El súper martes que se iba a vivir dentro de la Cámara de Diputados de la Nación con dos sesiones convocadas para un mismo día, se fue desinflando a lo largo de una jornada que terminó siendo de mucho ruido, pero de pocas nueces para la oposición. Sin embargo, en varios bloques se anotaron como “triunfo” utilizar las convocatorias para forzar al presidente Javier Milei a negociar el Presupuesto 2025.

Sujetos a las negociaciones de los gobernadores con el gobierno nacional por el tratamiento del Presupuesto 2025, los opositores no llegaron al quórum para avanzar en el tratamiento de ninguno de los dos proyectos incluidos en el temario: por un lado, el de democratización sindical y el rechazo del DNU que autoriza al Ejecutivo a realizar un canje con moneda extranjera.

La primera convocatoria de sesión especial estaba prevista para las 13 y fue solicitada por el diputado Martín Tetaz (UCR) para debatir el proyecto de democratización sindical, que pone límites a las reelecciones en los gremios, quita la obligatoriedad de la cuota solidaria y establece el cupo femenino en las organizaciones sindicales.

Muy lejos de llegar a los 129 diputados presentes, pasada la media hora, el presidente de la Cámara Baja Martín Menem la dio por caída y habilitó las expresiones en minoría que utilizaron en mayoría los diputados del radicalismo que denunciaron en el recinto “hay un acuerdo del gobierno con la CGT”.

En ese sentido, el jefe del bloque UCR, Rodrigo de Loredo manifestó: “El gobierno dice ganar tiempo, es razonable. ¿Está ganando tiempo el gobierno o los gremios?”, preguntó.

“No hago un drama ni critico ferozmente que, en esta oportunidad, el gobierno y pese a sus firuletes, tenga un acuerdo con la CGT. Que es evidente, que basta ver el juego de las sillas, que me siento, que no me siento, que los aliados no están y cuando vale la pena siempre aparecen. No quiero ser hipócrita”, agregó.

Ocurre que el proyecto incorporado, polémicamente en el temario debido a que la firma del dictamen en comisiones no cumplía con la totalidad que requiere el reglamento interno de la Cámara, era de interés particular de la UCR y el Pro. Mientras que los integrantes de la Libertad Avanza no acompañaron por no avalar la posición de la UCR y el PRO para aprobar una interpretación distinta del reglamento de Diputados: “No es una postura jurídicamente válida”, decían libertarios por los pasillos del Congreso en la previa de la sesión.

En ese sentido, el propio Tetaz aclaró: “Tenemos el dictamen que corresponde, con la mayor cantidad de firmas dentro de la comisión. No hubo ningún otro dictamen, no hubo nadie que se oponga siquiera al dictamen nuestro y teníamos perfecto quorum dentro de la comisión”.

Del cuestionamiento a la burocracia sindical también participó el bloque del Frente de Izquierda. Por Jujuy, Alejandro Vilca que no dio quorum, pero participó de las expresiones en minoría denunció: “Nos están trayendo a discutir un tema que tiene algo de demagógico e hipócrita porque toman un reclamo de la clase trabajadora de critica a los dirigentes sindicales (CGT) que hoy están negociando con el gobierno de Milei la entrega de los trabajadores, aplastar los salarios a cambio de no salir a las calles”.

Segundo fracaso en el recinto

Pasada la media hora de tolerancia, a las 15:30, Menem volvió a habilitar las expresiones en minoría y quedó sin tratarse el rechazo al DNU 846, que le permite al ministro de Economía, Luis Caputo, renegociar la deuda en moneda extranjera sin pasar por el Congreso.

La convocatoria realizada por Unión por la Patria, sólo contó con 120 diputados presentes. Al espacio opositor le volvieron a fallar integrantes, en este caso 6. Por el espacio Espacio Federal que lidera Miguel Ángel Pichetto los ausentes fueron 7 y por el nuevo bloque radical “Democracia para siempre” pegaron el faltazo 5. Entre los presentes sorprendió ver al larretista del bloque PRO, Álvaro González sentado en su banca.

Habilitadas las expresiones en minoría, la oposición criticó al gobierno por no habilitar el debate del presupuesto en el Congreso y mantener a los gobernadores “enjaulados”. El primero en tomar la palabra fue el diputado de Unión por la Patria Carlos Heller, quien señaló que este DNU tiene “implicancias muy graves a nuestro país” por las “facilidades que le otorga al Ejecutivo de actuar de forma discrecional”.

A su vez, agregó que el contenido del decreto y su vigencia “deja de lado el funcionamiento de esta Cámara de Diputados. Son los jugadores de mercado que hacen que los títulos cambien de valor según sus ocurrencias en contra de los intereses de la República Argentina”.

“Ya tenemos un ejemplo, según la web del Ministerio de Economía, porque hay una operación que ya se aplicó y consistió en un canje de bono a vencer. Se canjeó un bono con cupón de interés por uno con intereses disfrazado. Están disfrazando el déficit fiscal con bonos”, señaló.

Por su parte, Nicolás Massot manifestó: “Hoy tendríamos que estar acá comenzando la discusión del presupuesto, al menos así indicaba el borrador que el presidente de la comisión de Presupuesto circuló entre los referentes de los bloques. Y, sin embargo, solamente estamos discutiendo el artículo 54 del presupuesto, porque unos días antes del ingreso del presupuesto se publicaba el DNU 846”.“El gobierno nunca tuvo demasiado interés en consensuar y en legitimar su sendero fiscal”, añadió.

En la misma sintonía, desde el radicalismo disidente Pablo Juliano, cargó contra el Gobierno Nacional y los gobernadores tras el fracaso de la sesión. «No sólo no estaban acá los diputados del oficialismo con peluca, tampoco estaban los diputados de nuestro propio partido con peluca, y tampoco los diputados del peronismo con peluca. Porque no hemos podido reunir el quórum y esto también hay que decirlo», afirmó.

Juliano indicó: “Hay que responsabilizar políticamente a los gobernadores que están en una conversación que termina siendo de espalda a la gente, porque eso no fue lo que votó la gente en noviembre del año pasado, no fue un cheque en blanco para dotar de impunidad a un gobierno que se cree que puede hacer lo que quiera. No son los gobernadores los dueños en definitiva de la posibilidad mínima y remota que le queda a la Argentina de que existe una hoja de ruta en materia de producción, en materia de infraestructura. Si no hay Presupuesto no estará esa hoja de ruta. No nos mintamos más”.