«Monitoreamos día a día la ocupación de las camas, esto es día a día como en la primera ola. En cualquier momento se pueden definir medidas más restrictivas porque, además, está permitido en la normativa», dejó en claro hoy el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, al brindar el reporte epidemiológico de cada martes junto al ministro de Salud, Daniel Gollan. Y agregó que «obviamente el impacto de las medidas que pueda tomar la Provincia se ve limitado si no es en coordinación con Nación y CABA, por lo tanto siempre nuestra primera opción es consensuar».
En este punto, el funcionario recordó que la postura del gobierno provincial en la mesa tripartita de la semana pasada fue la de «hacer un cierre fuerte durante 15 días» para bajar sustantivamente los casos y poder avanzar en la vacunación de los mayores de 70 años y de los de 60 con enfermedades de base». Esa postura no logró consenso.
Kicillof firmó el viernes pasado el decreto 178 que dispuso las medidas a nivel provincial, y que dispuso un cierre diferenciado para los comercios en general -no esenciales ni tampoco del rubro gastronomía- a partir de las 20 en los 62 municipios más complicados por el número de contagios. Esa misma normativa incluye la posibilidad de ampliar la restricción horaria nocturna a 10 horas, de suspender de manera temporaria las clases presenciales y también de dictar otras medidas focalizadas.
«Si son suficientes o no lo estamos monitoreando», dijo Bianco y aclaró que cuando se cumpla una semana tendrán un panorama de cómo impactaron las restricciones en la circulación. «Los casos siguen en un nivel muy alto, ojalá la curva se ralentice o comiencen a caer los casos», agregó y subrayó que «si es necesario tomar alguna restricción adicional los vamos a hacer antes del 30 de abril».
Como cada martes, Bianco encabezó el ministro de Salud, Daniel Gollan, una conferencia en Gobernación en la que dieron a conocer el reporte epidemiológico de la última semana. En la última semana, el promedio diario alcanzó un récord de 10.032, superando ampliamente el techo que se había tocado la semana previa, de 6.020 casos, y también el pico de casos de la primer aola que ocurrió a fines de agosto de 2020 y fue de 5.845 casos. Como consecuencia de la explosión, subió de 40 a 62 el número de municipios en fase 3, mientras que 66 quedaron en fase 4 y sólo 7 en fase 5, la más restrictiva.
Gollan advirtió sobre el impacto de esta suba en el nivel de ocupación de camas de cuidados intensivos, que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) sigue en ascenso y llega al 69,8% de las 2.956 camas existentes, lo que supera el pico de 65% que se había alcanzado en septiembre del año pasado. Actualmente se encuentran internados en estas camas 1.135 pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19. En el interior de la provincia, en tanto, la ocupación se ubica en un 42,5% de las 1.299 camas existentes, con 275 pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19.
El ministro aclaró que, a diferencia del año pasado, en esta segunda ola hay muchas más internaciones de pacientes jóvenes. «Los grupos etarios que se internan son las personas más jóvenes, la enorme mayoría son de 20 a 59 años. En paralelo, vemos que las curvas que marcan las poblaciones de mayor edad crecen en menor medida. Esto tiene que ver con las poblaciones que aún se cuidan más, pero también puede ser el inicio de la repercusión de la vacunación», evaluó.
En este punto, Gollan anunció que se reactivarán los centros de aislamiento que se habían armado el año pasado y que se abrirán tres hospitales de campaña para pacientes leves en el AMBA, uno de ellos en el hotel que el gremio SUTEBA posee en La Plata. «Estas nuevas instalaciones contarían con personal de salud y con la posibilidad de manejar pacientes que tengan necesidad de oxígeno de menor cuantía», dijo.
«Hubo un crecimiento muy abrupto de casos de coronavirus y habrá que estudiar qué parte corresponde por el relajamiento y cuál por las nuevas cepas», consideró Gollan y agregó que las próximas 48 horas serán claves porque «habrá datos suficientes sobre la circulación y los casos para saber el impacto de las restricciones y decidir si tenemos que profundizarlas».
Clases presenciales
La posible suspensión de las clases presenciales también está en la agenda de las restricciones. Aunque tanto Bianco como Gollan sostuvieron que el impacto de los casos en las escuelas bonaerenses no es significativo, remarcaron que las decisiones se tomarán en el marco del Comité de Crisis que se creó anoche tras una reunión del Frente de Unidad Docente con la directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila, y el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak. Ese comité analizará el jueves la situación en que se encuentra cada distrito y si es necesario restringir o suspender las clases en el aula.
Según los números oficiales, el número de contagios en la escuela no llega ni al 7%. «No hay un alto grado de contagios entre las personas que participan del sistema educativo: alumnos, docentes y demás trabajadores, que en un 52% ya están vacunados», puntualizó Bianco aunque aseguró que las clases presenciales «implican desplazamiento y circulación» ya que hay más de 5 millones de alumnos y 350 mil trabajadores de la educación en la provincia.
«Estamos haciendo un tremendo esfuerzo para que haya presencialidad, evitando aglomeraciones, garantizando en colegios el uso de barbijo y asegurando la ventilación y demás medidas de cuidado junto a los trabajadores de la educación, pero vemos situaciones irresponsables como fiestas de cumpleaños masivas en donde los padres meten a 50 pibes en un pelotero», se lamentó el jefe de Gabinete en relación a los casos que se conocieron el fin de semana en varios distritos.
Los dirigentes de SUTEBA, FEB, SADOP y AMET vienen reclamando al gobierno la suspensión de la presencialidad en los distritos que están en rojo por los contagios. Y de hecho, el gremio UDOCBA convocó a un paro para mañana para pedir volver a la virtualidad hasta que bajen los casos.