En un trámite exprés que no llevó más de cuatro horas, la Legislatura bonaerense aprobó anoche el presupuesto, la ley impositiva y el nuevo régimen de responsabilidad fiscal para municipios que había sido enviado enviado el pasado 27 de octubre por la gobernadora María Eugenia Vidal. El massismo, el GEN y buena parte del peronismo -que volvió a votar dividido- habilitaron los dos tercios para que el oficialismo aprobara el pedido de endeudamiento que supera los 85 mil millones de pesos. Los legisladores kirchneristas que votaron en contra cuestionaron la nueva toma de deuda y también el apuro de Cambiemos por tratar el paquete cuando todavía no está cerrado el acuerdo fiscal por el Fondo del Conurbano que le permitirá tener 40 mil millones extra a la Provincia en 2018.

El presupuesto contempla gastos totales por 630 mil millones y un permiso de endeudamiento de más de 85 mil millones mientras que la ley impositiva, por su parte, prevé subas del 56% en el inmobiliario urbano y del 50% en el imobiliario Rural y bajas en las alícuotas de Ingresos Brutos para algunas actividades. La tercera iniciativa aprobada fue el llamado «pacto fiscal» que obliga a los municipios a reducir gastos corrientes, deuda y personal si quieren seguir recibiendo asistencia financiera de la Provincia y que había sido criticado por los intendentes peronistas por entender que afectaba la autonomía municipal.

Tras la negociación del oficialismo con los distintos bloques e intendentes, el presupuesto sufrió pequeños cambios en su texto original en algunos puntos que habían sido cuestionados. Por caso, se fijó un límite de 1000 millones de dólares para endeudamiento oficial a través de proyectos de participación pública privada y además se resolvió que el porcentaje atado a las obras del Fondo Educativo Nacional baje del 85 al 50% para los municipios del Conurbano y al 40% en el caso de la comunas del interior.

Se aclaró además especialmente, en el artículo 44, que todos los recursos que la Provincia reciba a partir del 1º de enero de 2018 serán coparticipados a los municipios en un 16,14% de manera automática tal como fija la ley. Esto significaría 3200 millones extra para las comunas -sobre los 20 millones que implica el cambio en la ley de Ganancias- que podrán ser de libre disponibilidad.

El peronismo no logró, no obstante, que el gobierno de Vidal reedite el Fondo de Infraestructura Municipal (FIM) que durante 2016 y 2017 permitió a los intendentes decidir y ejecutar pequeñas obras urgentes en cada municipio siempre atadas al endeudamiento que tomaba la Provincia. Este año ese fondo significó una inversión de 8500 millones de pesos. Tampoco logró cambios en la ley de pacto fiscal, que se votó tal como estaba prevista.

El pedido de endeudamiento, que es el punto más sensible porque necesita de los dos tercios de los votos, fue acompañado por los legisladores de Cambiemos, el massismo, el GEN, por unibloques aliados y por buena parte del peronismo que, otra vez, volvió a votar dividido. Los seis diputados del bloque Peronismo para la Victoria -en que confluyen diputados del Movimiento Evita- votó por la positiva junto a 9 de 13 diputados que integran el bloque FpV-PJ y 7 diputados del bloque del FpV que cuenta con un bloque de 17 en la cámara baja. En total fueron 77 votos a favor.

Antes de votar el pedido de endeudamiento, el presidente del bloque 1 País, Jorge Sarghini, denunció que en 2016 el gobierno provincial se endeudó por 68 mil millones de pesos, cuando el permiso de la Legislatura era por 60 mil. Según el legislador, la Asesoría General de Gobierno interpretó un acuerdo entre Nación y Provincia aprobado por la Legislatura con mayoría simple como un permiso especial para pedir más crédito cuando la toma de deuda siempre requiere mayoría especial. Esto generó una aclaración por parte del jefe de la bancada de Cambiemos, Jorge Silvestre, pero más allá de los cruces el tema no pasó a mayores ni tampoco impidió que el bloque de Sergio Massa votara a favor del nuevo pedido de endeudamiento.

En tanto, 15 diputados votaron en contra: 4 legisladores del bloque FpV- PJ, incluido su presidente Walter Abarca; 10 diputados del bloque kirchnerista (en su mayoría de La Cámpora) y la diputada Mónica Schlotthauer del Frente de Izquierda de los Trabajadores. 

Tal como habían adelantado en un comunicado de prensa conjunto con sus pares del Senado, los legisladores kirchneristas explicaron en el recinto que votaban en contra por considerar que el presupuesto elaborado por el Ejecutivo «sólo contempla más ajuste y deuda» e incluso pidieron postergar su tratamiento hasta conocer el acuerdo con la Nación y las provincias por el Fondo del Conurbano, que se firmaría el próximo jueves. 

Las tres leyes fueron giradas al Senado que arrancó el tratamiento cerca de las 21 y convirtió todo en ley una hora después. En este caso, también el peronismo votó dividido como lo había hecho en los presupuestos de los años anteriores. Sólo 9 senadores del bloque FpV-PJ que posee 10 integrantes -un senador faltó a la sesión- se opusieron. Los 36 senadores restantes que pertenecen a Cambiemos, el Frente Renovador, el flamante Peronismo Renovador y a unibloques peronistas dieron luz verde a las iniciativas oficialistas.

Tanto Diputados como el Senado aprobaron en la misma sesión sus respectivos presupuestos para 2018 con un recorte total de aproximadamente 2500 millones de pesos para 2018, que se traducirá en menos contratos, subsidios y en el congelamiento de la planta permanente. El gasto de ambas cámaras, que está atado al presupuesto general de la provincia, bajará así del 1,5% al 1,2%.