, el gobierno se propone juntar votos a balazos. Cuenta con el respaldo de los principales medios de comunicación y del periodismo mainstream, difusores de otra falacia extendida: los delincuentes «nos matan como moscas».
Falso.
La tasa de homicidios del país es la segunda más baja de la región. Con cinco muertes cada 100 mil habitantes, Argentina tiene mejores números que Ecuador (5,8), Uruguay (6) y Bolivia (6,4). Y está lejos de los alarmantes índices de Venezuela (89), El Salvador (60) y Brasil (30).
Pero hay más. El 70% de las muertes por armas de fuego se cometen por cuestiones interpersonales, no en situación de delito contra la propiedad. O sea: las peleas entre conocidos y la violencia de género, por caso, matan más que un ladrón.
Pero el público lobotomizado por la tele pide bala.
Y el gobierno está dispuesto a complacerlo por puro cálculo electoral.
Así de miserable y peligroso todo.
Total normalidad.«