El tratamiento de la rendición de cuentas 2019 del exjefe comunal de Morón Ramiro Tagliaferro, culminó en un escándalo cuyas derivaciones continúan en medio una serie de irregularidades encontradas y denunciadas por la actual gestión. Pero, además de la ausencia del bloque Juntos por el Cambio en la sesión del viernes, se sumó el condimento de que uno de los ediles cercanos al exintendente viajó a Miami en un vuelo humanitario, en el marco de un pedido de licencia que va a generar una investigación interna en el cuerpo legislativo.
Por amplia mayoría (13 concejales en contra y solamente una abstención), el Concejo Deliberante de Morón rechazó de manera contundente la rendición de cuentas del ejercicio 2019, y, en ese contexto, el oficialismo denunció que constató la existencia de empresas fantasmas, contrataciones a amigos de funcionarios, mercadería faltante, desaparición de expedientes y una voluminosa deuda pública que supera los 1.200 millones de pesos.
Los números de la gestión macrista no fueron defendidos por los ediles de Juntos por el Cambio, quienes no estuvieron presentes en la sesión que, en el marco del protocolo sanitario, se llevó a cabo en el Teatro Municipal Gregorio Laferrere, con las correspondientes medidas de control preventivo y distanciamiento físico entre los ediles.
El día anterior, los concejales de la oposición cambiemita denunciaron que una sesión presencial presuntamente imposibilitaba a una concejal de la oposición a participar por estar embarazada y, a partir de esa situación, se negaron a participar.
Ya en la sesión, los ediles del Frente de Todos argumentaron que el rechazo al registro contable de la gestión de Tagliaferro estuvo basado en el grave estado económico y operativo en el que su gobierno dejó el Municipio de Morón, con un déficit de 1.400 millones de pesos.
Además de la voluminosa deuda pública –que supera los 1.200 millones de pesos y que está siendo renegociada por la actual gestión municipal-, los ediles del Frente de Todos expusieron en la sesión una serie de hallazgos que, anticiparon, serán denunciados judicialmente: la contratación a empresas fantasmas o sin empleados, el pago de cuantiosos recursos a compañías sin trayectoria, cuyos titulares tendrían vínculos directos con funcionarios de Tagliaferro, la compra de mercadería, equipos o insumos hospitalarios que nunca llegaron al destino previsto, y la asignación de voluminosas pautas publicitarias a portales de internet inexistentes, entre otros.
La presidenta del bloque de concejales del Frente de Todos Morón, Paula Majdanski, resumió la situación financiera que surgió de la rendición de cuentas: “a principios de 2019 se contaba con un disponible de casi 220 millones de pesos para afrontar una deuda de algo más de 103 millones de pesos. No solo no se canceló esa deuda flotante, sino que al cierre del mandato anterior, la deuda flotante se acercó a los 900 millones (8,5 veces más) con un disponible en caja y bancos de 31 millones pesos”.
Por su parte, el edil José María Gayoso (Frente de Todos), expresó: “A esta altura ya está más que claro que del análisis de los expedientes, y tal como lo expresaron mis pares, esta rendición de cuentas no puede ser aprobada. Y no puede serlo, porque hicieron un manejo absolutamente ilegal de los recursos de los vecinos. Pero además, esto es absolutamente inmoral. Contrataron servicios a empresas fantasmas, dicen haber arreglado escuelas con empresas que ni siquiera tienen empleados a cargo, compraron medicamentos que no llegaron nunca al hospital, hicieron facturar a amigos y militantes políticos que jamás se dedicaron a esos rubros. En otras palabras, ustedes sí que se robaron todo”, acusó.
Entre las deudas más cuantiosas denunciadas por el actual oficialismo, se destaca la que la gestión de Tagliaferro constituyó con la empresa de recolección de residuos Urbaser, a la que se le deben 15 quincenas (más de seis meses) de servicio, por un total superior a los 600 millones de pesos. También, los concejales señalaron que, en un año electoral como fue el 2019, donde se invirtieron numerosos recursos en pautas publicitarias en medios y redes sociales, así como contrataciones de cartelería en vía pública, el exalcalde Tagliaferro llegó a contraer deuda pública con el CEAMSE por más de 70 millones de pesos, “para poder derivar esa partida a otros gastos de menor relevancia”.
En materia de empresas fantasmas, el bloque oficialista expuso varios ejemplos: en 2019 se compraron por casi 11 millones y medios de pesos alimentos secos y frescos, leches para el Hospital de Morón, golosinas, víveres para el Concejo Deliberante y alimentos para mascotas a una empresa cuyo titular es Franco Favini Ragone. Se trata, acusó el oficialismo, de un amigo de funcionarios de Tagliaferro, cantante del grupo Destino San Javier y heredero del histórico Trío San Javier. La empresa a su nombre, según explicaron los ediles, no tiene depósito ni empleados y está domiciliada en un departamento de Lavalle al 1.500, en la zona de Tribunales en Ciudad de Buenos Aires.
Algo similar ocurrió con la proveedora Marta Inés Gómez –esposa de un vecino presentado como mayor contribuyente por la gestión de Tagliaferro-, a quien en 2019 se le compró alimentos para las colonias y el Hospital de Morón, botellas de agua, víveres para el HCD, elementos descartables, desayunos, servicios de lunch y meriendas para la Secretaría de Empleo, por más de 6 millones de pesos. La empresa a su nombre, domiciliada en un departamento de la calle Carlos Casares de Castelar, no tiene empleados, ni habilitación municipal, ni registra pago de tributos.