Con la baja indeclinable de Cristina Fernández de Kirchner de las boletas presidenciales de este 2023, el escenario político inició un camino de reordenamiento tanto para el oficialismo como para la oposición. Sin la principal líder de uno y la enemiga mortal del otro, las coaliciones deberán repensar sus estrategias para obtener el tan deseado triunfo.
Danza de nombres
En la última semana, Sergio Massa y Eduardo ‘Wado’ de Pedro se sumaron a Axel Kicillof, configurando una tríada de posibles beneficiarios de la bendición de la vicepresidenta para competir en las primarias. Los tres funcionarios tienen un vínculo muy fluido con la exmandataria, pero no es sólo una foto y su buena relación lo que volvería competitivo al Frente de Todos.
Sobre este trío, la consultora política Analía del Franco analiza: “Axel capitaliza mejor los votos de CFK que Wado. El ministro del Interior no tiene el nivel de conocimiento que tiene el gobernador, pero esto podría variar si De Pedro es oficializado por la vicepresidenta. Sin embargo, la estrategia del Frente de Todos debería basarse en ampliar su círculo de votantes, y Massa es el indicado para eso, porque puede recolectar votos de los moderados e incluso de los insatisfechos con los candidatos del PRO”.
En la misma línea, Carlos Fara, analista político, sostiene que “poner a Kicillof a competir por la presidencia es una decisión relativa, porque vestís a un santo para desvestir a otro.” Sin embargo, el consultor entiende que el ministro de Economía también tiene su cuota de déficit: “Massa es quien tiene mayor consenso interno dentro del espacio, pero eso no quiere decir que CFK lo elija como candidato. Esto, en parte, se explica por la situación económica.”
Por otra parte, ambos consultores concuerdan que desdoblar las elecciones en la Provincia de Buenos Aires no es la mejor opción, puesto que este movimiento puede dar un mensaje de desentendimiento de la situación que se vive a nivel nacional, algo que no sería bien visto internamente y en los propios votantes.
¿PASO sí o PASO no?
Si bien los apellidos de los tres bonaerenses son los que más cotizan, hay una extensa lista de otros candidatos que buscarán tener sus caras en las boletas del Frente. Ante esta situación, el director de la consultora Alaska, Juan Courel, advierte: “Las primarias son la mejor opción. Que en la última elección se haya optado por un candidato único dejó un sabor amargo en la sociedad, por el desarrollo del gobierno, pero también en la militancia y en la gente que se tiene que movilizar en la campaña para ir a pedir el voto. Ir por la misma experiencia puede llegar a ser un tanto desmotivante. Una interna podría ayudar a que este nuevo liderazgo emerja de una manera orgánica. Además, cuando el escenario es tan confuso, es necesario ser más creativos políticamente y hacer cosas nuevas. Que el peronismo vaya a las PASO es algo nuevo.”
Continuando la idea de su colega, Del Franco afirma que las primarias son una buena idea ya que abren el abanico de posibilidades para trabajar la campaña desde diversas perspectivas. “Quien votó en las primarias a un espacio, es difícil que cambie su voto en las generales”, sostiene.
Juntos en el barro
Si bien la principal coalición opositora ya tiene definida su estrategia para las PASO, esto no le quita la existencia de problemas aún más dificultosos que la elección de nombres. Sobre esto, Fara explica: “Las peleas de Juntos por el Cambio están perjudicando a la marca. Los discursos de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta se basan en la disputa por sus candidaturas, pero ninguno se detiene a explicarle al votante cuáles son sus proyectos de gobierno. Sin aclarar el rumbo que tomará el partido, sólo captarán a votantes propios, y no es suficiente para ganar esta elección.”
A pesar de la centralidad que toman los dos principales candidatos, el radicalismo apuesta por mantenerse dentro de la balsa, aunque los resultados no son los esperados. Tras una medición de intención de voto en la Provincia de Buenos Aires, Del Franco expone: “Facundo Manes tenía una gran presencia en PBA hasta hace seis meses, pero por decisión propia o ajena se corrió de la escena política y ya no podrá remontar esos números. Lo mismo pasa con Gerardo Morales, quien no cuenta con un apoyo fuerte para su candidatura fuera de Jujuy.”
Fara comparte la teoría y agrega: “El radicalismo espera la calma de las internas del PRO para sentarse a negociar lugares en las listas. Es claro que la UCR está más cerca de Larreta que de Bullrich y, si bien las estructuras no votan, sí pueden llegar a incidir en la elección. De ser así, el jefe de gobierno podría correr con una leve ventaja por sobre la ex ministra de Seguridad.”
La libertad ¿avanza?
La figura de Javier Milei es una piedra en el zapato que ninguna de las dos coaliciones se esperaba encontrar. El economista avanza con fuerza en las mediciones privadas, lo que puso en alerta hasta a la propia vicepresidenta, quien en sus últimas apariciones se encargó de exponer las “barbaridades” del diputado.
Sobre esto, Fara analiza: “Si bien esta no es una elección de tres tercios puros, porque el total del porcentaje no está dividido en 33% para cada espacio, Milei es un problema para Juntos por el Cambio, pero también ya lo es para el Frente de Todos, porque comenzó a calar dentro de los espacios más populares, un votante históricamente ligado al peronismo.”
Sumando a la idea de su colega, Courel expone que el libertario es “un canal para manifestar el rechazo», aunque esto no significa que su buena posición en las encuestas se traduzca en votos. En la misma línea, Del Franco sostiene que al Frente de Todos le “conviene” que la figura de Javier Milei siga creciendo para que pueda sacarle más votos a Juntos por el Cambio y el oficialismo obtenga mayor ventaja.
Lejos de subestimar la performance electoral del liberal en las elecciones provinciales de las últimas semanas, Courel explica: “Hay votantes que están dispuestos a elegir gobernadores peronistas y simultáneamente a Milei como presidente. Cuando las elecciones provinciales están desdobladas no anticipan lo que va a pasar a nivel nacional.” Por su parte, Fara califica como “natural” que los electores de Milei no voten a sus referentes, porque usualmente tienden a ser personas con poco recorrido político.
Además, según Fara, la crecida del diputado podría ser cortada abruptamente de raíz: “No sería descabellado pensar que las estructuras que están por debajo del espectro nacional piensen una estrategia ‘conjunta’ para dejar de lado al liberal en elecciones. El status quo siempre se va a defender si se siente amenazado.” «