El acto institucional por los 100 años de YPF se convirtió en el escenario para que el presidente Alberto Fernández y la Cristina Fernández volvieran a tener contacto personal después de tres meses en los que la interna del Frente de Todos se profundizó. También fue el espacio en el que la titular del Senado le pidió de manera pública al Jefe de Estado que “use la lapicera”. Abajo escuchaban ministros, legisladores y gobernadores de las provincias patagónicas.
“Hay que sentarse, no como amigos, sino pidiéndole a las empresas que devuelvan algo al país. Hay un deporte nacional que es apoderarse de las reservas del BCRA. Yo te dije la otra vez, Alberto, que vos tenías la lapicera. Lo que te pido es que la uses”, dijo Cristina.
Ambos dirigentes se mostraron juntos y distendidos, compartieron anécdotas y criterios. Se referenciaron uno al otro y se ponderaron. La organización estuvo a cargo de YPF. No hubo encuentro previo para planificar de manera conjunta la exposición. Apenas se vieron un rato antes en un salón VIP, en el que también estuvo el senador Oscar Parrilli. Cristina contó que pensó el discurso durante su viaje en medio del tránsito. Alberto había llevado un texto preparado pero prefirió improvisar, según relató.
Toda la dirigencia del Frente de Todos estuvo invitada al acto de reconciliación, pero Sergio Massa y Máximo Kirchner no dijeron presente. Fuentes oficiales confirmaron a Tiempo que el diputado Kirchner repitió la costumbre de no concurrir cuando va su madre. «Se reparte, cuando va una no va el otro», relataron. Desde la Cámara de Diputados señalaron que Massa “se quedó tomando mate con los vecinos en Moreno” luego de una actividad de la que participó también el ministro de Obra Pública Gabriel Katopodis, que sí llegó al acto. El titular de la Cámara Baja tenía silla en la primera fila. Malena Galmarini tampoco fue.
Sí estuvieron los ministros de Economía Martín Guzmán y de Desarrollo Productivo Matías Kulfas, ambos cuestionados por Cristina. Además, estuvo el canciller Santiago Cafiero, la ministra de Salud Carla Vizzotti, su par de Defensa Jorge Taiana, el de Seguridad Aníbal Fernández, de Desarrollo Social Juan Zabaleta, y la secretaria Legal y Técnica Vilma Ibarra.
Era un atardecer frío en Tecnópolis y una de las primeras en llegar fue la diputada Victoria Tolosa Paz. Le siguieron los diputados Sergio Palazzo y Vanesa Siley, de extracción sindical. Sobre la hora llegó el gobernador Axel Kicillof, mientras que ya habían llegado su ministra de Gobierno Cristina Álvarez Rodríguez, el jefe de Gabinete Martín Insaurralde y el presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires Federico Otermín, junto a la titular del INADI Victoria Donda. El embajador en Brasil y el dirigente social Juan Grabois entraron charlando juntos, sonrientes.
El Procurador del Tesoro, Carlos Zannini saludó a los senadores Parrilli y Anabel Fernández Sagasti. También estuvieron el ministro bonaerense de Desarrollo de la Comunidad Andrés “Cuervo” Larroque, y la diputada Cecilia Moreau. Saludando llegó Darío Martínez, el secretario de Energía, hombre de Cristina, pero que también tendió puentes con su jefe institucional Guzmán. Todos se mostraban alegres, se saludaban, charlaban. Muchos no se veían desde antes de la crisis interna del oficialismo. La expectativa era grande.
La chapa laminada de la discordia
El primero en hablar fue el presidente de la empresa estatal, el santacruceño Pablo González. Le siguió la dupla presidencial. Una de las principales diferencias entre el equipo de Alberto y el kirchnerismo se expresa en la política energética. Los 100 años de YPF fue el marco ideal para expresar la única coincidencia: el objetivo de la autonomía energética. Sin embargo, los caminos propuestos varían.
Uno de los puntos centrales del discurso de Cristina fue el mensaje para Techint por el demorado inicio de la construcción del gasoducto Néstor Kirchner. “Hay que sentarse, no como amigos. Hay que pedirles que devuelvan… Hay que pedirles que las chapas de laminado las fabriquen acá. Pongan la línea de producción en la Argentina si han ganado fortuna, Alberto”, le dijo de manera directa al presidente, que viene de reunirse con el CEO de la empresa, Paolo Rocca, hace un par de semanas.
La respuesta al reclamo llegó de parte de un ministro que en off sostuvo que es en la empresa estatal Ieasa (la ex Enarsa) donde se produce la demora. Ieasa tiene a cargo convocar a las licitaciones para la construcción del primer tramo del Gasoducto Néstor Kirchner, que en una primera etapa conectará Vaca Muerta -la zona de producción de hidrocarburos no convencionales de Neuquén- con las provincias de Río Negro, La Pampa, Buenos Aires y Santa Fe. Hace una semana se produjo la renuncia del ingeniero a cargo del equipo que comanda la obra del futuro gasoducto, Antonio Pronsato.
Es que la vicepresidenta señaló: “Tenemos también que comenzar a exigir porque quien provee los caños que es una gran empresa multinacional de origen argentino hizo la mayor parte de su capital aquí en Argentina a partir de la privatización de la siderurgia que también estaba en manos del Estado… Hay que pedirles que la chapa laminada que hacen en Brasil la traigan acá, con línea de producción para hacerla acá. Muchachos: no podemos seguirle dando 200 millones de dólares para que se paguen ustedes mismos en la empresa subsidiaria que tienen en Brasil. Pongan la línea de producción de chapa en Argentina, si han ganado fortunas en la Argentina. Alberto, el balance del 2021 les triplicó lo del 2020″.
El discurso de Alberto fue distendido. No recogió el guante y se concentró en señalar a la oposición. “Nos pone muy contentos lograr estos resultados, y vamos a seguir apostando al crecimiento, al desarrollo, la producción y exploración de YPF. La Argentina tiene una enorme oportunidad hacia el futuro que debemos construir en conjunto. Pero como les recordaba antes, para que la YPF que hoy tenemos siga siendo la que hoy tenemos, lo que más necesitamos es que no se adueñen del poder de la Argentina los que manejan el país como una estancia propia», sentenció.
El acto terminó con gestos afables. Pero la exigencia del pronto uso de la lapicera y la interna energética marcaron el clima. La fiesta siguió para ara los 15.000 invitados de YPF, trabajadores y trabajadoras de la empresa. Hubo shows de Tini, Damas Gratis, Turf y Soledad, seguidos de un espectáculo de «drones lumínicos», anunciado como «el primero de este tipo en la Argentina», juegos para niñes y comida.