Avanzar, conversar, y dejar la puerta abierta para nuevas medidas. Tras diversas acciones y reuniones que las organizaciones sociales llevaron a cabo en las últimas días, de manera conjunta o bien por cuenta propia, los movimientos lograron dar varios pasos para que el Gobierno, en especial el ministerio de Desarrollo Social nacional, comience a atender las demandas crecientes en un contexto de crisis socioeconómica, aunque esas mejoras son consideradas insuficientes.
Este viernes, funcionarios técnicos de la cartera de Desarrollo Social recibieron a representantes de CTEP, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa, el Frente Popular Darío Santillán y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), para comenzar a articular algunas de las medidas adoptadas en los últimos días. “En concreto, tres cosas: El Gobierno decidió de manera unilateral el aumento, en un 25 por ciento, de los programas, que los lleva a 7500 pesos”, comenzó Gildo Onorato, dirigente de CTEP y secretario de Políticas Sociales del Movimiento Evita.
“Por otro lado, se comprometieron a revisar todas las suspensiones, que en el caso de la CTEP son 22 mil. Y se están discutiendo la continuidad de los programas de obra de infraestructura social, que en principio habría continuidad”, marcó el dirigente social.
“Más allá de esta posibilidad de resolver paliativos, la situación es muy mala. Vamos a insistir con la emergencia alimentaria, porque es una ley muy necesaria en Argentina, teniendo en cuenta que el 48, el cincuenta por ciento de los pibes menores de edad tienen dificultades para acceder al alimento que complete las posibilidades de un crecimiento sano”.
“Creemos que la Emergencia Alimentaria es fundamental, porque es destinarle veinte mil millones (de pesos) este año para el cincuenta por ciento de pibes en la Argentina que comen y merenderos. Y que esa plata significa lo que, en un solo día, se dio de compensación a las compañías eléctricas por la devaluación”, argumentó.
Y anticipó: “Va a haber reuniones de seguimiento para ver cómo son los avances y de todas formas nosotros, el 30 de abril nos vamos a adherir al paro que están convocando las CTA y el Frente Sindical”.
Por otra parte, desde el Polo Obrero, Eduardo Belliboni evaluó: “Creemos que ha sido un gran paso adelante, producto de la enorme lucha que venimos librando desde hace muchos meses. No fue solamente el acampe (que hicimos) el jueves, el martes 4 de abril hicimos otro. Finalmente, haber abierto los programas –vamos a ver en qué medida, en que dimensión- es una victoria. Y por otro lado pone de relieve las posibilidades que hay de golpear al gobierno y derrotarlo mediante la lucha y la movilización”.
Y explicó: “La apertura de los programas implica que se amplíen las partidas presupuestarias, el presupuesto que hay del Ministerio de Desarrollo Social para llegar a más personas que cada vez, lamentablemente, se suman a las filas de los desocupados, de quienes no tienen un ingreso mínimo para afrontar la vida diaria”.
La próxima reunión con Desarrollo Social nacional, en el caso del Polo Obrero, está prevista para el próximo martes. Respecto al paro previsto para el 30 de abril próximo, Belliiboni planteó: “Nosotros impulsamos el paro activo, más allá de que todavía no está claro el 30 de abril, porque no es la CGT la que convoca al paro. Acá lo que hace falta es un paro de 36 horas”, urgió.