Los discursos que se escucharon en la Marcha Federal Educativa, organizada por los cinco sindicatos docentes con representación en todo el país, reflejaron que el conflicto docente ya tiene un cronograma para el corto plazo.
La multitudinaria concentración a Plaza de Mayo de este miércoles tendrá su siguiente capítulo el próximo jueves 30 de marzo, cuando las dos CTA se movilicen en conjunto y realicen un cese de actividades o un paro de 24 horas. La protesta volverá a dirigirse hacia la Casa Rosada. La expectativa, sin embargo, está puesta en el paro nacional del 6 de abril decretado por la CGT.
Aunque todavía debe tratarlo un plenario de CTERA, los docentes ya adelantaron que sumarán sus esfuerzos para garantizar el éxito de la primera huelga convocada en rechazo a las políticas de la gestión de Mauricio Macri.
Consultado por Tiempo tras el éxito de la movilización docente, el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, evaluó que la seguidilla de movilizaciones con cada vez más participación terminará por convertirse en un límite definitivo para la política flexibilizadora de Cambiemos.
Sin proponérselo, los docentes han construido un puente ancho por el que vamos a caminar hacia la jornada del 30 de marzo, y de allí al paro del 6 de abril. Esta fue la más grande movilización docente que se haya conocido hasta ahora. Y todo esto refleja que el camino debe ser la unidad de acción del movimiento obrero, una unidad que empiece a ponerle límites al gobierno para que deje de usar al salario como variable de ajuste y para que desista de avanzar en la flexibilización laboral aprovechando la situación de despidos que ellos mismos van generando, analizó Yasky en diálogo con este diario.
Para la jornada de protesta y el paro del 30 de marzo, las dos CTA están conversando con varios gremios de la CGT que están dispuestos a sumarse a la movilización. En el palco del acto docente, este miércoles, se pudieron ver a varios dirigentes de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT), el ala combativa de la CGT: eran Sergio Palazzo (bancarios), Francisco Barba Gutiérrez (metalúrgicos), Walter Correa (federación del cuero) y otros. Todos esos sindicatos, más otros, estarían dispuestos a sumarse al paro y movilización de la CTA del 30.
El éxito de estas convocatorias, el número cada vez más creciente de asistentes y el clima de conflictividad suman además un fuerte condicionamiento para los gremios cegetistas más dialoguistas con el gobierno, sobre todo los Gordos y UPCN con Armando Cavalieri, Andrés Rodríguez y José Luis Lingeri- pero también algunos que supieron formar parte del MTA antimenemista en los años 90.