En el affaire de las aerolíneas low-cost, todos los caminos parecen llegar hasta el presidente Mauricio Macri, sus funcionarios más cercanos y su diversificado entorno de negocios. Mientras la justicia avanza en una denuncia por irregularidades en la ventajosa entrega de rutas de cabotaje a Avian Líneas Aéreas sucesora de Macair JET, otros nexos con la Casa Rosada pueden rastrearse en la sociedad que pasó a ser la controlante de los vuelos del Grupo Macri: Avian Holdings SA.
Creada el 28 de junio de 2016 es decir, un mes después de que Macair cambiara de nombre, allí figura como accionista el magnate brasileño- colombiano Germán Efromovich, dueño de la colombiana Avianca y cara visible de la flamante low-cost local. Pero Efromovich no está solo en Avian Holdings. Si bien posee la mayoría accionaria, el magnate ocupa el cargo de director suplente, mientras que la presidencia quedó en manos de su único socio, Matías Ignacio Carvajal.
El fiscal Jorge di Lello, que investiga el escándalo de Avian, ya citó como testigo a Carvajal, un empresario argentino de 57 años. Fue en el mismo dictamen donde solicitó suspender preventivamente las concesiones e imputó a Macri y a varios de sus laderos por posible asociación ilícita, negociaciones incompatibles con la función pública, tráfico de influencias y defraudación. El requerimiento de Di Lello ante el juez federal Sergio Torres abre derivaciones hasta ahora no transitadas: el historial comercial de Carvajal lo conecta con Pablo Clusellas, secretario Legal y Técnico del gobierno, amigo de la infancia del presidente y antiguo apoderado de Macair. Eso no es todo: el misterioso Carvajal también presenta lazos con la familia del jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña Braun. Es decir, con dos hombres de máxima confianza de Macri.
Carvajal es uno de los fundadores de Aval Ar, una compañía de garantía recíproca (SGR) nacida en septiembre de 2015. En esa empresa comparte funciones con el ingeniero industrial Alejandro Jaime Braun Peña, uno de los familiares del ministro coordinador de Cambiemos. Braun Peña supo realizar, tiempo atrás, una importante diligencia inmobiliaria para el clan Macri al comprar en comisión una finca en Salta, y posee historia de negocios compartidos con Clusellas.
En Aval Ar, Braun Peña funge como presidente y es «socio protector», una figura propia de las SGR. Con el mismo estatus aparece Cremer y Asociados SA, una comercializadora de legumbres de capitales alemanes donde Braun Peña encabeza el directorio. A su vez, una subsidiaria de Cremer-Hierros SA, dedicada a exportar porotos-, tuvo en 2006 a Clusellas de presidente, con Braun Peña en el rol de director. Ambos también compartieron la conducción de LatinBio SA, dedicada a los biocombustibles y tercer «socio protector» de Aval Ar.
En paralelo, el nombre de Matías Ignacio Carvajal se repite en sociedades donde también estuvo Clusellas, incluida una que la mano derecha de Macri fundó en 2007: Money Controls Argentina. En esta firma, dedicada a los «equipos de manejo de dinero, incluyendo aceptadores de billetes», Carvajal estuvo en el mismo directorio que la abogada María José Duffau, integrante de Romero, Zappiola, Clusellas&Sluga, el estudio montado en 2009 por el secretario Legal y Técnico. Incluso, en septiembre de 2016, remplazó en la presidencia a Hernán Cancellieri, también integrante de ese buffet.
Otro tanto sucedió en la textil deportiva Le CoqSportif International South America, donde Clusellas fue director y Carvajal también, de nuevo junto a Duffau, al menos hasta fines de 2016.
Braun Peña y Clusellas también dieron vida a una aceitada unidad de negocios. En 2007 crearon Finca Cuchuy SA para controlar las 10 mil hectáreas de un establecimiento de igual nombre en el departamento salteño de San Martín. En el mismo distrito tiene su tradicional estancia el presidente, sus hermanos y su padre: El Yuto, de unas 20 mil hectáreas. Tanto Cuchuy como El Yuto fueron denunciadas en 2014 y 2016 por Greenpeace por solicitar y obtener del gobierno de Salta cambios de zonificación para desmontar grandes extensiones de este territorio de bosques nativos y así avanzar en la explotación sojera y agrícola en general. Los Macri habían adquirido El Yuto en 1997, en una operación que llevó adelante el propio Braun Peña, de acuerdo a la documentación aportada en su informe «Desmontes SA» por la ONG ambientalista de la que proviene el diputado del PRO, Juan Carlos Villalonga.
En 2007 Clusellas y Braun Peña también fundaron Finca Ramada SA, dedicada al mercado inmobiliario rural. Más cerca en el tempo, en febrero de 2016, el secretario Legal y Técnico y su socio recurrente fueron ratificados al frente de Salta Cotton SA (como presidente y director suplente, respectivamente), un emprendimiento surgido como un proyecto paralelo a El Yuto.
Clusellas es Macri puro. Fue director en IECSA y en varios satélites del holding familiar, como Transmetro, Saframa, Manliba, Ecol y Aseo, donde compartió la administración con Angelo Calcaterra y Néstor Grindetti, entre otros habitués del entorno presidencial. En 2006, con la constitución de Sinosocma, integró el directorio con algunos de los futuros directivos de Macair, como Carlos María della Paolera, Roberto Leonardo Maffioli y el propio Franco Macri.
Pero en la interna familiar Clusellas no es de Franco, sino de Mauricio. Amigos desde las aulas del Cardenal Newman, forma parte de la mesa chica de la juventud presidencial. No por nada escribió las leyes de Macri en sus ocho años como alcalde porteño, y luego migró con él, en ese mismo rol clave, a la Nación.
En medio de las revelaciones locales por los Panamá Papers, en abril del año pasado se supo que hasta 2008 el abogado había sido intermediario con Mossack-Fonseca, el buffet experto en la creación de sociedades en paraísos fiscales, como las atribuidas al presidente y a otros miembros de su círculo.
Omnipresente en la vida de Macri, Clusellas vuelve a aparecer ahora en medio del juego de cajas chinas de las low-cost. «