Trabajadores autogestionados de empresas recuperadas se concentraron este jueves en las puertas del Ministerio de Energía, ubicado sobre Avenida Paseo Colon y Alsina, para realizar un nuevo reclamo por los tarifazos de luz y gas que deben afrontar las distintas cooperativas.
Los trabajadores, que integran del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), denuncian el incumplimiento del acuerdo al que llegaron con un represente del ministro Javier Iguacel el pasado 4 de julio y que abarcaba la suspensión de los cortes de energía ante la imposibilidad de solventar los costos cada vez más altos luego de los tarifazos.
Aquel día, tras una gran concentración, consiguieron que el Gobierno nacional suspendiera la interrupción del servicio por falta de pago y acordaron comenzar un diálogo para definir una tarifa diferencial destinada al sector, endeudado millonariamente por el aumento de los servicios.
El sector viene llevando esta lucha desde hace dos años: ”Le exigimos soluciones inmediatas al Ministerio de Energía. Recibimos constantes amenazas de cortes de suministro poniendo en riesgo centenares de puestos de trabajo”, manifestó Juan Litwiller, prosecretario de Organización de La Federación Gráfica Bonaerense en dialogo con Tiempo Argentino.
Por su parte, Daniel López, trabajador de la cooperativa grafica Bulcano, manifestó su preocupación por la situación que atraviesa el sector debido a los aumentos: “Nos está complicando demasiado porque no solo nos suben las tarifas sino además la apertura de las importaciones es excesiva y no podemos competir de igual a igual a nivel mercado. Esto nos lleva a tener que bajar nuestros sueldos para tratar de competir. Ya no sabemos qué hacer para conservar nuestros puestos de trabajo”, agregó.
Los trabajadores señalaron que el gobierno hace “oídos sordos” a la problemática que atraviesa el sector. Además denuncian que desde el departamento de Energía ya no los recibe ninguna autoridad: “Directamente somos un cero a la izquierda, no les importa nuestro trabajo ni nuestras familias”.
La cooperativa Cueroflex, otra de las tantas recuperadas, se ocupa de trabajar con cuero reconstituido y en ella tienen empleo 80 cooperativistas. Pero su continuidad está en duda por el aumento de las tarifas: una factura de luz de mas de 6 millones de pesos la podría llevar a la quiebra. “Este gobierno ataca al trabajo y a los trabajadores. Llevan adelante políticas que sólo benefician a un sector concentrado”, sostuvo Jorge Reisch, presidente de esa cooperativa.
CueroFlex es una fábrica recuperada desde el año 2012 y es el sostén de muchas familias. Es la única fábrica de cuero restituido en Latinoamérica y realiza un proceso de reciclaje del cuero. Tenía una producción sostenida de cien toneladas por mes y debido a el ahogamiento que sufre todo el sector bajaron su producción a cuarenta toneladas mensualmente. “Producimos menos de la mitad de nuestra capacidad porque no hay mercado”, agregó Reisch.
La cooperativa textil Cueroflex es un caso testigo del impacto de los tarifazos en los sectores productivos. Mucho más en aquellos autogestionados que hacen importantes esfuerzos para sostener los empleos.