Con una movilización multitudinaria al Congreso, la Confederación General del Trabajo y los movimientos sociales que motorizaron en agosto la marcha de San Cayetano ratificaron la creciente unidad entre los trabajadores formales confederados y aquellos de la denominada economía popular con la consigna Unidos por la justicia social, en un reclamo conjunto para que la cámara de Diputados nacional apruebe la ley de Emergencia Social que se tratará el jueves en sesión especial y sobre todo, en una demostración de fuerza ante un posible veto del gobierno nacional.
Esta CGT no va a dudar en tomar las medidas necesarias para nos escuchen, advirtió Carlos Acuña, integrante del triunvirato de conducción cegetista y dirigente del gremio de los playeros de estaciones de servicio, quien, tal vez en el discurso más duro de los cinco oradores que hubo, sostuvo: No vamos a aflojar ni un centímetro. Se terminó el tiempo que tenían para gobernar. Queremos respuestas ya, reclamó.
El último orador, Juan Carlos Schmid, dirigente de Dragado y Balizamiento e integrante del Triunvirato, brindo una definición que dejó las puertas abiertas para los movimientos sociales: Para nosotros trabajo digno y justo significa trabajo por sindicato, con seguridad social y definió Tierra Techo y Trabajo para todos, eso es lo que queremos para vivir en una Argentina feliz. Venimos a decirle (al gobierno nacional) que termine con los despidos y las suspensiones. Venimos a decirle que queremos llegar a Navidad con un pan en la mesa, proclamó.
Queremos una democratización de la economía. Nosotros no tenemos un balde en la cabeza. Este Consejo Directivo lo que está haciendo es acumular poder social. Estamos forjando esa herramienta común entre el sindicalismo organizado y los movimientos sociales y populares de este país. Acá a la derecha están los sindicatos confederados, los hombres y mujeres, que tienen un convenio colectivo, que cobran el aguinaldo, que le pagan horas extras, que tienen la seguridad social, y acá a la izquierda están los millones de compatriotas que todos los días se levantan sin saber que van a poner en la mesa al final del día. Es un universo heterogéneo de cooperativas, de cartoneros, de productores pequeños, de campesinos, de organizaciones rurales, de los que se la rebuscan como pueden para tener un lugar abajo de un sistema que les niega su existencia», definió Schmid, quien advirtió sobre el posible crecimiento de la conflictividad social si se veta la norma. La movilización contó además finalmente con el apoyo simbólico de las dos CTA, además de la Federación Agraria, la Corriente Sindical Federal y otras organizaciones y sectores sociales.
La hora de los movimientos sociales
Entre ambos oradores, llegó el momento de las tres organizaciones que impulsaron el proyecto de ley de Emergencia Social por un año, que plantea, entre otros puntos, la creación de un millón de puestos de trabajo bajo el Programa Solidario de Ingreso Social con Trabajo, el aumento del 15% en la AUH y la Asignación por Embarazo, la creación de un Registro Nacional de la Economía Popular y de un Consejo de la Economía Popular en la órbita del ministerio de Trabajo, que tendrá a su cargo, entre otros puntos, proponer un Salario Social Complementario SSC- para los trabajadores de la economía popular. Se trata de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, de Barrios de Pie y de la Corriente Clasista y Combativa.
«Aquí está unido lo que el mercado laboral quiere desunir, los trabajadores informales y los de la economía popular. Si no nos unimos, nos van a pasar por arriba
por eso esta es una movilización histórica, definió Daniel Menéndez, coordinador nacional de Barrios de Pie. Los compañeros vuelven a las parroquias a pedir alimentos, los chicos vuelven a tener malnutrición porque los alimentos no paran de subir. Vamos a ir a cuanta mesa de dialogo se convoque pero no nos vamos a subir al circo, dijo, y advirtió que si la ley de Emergencia Social es vetada no solo estaremos en la calle hoy.
Menéndez también aclaró que «acá no queremos más planes sociales, hay un 40% de la clase trabajadora que vive en la informalidad. Necesitamos ir por nuestros derechos, para el sector informal. Se reclama trabajo y un piso de dignidad, sentenció. Y advirtió al presidente Macri que ¨si se atreve a vetar esta ley, nosotros somos respetuosos pero en diciembre vamos a ganar la calle.
Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa, marcó la situación de agobio por ´la inflación, los tarifazos, los déficits, las suspensiones, este gobierno prometió Pobreza Cero y vimos que es una vil mentira. Alderete también respondió a otro cuestionamiento del gobierno, sus legisladores y los medios dominantes, acerca de cómo se financiara la nueva ley si se aprueba. «La plata tiene que salir del impuesto al cheque, del juego, del sistema financiero, opinó. Y coincidió con Acuña en que quiere pasar las fiestas en familia, en paz, pero con un pedazo de pan en la mesa.
Esteban Castro, secretario general de la CTEP, recordó una de las reuniones clave con la CGT, donde le dijeron acá todos somos trabajadores. Tenemos unidad de concepción, ahora hay que construir unidad en la acción, rememoró. Y esa unidad en la acción se concretó en la movilización. «Estamos reclamando el Salario Social Complementario que complementa el ingreso que hemos logrado, queremos la registración en el ministerio de Trabajo. Este es el primer paso de un largo camino. Para nosotros, esta unidad es estratégica, analizó. El próximo jueves habrá otro round, en el Congreso y en la calle, para marcarle la cancha al gobierno.
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