Sentado al sol, con el gobernador Gerardo Morales a su izquierda, el presidente de la Nación realizó una conferencia de prensa con medios locales, para redondear su visita a Jujuy. Mauricio Macri, frente a la consulta de hasta cuándo iría a subir el dólar, pareció sorprendido, para luego responder: “Está más calmo”. Luego volvió a apuntar a la “volatilidad del mundo”, e insistió que «el Estado gasta más de lo que recauda”. Pero finalmente, ante una nueva consulta, el mandatario aseguró que la «devaluación trajo un rebote la inflación y la inflación genera más pobreza”, para llegar a admitir: “Parte de lo que habíamos logrado como reducción de pobreza lo vamos a perder”. Y volvió a plantear que la Argentina está “atravesando una tormenta muy compleja como país”.
El presidente también enfatizó que “hay que bajar los impuestos porque somos el país que más altos impuestos tiene en Latinoamérica y eso impido la creación de empleo privado”. En la misma charla remarcó que “no hay más situaciones de corrupción ligada a la obra pública”, y sobre la investigación de la causa de los cuadernos, Macri enfatizó que habrá “un antes y un después”, que “la Argentina cambió” y que “me siento contento como presidente, de haber generado el espacio para que la justicia investigue en forma independiente, que los periodistas actúen y colaboren y que se puedan llegar al fondo de lo que pasó”, para luego insistir, una y otra vez en “lo importante de la ley del arrepentido”.
Un Macri sonriente exclamó que “en distintas provincias de la Argentina hay algo que está empezando a suceder, un mercado que se abrió, una mandarina que se exporta, un maní, un servicio de valor agregado, o el turismo que crece…”.
Cuando un periodista local le recordó un viaje que realizara a Jujuy en 2002, señaló que se cumplieron sus “sueños y expectativas, más de lo que imagine” y que lo que ahora anhela a “ayudar a liberar a la Argentina”, y vincularla con el mundo.