Así lo acordaron el pasado viernes la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación  con la cámara del sector. El acuerdo será en dos cuotas del 12%, la primera desde el 1º de mayo y la segunda a partir de septiembre y tendrá validez hasta el 20 de abril de 2018.

Además se acordó una cifra no remunerativa y por única vez de $2 mil a cobrar en el mesa de enero. 

El acuerdo se produjo luego de un plan de acción que incluyó un cese de tareas de dos horas por turno y una movilización a la cámara empresaria.

Así las cosas, se trata de una nueva paritaria que supera el techo del 18% (estirado al 20%) que se propuso imponer el gobierno a principios del año.

Según información periodística se habría acordado también una cláusula gatillo cuya modalidad este medio no pudo confirmar. 

Es que, en los distintos acuerdos paritarios firmados hasta el momento la mentada cláusula gatillo tiene diferentes formas de aplicación. En el mejor de los casos (por ejemplo los estatales de PBA) la aplicación es automática: en cada cuatrimestre se cruza el aumento acumulado con la inflación registrada por el INDEC y se produce un ajuste sin mediar instancia alguna. 

Pero existen otras modalidades que se han firmado como las que simplemente promueven una mesa de negociación para revisar el acuerdo o las que convocan a la mesa de manera automática si la inflación supera lo acordado pero no necesariamente actualizan el incremento de esa forma. En acuerdos firmados durante 2016 se habían acordado cláusulas de esa naturaleza en los casos de docentes universitarios y bancarios pero fueron incumplidas. Bancarios tuvieron que recurrir a un plan de lucha para lograr la reapertura tres meses después de lo pautado.