La política educativa del gobierno de la Ciudad es simple: no generar mayores recursos para educación, arreglarse con los pocos que posee en el sector, evitar la construcción de más edificios escolares, y mantener un presupuesto educativo tendiente a la baja. En contrapunto, en los últimos 16 años, se observa un incremento en la política de construcción de edificios en toda la Ciudad. El avance de la obra privada en el distrito colonizó cada comuna en detrimento de las verdaderas necesidades de sus habitantes. La gran mayoría de los edificios con decenas de departamentos vacíos, a los cuales, un gran sector de los porteños y porteñas no pueden acceder por sus costos.

El caso del Colegio Santa Rosa de Caballito que cerró en el año 2012, une estas dos situaciones: la necesidad de una escuela pública en el barrio, soslayada por la construcción de torres en el lugar. Desde hace varios años agrupaciones de vecinas y vecinos exigen la expropiación del edificio donde funcionaba el Colegio situado sobre la calle Rosario al 600. Calculan que podría sumar más de mil vacantes nuevas al sistema educativo. Ni la administración de Rodríguez Larreta en retirada, ni el eventual gobierno de Jorge Macri, tienen interés en transformarlo en un edificio escolar.

El drama escolar

¿Escuelas públicas o más torres edilicias? La respuesta parece sencilla si se piensa en las necesidades básicas de quienes habitan la Ciudad de Buenos Aires. En la Ciudad de Buenos Aires faltan más de 56.000 vacantes en la educación pública, la mayoría de ellas en el nivel inicial desde los 45 días de vida. Si el edificio se expropia para transformarlo en una escuela pública, habrá más de mil vacantes nuevas disponibles en el distrito porteño.

La legislatura porteña abrazó el reclamo de miles de familias que viven en la Comuna 6 y desde hace una década reclaman la expropiación del ex Colegio Santa Rosa para transformarlo en una escuela. Por esta razón, el parlamento porteño presentó un proyecto de expropiación, de la mano del vicepresidente del bloque del Frente de Todos (FdT), el diputado Javier Andrade.

“Declárase de utilidad pública y sujeto a expropiación el inmueble sito en la calle Rosario N° 638 esquina San Irineo 102/154, de la sección 40, manzana 057, parcela 005, ubicado en el barrio de Caballito, Comuna 6, de la Ciudad de Buenos Aires, donde funcionara el colegio católico denominado Santa Rosa”, ordena el artículo 1ro del proyecto que Juntos por el Cambio se niega a debatir.

“El Colegio Santa Rosa es un afán que tenemos los vecinos desde hace mucho tiempo para que se transforme en una escuela pública. Es un colegio emblemático de la Zona de Caballito que podría fortalecer las distintas instituciones que están en el barrio como, por ejemplo, el Normal 4 que funciona en varias instituciones al mismo tiempo”, explica a Tiempo Gustavo Torchinsky, integrante del colectivo vecinal S.O.S. Caballito.

“Obviamente el gobierno de la ciudad dice que no tiene plata y que no va a hacer nada con eso y lo está dejando caer. Lo que nosotros exigimos, queremos y solicitamos es que tome nota del reclamo vecinal y que haga una escuela primaria, secundaria y un jardín”, agrega.

La intención del ejecutivo porteño es demoler el edificio que data de 1901 y levantar varias torres en ese lugar. Desde el año 2016 los vecinos y vecinas resisten la demolición del ex colegio Santa Rosa. En 2017, el gobierno gastó más de 43 millones de pesos para cementar los alrededores del edificio, colocar canteros y dejar preparada la zona para la inminente demolición y posterior construcción de las torres.

La Licitación Pública Nº 430/SIGAF/17 volcó un total de  $ 43.386.909,62 para construir espacios llamados “shared spaces”, destinados al estacionamiento intercalado a un lado y al otro de cada cuadra en dársenas conformadas por canteros verdes. El objetivo era también “generar identidad aromática, colocando arbustos y herbáceas perfumadas como Romero y Salvia en los nuevos canteros” y agregar iluminación LED en varias de las calles comprendidas. Ni bien comenzó la primera gestión de Rodríguez Larreta, el ejecutivo presentó un proyecto para demoler la parte posterior del edificio, construir seis torres y varios comercios.

En varias ocasiones, la comunidad educativa de la Comuna 6 realizó jornadas de visibilización sobre este tema: Festivales solidarios, abrazos al edificio y volanteadas en todo el barrio. Además de los nuevos establecimientos educativos que podrían llegar a construir en el lugar, el nivel medio de varias escuelas de Caballito está colapsado. Parte del ex Colegio Santa Rosa, podría utilizarse también para la disponibilidad de más aulas y laboratorios o las actividades en contraturno (talleres de apoyo y proyectos especiales) para el histórico Normal Nº4, el Liceo Nº2, la Escuela Media Bachillerato Nº17; y los  Comerciales Nº19 y Nº23.

Ni Larreta ni Jorge Macri

Tiempo se puso en contacto con la cartera educativa que, hasta el 10 de diciembre de este año comanda Soledad Acuña, y consultó sobre la transformación del edificio en una escuela pública:”No es algo que dependa de nosotros, además el lugar no está en condiciones edilicias de funcionar como un establecimiento educativo”, explicaron.

Ante la réplica de por qué no se refacciona el edificio, manifestaron que “no es la intención de nuestra cartera”. También Tiempo se contactó con los asesores de Jorge Macri para conocer si existe voluntad política de expropiar el edificio. “No creemos que haga falta porque en la Ciudad de Buenos Aires no hay carencia de vacantes, se cumple con la ley Nacional de Educación de garantizar las vacantes desde los 4 años”, respondieron.

Cabe destacar que la Constitución porteña en su artículo 24 ordena al Estado local a otorgar vacantes desde los 45 días de vida en adelante, algo que el PRO niega desde hace 16 años. De acuerdo a los números del sistema de inscripción on line del 2022, a los que Tiempo tuvo acceso, en inicial se solicitaron 41.611 vacantes para niñas y niños de 45 días de vida a 5 años de edad, pero CABA asignó tan solo 19.416: el 53,4% de los inscriptos no obtuvo lugar en jardines públicos porteños.