Ante cientos de miles de personas, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo cerraron el acto por el 24 de marzo con un duro documento en el que expresan el repudio a las políticas aplicadas por Mauricio Macri en materia de Derechos Humanos. A continuación, los párrafos más importantes del texto:
-Son 43 años de aquel día, cuando los genocidas ocuparon la Casa Rosada y, con el terror sistemático como método, buscaron imponer un plan económico, político, social y cultural de hambre y exclusión con la receta escrita por los grupos económicos, el Gobierno de Estados Unidos, la cúpula de la Iglesia y la participación de la corporación judicial.
-También estamos aquí porque seguimos luchando y nos manifestamos contra el avasallamiento que el Gobierno de Mauricio Macri genera todos los días: despidos masivos, la miseria planificada, la entrega del país a los buitres, la persecución de los pueblos originarios; la persecución a militantes; las presas y presos políticos; la grave injerencia del Gobierno sobre el Poder Judicial; retrocesos en Memoria, Verdad y Justicia, la violencia institucional, la represión a la protesta social, la censura a la prensa, el negacionismo; y también nos trae acá la defensa de todos los derechos de las mujeres, lesbianas, travestis y trans. Es mucho lo logrado en nuestras décadas de democracia a fuerza de luchas del pueblo: ese es el camino, con memoria y unidad”.
-La búsqueda de los nietos y nietas, hoy más que nunca, es urgente. No queremos despedir a más Abuelas sin que hayan podido encontrar a su nieto o nieta, a quien buscaron por décadas, pero tampoco queremos que la apropiación se siga traspasando de generación en generación. Es deber de todos los ciudadanos y ciudadanas del país saber qué pasó con ellos y ellas”
-Hace 15 años, aquel 24 de marzo de 2004, vivimos un día histórico: en la ESMA, el presidente Néstor Kirchner pidió perdón en nombre del Estado por el silencio y la impunidad. Las luchas del pueblo por Memoria, Verdad y Justicia se volvieron políticas de Estado. Ese mismo día, bajó el cuadro del genocida Videla del Colegio Militar. Fue inolvidable. Porque veníamos de décadas de impunidad, de salir del país en búsqueda de la justicia que fronteras adentro parecía imposible.
-Reclamamos a todas las instancias judiciales que aceleren los juicios. Los familiares y sobrevivientes no podemos seguir esperando. Es más, hay Tribunales que han utilizado como atenuante el mero paso del tiempo: pretenden que los crímenes de los represores son menos graves, porque ocurrieron hace muchos años. Para los familiares, el paso del tiempo no alivia el dolor. Lo que repara es la justicia.
-En cuanto a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia, desde el 10 de diciembre de 2015 a esta parte, fueron blanco de una agresión deliberada del Poder Ejecutivo, especialmente en la Secretaría de Derechos Humanos a cargo de Claudio Avruj, donde cerró programas y redujo la planta de trabajadores y trabajadoras que las sostenían a través de retiros voluntarios, jubilaciones, despidos arbitrarios, pases y renuncias por presiones. En este marco, la falta de presupuesto para los sitios y espacios de memoria se refleja en problemas de mantenimiento y la organización de actividades, formas silenciosas de vaciamiento, y la falta de conservación y preservación. En definitiva, el máximo responsable del retroceso de las políticas de Estado en los espacios de memoria es Avruj.
-Estamos en esta Plaza para seguir defendiendo la democracia, porque hoy está en peligro. No tener derecho al trabajo, a la alimentación, a la salud, a la educación y a la vivienda, entre otros derechos fundamentales, genera pobreza y hambre. La pobreza hoy alcanza cifras alarmantes: lo indican los millares de comedores sociales en escuelas, barrios, municipios e iglesias. Nuestro país, que es potencialmente rico, ha sido empobrecido adrede por este Gobierno. Hoy la Argentina lidera las cifras de crecimiento de la pobreza en América Latina. Por eso convocamos a la unidad para que decir «Nunca Más» a la pobreza y el hambre.
-La vulneración del Estado de derecho se ha ido incrementando cada día con este Gobierno y por eso convocamos a seguir defendiendo la democracia. Los tres poderes del Estado están implicados, porque el programa económico del macrismo es la miseria planificada.
-La situación de despidos masivos se consolidó en el Estado, pero también en el sector privado y, particularmente, las mujeres trabajadoras son la principal variable de ajuste. Desde esta Plaza, aplaudimos a las trabajadoras y trabajadores que siguen logrando la unidad y la organización para enfrentar al ajuste y desidia del Gobierno, saliendo a las calles, a las plazas, a las puertas de las fábricas y las escuelas a decir ¡basta!, a reclamar por lo justo, a defender el derecho a un trabajo digno y a un plato de comida en la casa.
-Mientras se degrada la situación económica, el Gobierno reprime la protesta y criminaliza a referentes y organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos. Encolumnado detrás de la ministra Patricia Bullrich, el Gobierno hace política a través de la demagogia punitiva, fomentando el miedo en la población y desviando la atención pública de los problemas centrales de la economía. Se presenta a los migrantes, a las comunidades indígenas, a vendedores ambulantes y a manifestantes como si fueran enemigos violentos, como si fueran problemas delictivos a resolver con la Policía. Se profundiza la estigmatización de las mujeres organizadas y también de la juventud de barrios populares, tratándola como delincuente peligrosa, mientras se pretende dar tranquilidad impulsando la baja de la edad de punibilidad. La lucha contra el narcotráfico y el terrorismo aparecen como mensajes centrales del dispositivo represivo y punitivo hasta el punto de acusar a dos argentinos musulmanes que luego de meses fueron liberados sin cargos.
-La doctrina represiva se ha desplegado con particular gravedad ante las luchas de los pueblos originarios por la recuperación de sus tierras y el conjunto de derechos. Nos solidarizamos con la resistencia de las comunidades frente al proceso de despojo y desalojo violento agudizado por los proyectos inmobiliarios. Una vez más, reclamamos justicia por Rafael Nahuel y Santiago Maldonado, víctimas del accionar represivo de Prefectura y Gendarmería, cuya máxima responsable es Bullrich, una ministra que lejos de condenar la violencia de las Fuerzas, se abraza y felicita a policías asesinos como Chocobar.
-El recrudecimiento de la represión y la violencia institucional es alarmante. Bajo la versión oficial del enfrentamiento, en Tucumán fue asesinado por la Policía local Facundo Ferreira, un pibe de 12 años. En la Ciudad de Buenos Aires, la Policía, cuyo máximo responsable es Horacio Rodríguez Larreta, mantiene la constante persecución a personas migrantes y en situación de calle, como así también a quienes trabajan en la vía pública. En una ciudad con cada vez más derechos para pocos y menos para todos, ha aumentado la represión en manifestaciones, como lo vimos cuando adentro del Congreso se votó un presupuesto de ajuste y hambre para este año.
-A 43 años del golpe genocida, en esta Plaza de Mayo, reafirmamos nuestra reivindicación a los 30.000 detenidos-desaparecidos y seguimos luchando por la Patria con la que soñaron. Este año tenemos nuevamente un compromiso con la democracia para elegir representantes para los próximos cuatro años. La memoria y la unidad son las herramientas para recuperar nuestros derechos, porque sabemos que cuando el pueblo construye su historia nada puede detenerlo.