El presidente Alberto Fernández expresó este viernes su «gratitud eterna» al personal de salud que combatió a la pandemia de la Covid-19, durante un acto de homenaje a los profesionales del sector al cumplirse tres años de la confirmación del primer caso de coronavirus en el país.
Lo dijo en el cierre del encuentro nacional «Un país, una respuesta», que se realizó en el Centro Cultural Kirchner (CCK), donde se homenajeó a todos los equipos del país que trabajaron en el cuidado de la población y para morigerar el impacto de la pandemia.
«Con la pandemia nos involucramos todos, pero para con en el personal salud solo guardaré una gratitud eterna. En terapia, los médicos, enfermeros y kinesiólogos estuvieron exponiendo sus vidas. Estamos en deuda con ustedes y es lo menos que podemos hacer. Para un Presidente es difícil hablar de este tiempo que nos tocó vivir», señaló Fernández al hablar en el espacio Ballena Azul del CCK.
En un acto que compartió con la ministra de Salud, Carla Vizzotti, el mandatario remarcó que en febrero de 2020 estuvo en Europa con varias personalidades y «una líder europea me preguntaba por el virus, porque había muy poca información».
«Me advirtió que el virus podía tener consecuencias muy graves, daños a la economía. Esa líder era (la por entonces canciller alemana) Ángela Merkel, en una cena que tuvimos. Al llegar a Buenos Aires hablé con (el exministro de Salud) Ginés (González García) y me dijo que había que estar atentos», recordó Fernández.
«A las dos semanas de haber venido de Europa la pandemia estaba impiadosa», recordó.
Comentó que «en España, en Italia, no sabían como controlar los casos y se veían imágenes tremendas».
«Hablé con (Giuseppe) Conte, el por entonces primer ministro de Italia, Con Pedro Sánchez (presidente del Gobierno español) ; y no entendían cómo calmar eso. ‘No tenemos un remedio’, me decían. Proponían aislarse para evitar tener contacto», apuntó el jefe de Estado.
«Luego (el virus) llegó a la Argentina y pedí que armaran un equipo médico para ver de que se trataba», contó el jefe de Estado.
En ese sentido, Fernández añadió que se hizo «con grandes médicos que lo hicieron desinteresadamente y ninguno cobró un centavo por asistirme».
Fernández reseñó que llegó al Gobierno «sin Ministerio (de Salud), con un sistema hospitalario abandonado, en un país donde había vuelto el sarampión, y no se construían hospitales».
«Argentina era productor y proveedor de respiradores de una empresa cordobesa que los vendía afuera», rememoró.
El jefe de estado contó que tomó en esos días la decisión de «prohibir esa exportación para comprarlos y así se pudo dotar de 4.000 camas con respiradores automáticos a los centros asistenciales del país».
«Además, construimos más de 30 hospitales modulares, con más camas de terapia y una mejor atención para nuestra gente», sintetizó.
Fernández se refirió también a la necesidad de producir «alimentos para que lleguen a barrios carenciados» y en ese sentido distinguió a las Fuerzas Armadas, que «trabajaron como nunca y llegaron a todos los rincones» del país.
«Cada uno hizo lo que debía hacer y más. Recorrí barrios humildes, los comedores y merenderos en sus casas precarias y vi la solidaridad del que menos tiene», aportó el Presidente.
También descubrió «la injusticia del mundo, la desigualdad, donde 10 personas tienen el mismo patrimonio que el 40% humanidad, donde el 90% de las vacunas iban al 10% de la población del centro del mundo y el 90% estábamos a los codazos buscando vacunas».
«Pensé que todos saldríamos mejores, porque vimos la muerte caminar entre nosotros, caer a muchos seres queridos, y me quedo con una frase del arquero Willy Caballero, que atajó muchos años en Reino Unido y que dijo que ‘los buenos saldrán buenísimos y los malos, malísimos’, y tuvo razón. El desafío de tener una sociedad más igualitaria aún está pendiente», completó.
Fernández calificó este este encuentro como «difícil» porque «remonta tiempos dolorosos».
«A ningún gobernante del mundo le deseo lo que pasamos en pandemia, porque era caminar sobre un pantano, donde no se sabe dónde se pisa y dónde se hunde. En el camino quedaron 130.000 argentinos pero fueron atendidos 10 millones, que se curaron en la salud publica», apuntó.
«Aquí nadie se salva solo, somos sobrevivientes de una tragedia, la pandemia. Pusimos el pecho para que no se lleven más vidas. Es momento de recordar lo que nos pasó», subrayó Fernández.
Por su parte, Vizzotti comenzó su alocución con emoción y señaló que «son las palabras más desafiantes en mi vida» y calificó de «un día muy importante hoy» al cumplirse «tres años del primer caso en Argentina».
La ministra manifestó que «el Presidente remarcó que era importante encontrarnos para reflexionar, por lo que nos pasó como sociedad, como país», y allí surgió esta jornada «Un país una respuesta, en la cual en cuatro mesas estuvieron hoy personal de las Fuerzas Armadas, de Aerolíneas Argentinas, de las fuerzas de seguridad, ministros».
Dirigiéndose luego al mandatario, Vizzotti enunció: «No hubo nada que nos dijeras que no, nos preguntabas qué hace falta, de tener vacunas para ver cómo salvábamos la mayor cantidad de vidas posibles. En vos a todo agradezco a todo el gabinete».
Recordó la creación de «protocolos» como «en los puntos de entrada a la Argentina» y afirmó que el Gobierno «dio respuesta a la pandemia», además de destacar también la tarea de «los ministros provinciales de salud» en «una tragedia que nos atravesó a todos».
«Pasamos situaciones dificilísimas», reseñó la titular de la cartera de Salud, y resaltó el trabajo «desde terapia intensiva hasta el personal en Detectar, hisopando, pasando por enfermeros, kinesiólogos, radiólogos, personal de mantenimiento, limpieza y cocina, administrativos, camilleros, choferes, agentes sanitarios».
Rememoró que «se pudo aliviar» la situación «con la llegada de la vacuna», en «la campaña de vacunación más importante de nuestra historia», y recalcó a «la producción y la industria», que «aumentó tres veces oferta de oxígeno».
Vizzotti enfatizó que «la llegada de respiradores fue una decisión política del Estado nacional» y subrayó que «se distribuyeron equitativamente, igual con la vacuna, igual con el oxígeno».
El 3 de marzo de 2020 «fue un antes y un después» y enfatizó que «la sociedad se cuidó, se vacunó, y se pudo lograr esta respuesta».
«Quedaron muchos en el camino, perdimos personal de salud y personal de no salud», expresó la ministra, y valoró en la pandemia haber puesto en valor «lo que somos capaces de hacer».
Acentuó la idea de tener «la salud en el centro de la agenda y que siga siendo una prioridad, más accesible, de más calidad, más equitativa».
«Lo hicimos entre todos y ponerlo en palabras sana», concluyó Vizzotti.
En el acto, la actriz Virginia Innocenti y el músico Antonio Birabent leyeron sendos cuentos, y se pasó un video con el tema La Cigarra, de María Elena Walsh, con la participación de distintos cantantes, que prosiguió en vivo con voz de Julia Zenko y piano de Lito Vitale.