El peronismo está expectante. Aún no logra concluir un análisis que le permita saber si la aparición de los cuadernos que hicieron tambalear el escenario político lo terminará por favorecer en términos electorales. Sin embargo, hay una visión que el peronismo no kirchnerista comparte: El partido judicial volvió a subir a Cristina Fernández de Kirchner arriba del ring.
Pese a esa lectura, la decisión de mantener la «doctrina Pichetto» en el Senado y no votar el desafuero, en caso de que el juez Claudio Bonadio lo vuelva a pedir, está tomada. El propio titular del bloque del PJ en la Cámara Alta se encargó de afirmarlo durante la tarde del jueves. «Se ratifica la posición institucional del Senado, en el sentido de que no procede el desafuero mientras no haya sentencia. Además, el proceso penal se puede llevar a término hasta la sentencia misma sin ningún tipo de impedimento por el hecho de la existencia de fueros», explicó el rionegrino.
El peronismo se dispone a habilitar los allanamientos solicitados por el juez. Sin embargo, exigirá que el pedido primero pase por la Comisión de Asuntos Constitucionales y luego recién sea tratado por el pleno. El trámite demorará no menos de 15 días. Además sólo se contempla, hasta ahora, habilitar los allanamientos en los domicilios y no en los despachos legislativos.
El miércoles, cuando los cuadernos del chofer de Roberto Baratta treparon al tope de la agenda, la incertidumbre se apoderó del peronismo que esperaba por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Cámara de Diputados para acorralarlo con preguntas sobre la crisis, el acuerdo con el FMI y el presupuesto 2019.
Ninguno de los referentes del peronismo se anima a decir que las denuncias no son reales, pero todos sospechan de los «tiempos judiciales». Aseguran que no hay casualidad en que en medio de la crisis económica y de las denuncias sobre aportantes truchos se reactiven las causas de corrupción que salpican al kirchnerismo.
La primera decisión de los distintos sectores del peronismo que no comulgan con la expresidenta fue intentar mantener su agenda propia. Por eso el jueves el espacio de legisladores que encabezan el senador Miguel Ángel Pichetto y el diputado Pablo Kosiner, junto a referentes del Frente Renovador, viajaron a San Juan para reunirse con el gobernador Sergio Uñac, tal cual lo tenían previsto.
«Tenemos que seguir discutiendo la realidad de las economías regionales, el modo de producción, la crisis y el modelo económico. Esto no puede tapar lo que está pasando», explicó una de las jóvenes asesoras del espacio que se referencia en los gobernadores.
En ese marco, y aunque se lo preguntaron puntualmente en la conferencia de prensa que ofreció junto al gobernador sanjuanino, Kosiner evitó contestar sobre la causa de los cuadernos que involucra a CFK y prefirió dar una respuesta de manual con la mirada puesta en 2019. «Nosotros pensamos que el peronismo tiene que mirar hacia el futuro, no encerrarse en la discusión del pasado. Unidad Ciudadana es una estructura que se ha conformado por fuera del Partido Justicialista. El peronismo se tiene que hacer una pregunta: ¿quiere representar a la mayoría de los argentinos o se quiere quedar cómodamente en la oposición? Nosotros queremos un peronismo que vuelva a representar a la mayoría de la sociedad, que sea una opción de gobierno y que lleve estos modelos que estamos desarrollando en las provincias a nivel nacional.»
El mismo camino eligieron Sergio Massa y Felipe Solá. Ambos decidieron seguir adelante con su agenda y evitaron expresarse sobre el tema. El exintendente de Tigre se reunió con rectores de universidades de todo el país, mientras que el exgobernador de la provincia de Buenos Aires fue a Santa Fe y se reunió con el senador Omar Perotti. «