En medio de la intervención judicial del PJ y el debate interno de los distintas corrientes que lo integran, el Gobierno reforzó este lunes gestos de acercamiento con cuatro gobernadores peronistas que forman parte del arco dialoguista del pejotismo: el cordobés Juan Schiaretti, el neuquino Omar Gutiérrez, el riojano Sergio Casas y el salteño Juan Manuel Urtubey. Además hubo una foto con el alcalde Horacio Rodríguez Larreta, uno de los dos mandatarios provinciales del PRO, para revisar las obras del Archivo General de la Nación que se realizan en la ex Cárcel de Caseros, dentro del barrio de Parque Patricios.
Con los cuatro hombres del PJ los lazos también fueron endulzados con el avance de obras previstas en cada una de las provincias que administran, aunque los tres que estuvieron en la Casa Rosada también hablaron sobre la intervención judicial del partido y la breve detención del ex gobernador jujeño Eduardo Fellner.
En Córdoba, Schiaretti anunció planes de urbanización para cuatro villas de la ciudad capital, con el apoyo de la Nación. En los casos de Gutiérrez, Casas y Urtubey, los gestos fueron prodigados dentro de la Casa Rosada. El neuquino fue recibido por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, para la licitación del tren de Vaca Muerta y por el titular de la cartera de Interior, Vivienda y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, para la obra del Puente La Rinconada, en el sur provincial, y por nuevos planes de vivienda.
El segundo en pasear por el Patio de las Palmeras fue el riojano Casas, para la construcción de 210 viviendas en la capital provincial, en Vinchina y en Chamical. Con el neuquino también hablaron de la cuestión habitacional, proyectaron la construcción de 251 unidades, pero con el sistema de Participación Público Privada (PPP) que el Gobierno presentará oficialmente el viernes y que carga con duros cuestionamientos de la oposición.
Con el salteño Urtubey, la billetera federal pasó por las obras que ejecuta con «el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional», además de planes de vivienda, cloacas y agua potable.
Con los tres caciques provinciales que deambularon por la Casa Rosada, Frigerio buscó desvincular al Gobierno de la intervención judicial del PJ, aunque a la jueza federal María Romilda Servini le adjudican una estrecha relación con el Ejecutivo, especialmente en materia electoral. Otro punto, en medio de los planos y las proyecciones, fue la fugaz detención del ex mandatario peronista de Jujuy, Eduardo Fellner, detenido el viernes pasado y liberado el sábado, por orden del juez provincial Isidoro Cruz, que lo indagó por los presuntos delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta.
«El deseo del Gobierno es que la Justicia intervenga lo menos posible en la vida de los partidos políticos», repitió Frigerio a sus interlocutores para despegar al gobierno de la designación judicial del dirigente gastronómico Luis Barrionuevo como jefe interino del partido, en una medida que podría ser revocada en segunda instancia.