La única casa para un genocida es la cárcel. La frase estampada en un pasacalle cruzó el frente del Tribunal Oral Penal Federal de Mar del Plata, donde el colectivo Vecinos sin Genocidas junto a los organismos de Derechos Humanos se concentraron al cumplirse dos meses de la domiciliaria al seis veces condenado por crímenes de lesa humanidad, Miguel Osvaldo Etchecolatz, para pedirle a la justicia que se revoque ese beneficio.
Allí, en un emotivo y nutrido acto, advirtieron que no bajarán los brazos y señalaron: No descansamos, no descansaremos porque las domiciliarias a Genocidas son impunidad, y porque la única casa para un genocida es la cárcel común, perpetua y efectiva. El reclamo también se realizó en La Plata.
En el acto sobre la Avenida Luro al 2400 se concentraron unas 250 personas. Estaban los vecinos del Bosque Peralta Ramos, donde desde el 29 de diciembre pasado cumple la prisión domiciliaria Etchcecolatz, organismos de Derechos Humanos y vecinos de la ciudad. Allí leyeron un documento y una carta que envió Natalia Dopazo, hija biológica del represor que cambió su apellido y acompaña el pedido para que continúe preso. También hablaron las Madres de Plaza de Mayo Angelita Tasca y Dora Ojeda quienes convocaron a unirse para enfrentar el retroceso en derechos humanos.
En el documento, los vecinos calificaron a Etchecolatz como uno de los más siniestros Genocidas de la Última Dictadura Cívico Militar, y recordaron que conviven en el barrio con el responsable del secuestro, tortura y desaparición de miles de víctimas que pasaron por el circuito Camps y al menos 21 Centros clandestinos de detención de la Provincia de Bs As, con 6 condenas por delitos de lesa humanidad, cuatro de ellas a prisión perpetua y 960 víctimas en su haber.
Recordaron que luego del estupor, la angustia, bronca que les produjo el shock inicial se reunieron con la certeza de que no querían al asesino viviendo entre ellos. No nos quedamos quietos, concluimos que cada uno de esos sentimientos se representaban en una sola palabra: impunidad, dijeron.
Porque esto es violencia, es atropello, agregaron. Y continuaron: Nos negamos categóricamente a naturalizar este hecho, y como colectivo nos pusimos como objetivo continuar con las acciones necesarias para revertirlo.
En ese camino remarcaron que continúan esperando una respuesta de la justicia. Estamos aquí porque queremos saber el verdadero estado de salud de Etchecolatz, ya que muchas pericias han determinado que estaría condiciones de afrontar cárcel común, dijeron. Y agregaron que el represor violó la domiciliaria cuando salió para ir a la Clínica Colón de esa ciudad y agregaron que por eso exigimos se revoque su domiciliaria. Y porque tiene antecedentes de haberla violado tiempo atrás.
Los vecinos recordaron que siguen a la espera de una respuesta al pedido de revisión presentado por Guadalupe Godoy y Yamila Zabala Rodriguez el 5 de febrero ante el Tribunal Oral Federal N°1 de La Plata para que revoquen la domiciliaria que le otorgaron al genocida en la causa por el Circuito Camps, en la que fue condenado en juicio oral a prisión perpetua. Y para que sepan que no bajaremos los brazos, concluyeron.
El reclamo también se replicó, en simultáneo, en La Plata. Allí, Rubén López el hijo de Julio López, el testigo desaparecido tras declarar contra Etchcecolatz, y la Mesa por los Derechos Humanos de La Plata, llevaron el reclamo de los vecinos al TOF1.
En la capital bonaerense se leyó el mismo documento que los Vecinos sin Genocidas leyeron, a la misma hora, en Mar del Plata. «Estamos peleando todos la misma batalla: que Etchecolatz vuelva a la cárcel», concluyó López tras el acto.
El documento de Vecinos sin Genocidas:
Hoy 27 de febrero nos reunimos aquí frente al tribunal Oral federal de Mar del Plata porque hace dos meses los jueces Martinez Sobrino, Panelo y Canero, le otorgaban el beneficio de prisión domiciliaria a Miguel Osvaldo Etchecolatz, uno de los más siniestros Genocidas de la Última Dictadura Cívico-Militar.
El día 29 de diciembre el ex comisario general de la Policía bonaerense, responsable del secuestro, tortura y desaparición de miles de víctimas que pasaron por el circuito Camps y al menos 21 Centros clandestinos de detención de la Provincia de Bs As, con 6 condenas por delitos de lesa humanidad, cuatro de ellas a prisión perpetua y 960 víctimas en su haber, amanecía en el bosque Peralta Ramos, nuestro barrio.
Lo inimaginable paso, el estupor, la angustia, bronca nos alteró a muchos vecinos, pero pasado el shock inicial nos empezamos a contactar porque nos unía la certeza de saber que no queríamos a este asesino viviendo entre nosotros. Nos asumimos víctimas, porque los delitos por los cuales fue condenado tan siniestro personaje ofenden a la humanidad toda.
No nos quedamos quietos, concluimos que cada uno de esos sentimientos se representaban en una sola palabra: IMPUNIDAD. Y accionamos con la única convicción de que los Genocidas condenados por delitos de lesa humanidad deben pasar sus días en cárcel, común perpetua y efectiva.
Porque esto es violencia, es atropello. Nos negamos categóricamente a naturalizar este hecho, y como colectivo nos pusimos como objetivo continuar con las acciones necesarias para revertirlo. Porque para que toda la sociedad comprenda, no es un pobre viejito enfermo, como nos quieren hacer creer. Como si la vejez, los años limpiaran las culpas y borraran los crímenes cometidos.
Como si la vejez de los victimarios atenuara el dolor por las ausencias. No señores Jueces, al igual que en Alemania queremos a los Genocidas a pesar de sus entrados años, en cárceles comunes.
Porque Con sus 88 años Miguel Osvaldo Etchecolatz sigue siendo un ASESINO varias veces condenado por delitos de lesa humanidad y con Juicios aún pendientes por los que debe responder en la Justicia.
porque ese pobre viejito sabe dónde está Clara Anahi, como tantos otros Nietos que seguimos buscando.
porque sabemos que este pobre viejito es responsable de la doble desaparición de Jorge Julio López
porque digámoslo con todas las letras, este Genocida fue condenado por torturar a 91 personas, privar de la libertad a 342 personas, condenado por 18 homicidios calificados y por sustraer y retener a 6 menores , que afirmo públicamente: Nunca tuve ni pensé, ni me acomplejó culpa alguna ¿Por haber matado? Fui ejecutor de la ley hecha por hombres. Fui guardador de preceptos divinos. Por ambos fundamentos, volvería a hacerlo.
Nos preocupa que la domiciliaria de tan siniestro personaje, por una decisión jurídico- política, sea la ante sala a que más genocidas de delitos de lesa humanidad la soliciten.
Nos preocupa que los jueces federales no evalúen el impacto social y psicológico que produce en el barrio, en la comunidad, en la sociedad toda que los Genocidas estén en sus casas. Nos preocupa también las víctimas directas, que tienen que afrontar día a día no solo la presencia de un asesino, que se ha demostrado y se sabe aun altamente peligroso, que se ve claramente el poder que aún sigue teniendo en la fuerza tanto por el despliegue de los operativos como por la cantidad de comisarios y uniformados que pasan a saludarlo diariamente, sino que el barrio se haya convertido en Cuartel Policial.
Hoy estamos aquí porque seguimos esperando una respuesta de la Justicia.
Estamos aquí porque queremos saber el verdadero estado de salud de Etchecolatz, ya que muchas pericias han determinado que estaría condiciones de afrontar cárcel común.
Estamos aquí porque violo la domiciliaria yendo a la Clínica Colon, siendo El mismo quien determino la urgencia, sin informar ni a sus abogados ni al Tribunal, incumpliendo el arresto domiciliario, por eso exigimos se revoque su domiciliaria. Y porque tiene antecedentes de haberla violado tiempo atrás.
Somos vecinos del Bosque, vecinos de la zona sur que venimos hoy aquí a este Tribunal a recordarles a los Jueces, que seguimos aguardando una respuesta al pedido de revisión presentado por la Doctora Guadalupe Godoy y Yamila Zabala Rodriguez el 5 de febrero ante el Tribunal 1 de los jueces Vega, Castelli y Esmoris, de la ciudad de La Plata. Y para que sepan que no bajaremos los brazos.
Hoy estamos aquí todos y todas frente a esta realidad que nos empuja a seguir accionando, seguir de pie, unidos, abrazados por los 30.000.
No descansamos, no descansaremos porque las domiciliarias a Genocidas son IMPUNIDAD, y porque LA UNICA CASA PARA UN GENOCIDA ES LA CARCEL, COMUN PERPETUA Y EFECTIVA.