“Así como (Donald) Trump en su momento trabajó para favorecer al gobierno de (Mauricio) Macri (…), también digo que el gobierno norteamericano de ahora, cuando llegó el momento de encontrar una solución y de darle un comienzo de salida al problema, acompañó con su voto. Las dos cosas son ciertas”, dijo este sábado Alberto Fernández. Con esa frase el presidente ofrendó uno de los gestos que aguardaba la Casa Blanca luego de utilizar canales informales para hacer sentir el malestar de su aparato diplomático tras el cierre de la gira del mandatario argentino por Rusia, China y Barbados.


El Departamento de Estado utilizó una declaración “on background” para hacer saber su malestar. Es una de las categorías de preservación de la fuente que utiliza la cancillería norteamericana y se lo concedió al diario La Nación para transmitir que la gira presidencial no había pasado inadvertida. Las declaraciones repartidas en cada capital no cayeron bien. Los mensajes pertenecen a un funcionario con oficina en Washington, pero no pasaron del trascendido. Algunas fuentes en Buenos Aires creen que el emisor de las quejas fue el subsecretario de la Oficina para el Hemisferio Occidental del Brian Nichols.


Según pudo reconstruir este diario, tampoco saldrán de los susurros, pero fueron el inusual formato elegido por el State Dept para darle rienda suelta a los resquemores surgidos durante la gira. Tal como contó Tiempo, los detalles del recorrido fueron anticipados por el canciller Santiago Cafiero cuando viajó hace 20 días a Washington para mantener una cumbre con su par Anthony Blinken. En esa cita de alto nivel el secretario de Estado estaba acompañado por Nichols y dos de sus antecesores en el cargo: Ricardo Zúñiga, que ahora es el encargado para temas migratorios del Triángulo Norte y Kevin O’Reilly, que estuvo en el mismo puesto durante la Era Trump, cuando se otorgó el crédito.


La reunión fue clave para destrabar el respaldo del Departamento del Tesoro en el FMI. Hasta que Cafiero no viajó, el gobierno estadounidense no salió de su mutismo. Ese silencio puso al gobierno argentino en una situación de zozobra que Fernández no olvidará, luego de dos años de arduas gestiones. Comenzaron en el último tramo del mandato del republicano Trump y continuaron con la gestión del demócrata Joe Biden, que recién lleva un año en la Casa Blanca.


Hasta ahora Fernández había puesto el foco en el peso de Estados Unidos para facilitar el endeudamiento récord. Este sábado hizo mención a la ayuda de último momento que aflojó Estados Unidos. Luego de los trascendidos de esta semana, ya sabe que la burocracia diplomática de Biden sobrevalora el uso de la acción de oro que tiene en el Fondo. Tanto, que le reclama un gesto de agradecimiento público para equilibrar la audacia multilateralista que desplegó en Moscú y Beijing, en medio de la escalada bélica de Estados Unidos con Rusia por la presencia de la OTAN en Ucrania.


“Es muy tremendo porque hablan en off del gobierno de los Estados Unidos y pretenden que uno conteste en on. Es muy raro lo que pasa, porque francamente nosotros creemos que tenemos que tener una relación madura, franca y sincera, de respeto mutuo”, le dijo el presidente a Radio 10, y así saldó una parte del entredicho que habría empeorado cuando concluía la gira por Barbados y contestó las críticas que brotaban del “on background”.


“He leído que le he mordido la mano a quien me ayudó… ¿Quién me ayudó? A mí con el Fondo me ayudaron los países europeos, me ayudó China, me ayudó Rusia, los países americanos y paro ahí. Sé quién hizo mucho para que ese préstamo sea dado. Eso sí lo sé, el gobierno anterior de Estados Unidos. No lo digo yo, lo dice el Fondo”, había lanzado Fernández desde la ciudad caribeña de Bridgetown.


Los cruces informales fueron parte del almuerzo que tuvo el jueves Fernández con Cafiero, pero ambos coincidieron en resaltar que no hubo quejas formales. El Palacio San Martín reconoce que “parte del ala política» que integra el gobierno de Biden empujó para el “entendimiento” con el FMI, pero también es cierto que lo hicieron a último momento y luego de un reclamo explícito formulado por Cafiero en persona”.
Con esas precisiones no pierden de vista los esfuerzos que realizaron la titular de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, el consejero de la Casa Blanca para América Latina, Juan González, y su jefe, Jake Sullivan, que ahora está al frente de la ofensiva discursiva sobre Ucrania y habla de un inminente inicio de hostilidades en esa zona.


Fernández estuvo en esa zona hasta la semana pasada. Según confiaron a este diario, en la hoja de ruta de los próximos meses tiene previsto viajar, en marzo, a la asunción de Gabriel Boric como presidente de Chile y luego en junio a Los Ángeles, California, para participar de la próxima Cumbre de las Américas, donde también jugará como presidente temporario de la CELAC.


La gira que terminó esta semana es la primera que realizó Fernández luego del principio de acuerdo que pactó con el Fondo. La negociación de la letra chica sigue en pleno desarrollo. Los tironeos diplomáticos con Estados Unidos también revelan que las críticas van más allá de las expectativas que tiene Biden. En la Casa Rosada analizan que Biden, al igual que Trump, se olvidó de América Latina y que su agenda sigue “sin gestos, sin inversiones, sin garrotes y sin zanahorias”.


En ese contexto analizan que Estados Unidos ahora busca “arrastrar a toda la región por el conflicto que mantienen con Rusia por Ucrania”, interpretó una alta fuente diplomática para analizar que los mensajes vertidos desde Washington también responden a la política doméstica estadounidense. “Los legisladores de Trump todos los días salen con declaraciones contra Biden por permitir que China financie una central nuclear o proyectos energéticos en América Latina. Esta semana le tocó a Argentina”, razonó la fuente consultada en referencia a las declaraciones que lanzó Matt Gaetz, representante republicano por el Estado de Florida que consideró la adhesión argentina a la iniciativa de La Franja y La Ruta de la Seda como “una amenaza mucho más significativa que se acelera rápidamente cerca de casa”.


El mensaje fue leído en el Palacio San Martín con el mismo prisma. Analizan que Biden ya está en carrera para llegar bien posicionado a las elecciones intermedias de noviembre y las encuestas no le devuelven un buen pronóstico. En ese contexto, no desestiman las advertencias por el vínculo con China, pero también recuerdan que “Macri quiso firmar la misma iniciativa y no pudo. Fue a China y no trajo inversiones. Pero para la oposición resulta que ellos iban a integrarse al mundo y nosotros somos ¿proto comunistas? Consideramos que es un análisis muy poco serio”, acotaron en la Cancillería. «